Jueves 25 de abril 2024

El peor de los baqueanos

Redacción 30/04/2023 - 17.55.hs

Según la Real Academia Española, Wikipedia y otros sitios especializados en los significados de los palabras, baqueano es un término utilizado especialmente en los países de América del Sur, que significa "experto, entendido o versado en algo". También se utiliza la misma palabra para identificar a alguien "experimentado en los caminos, trochas y atajos, y que actúa como guía para transitar por ellos".

 

En cuanto a su etimología, esta palabra viene de "baquiano" en su forma correcta y original, que procede del sustantivo "baquía" y del sufijo "ano" que indica procedencia, pertenencia o adscripción.

 

En definitiva, es un término americano utilizado para designar a una persona conocedora de los caminos y atajos de un terreno, sus características físicas y el idioma y costumbres de su población, a la que habitualmente pertenece. En nuestro país, particularmente, se conoce como baqueano a aquella persona que posee profundos conocimientos del campo, sus caminos, senderos, accidentes geográficos, fauna y flora.

 

Inclusive, en uno de sus libros, Domingo Faustino Sarmiento lo describe al baqueano como "un gaucho grave y reservado que conoce a palmos veinte mil leguas cuadradas de llanuras, bosques y montañas"- Agrega que "es el topógrafo más completo, es el único mapa que lleva un general para dirigir los movimientos de su campaña" y es quien "va siempre a su lado".

 

Todo esto viene a cuento porque justamente esta semana "El Baqueano" estuvo en boca de autoridades nacionales, mendocinas y pampeanas, luego de que se firmara un cuestionable acuerdo para la construcción de una represa que lleva ese nombre.

 

La sorpresa de la represa.

 

Fuera de contexto, en medio de una de las semanas más calientes en la economía argentina de los últimos meses (¿hubo alguna tranquila?), mientras el dólar subía imparable y los precios acompañaban, el ministro de Economía no tuvo mejor idea que firmar un acuerdo con Mendoza por el cual se avala el proyecto de llevar adelante la presa hidroeléctrica "El Baqueano" sobre el río Diamante, perteneciente a la cuenca Desaguadero - Salado - Chadileuvú- Curacó, donde las provincias de Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, San Luis y La Pampa son condóminas.

 

Esa firma, en plena crisis económica, tomó por sorpresa a propios y extraños. Y como era de esperar, la decisión nacional generó el rápido y contundente rechazo pampeano, a través de una nota remitida por el gobernador Sergio Ziliotto al ministro Sergio Massa, en la que se considera lisa y llanamente que ese emprendimiento, en los términos establecidos, es "inconstitucional".

 

¿Para quién juega?

 

La firma de este convenio abre una vez más el capítulo de las dudas sobre las posturas adoptadas por Massa, devenido por las circunstancias en una especie de "primer ministro" ante una figura presidencial como la de Alberto Fernández que se fue desdibujando con el paso del tiempo.

 

El hombre de Tigre se fue y volvió varias veces del justicialismo, intentó aventuras personales con suerte diversa y finalmente terminó sumando su agrupación política al Frente de Todos para quedarse así con la presidencia de la Cámara de Diputados de la Nación. Tildado más de una vez como "panqueque" por sus idas y vueltas, caricaturizado por su ambigüedad a la hora de dar definiciones, terminó abandonando su estratégico lugar para asumir como ministro de Economía en un crítico momento, con la misión de desactivar una complicada situación. Se autoimpuso metas que hasta ahora no pudo cumplir, como frenar la inflación a un ritmo del 4 por ciento mensual que se le disparó a casi 8. Firmó acuerdos para estabilizar precios, pero las empresas hicieron lo que quisieron ante la falta de control. Y tuvo que ceder ante las presiones del ruralismo para conseguir un dólar más ventajoso para liquidar divisas.

 

Muchas promesas, muchas cámaras y micrófonos para anunciar medidas que siempre terminaron beneficiando a los más poderosos y perjudicando a los más débiles. Lejos, muy lejos, de los postulados con los que el Frente de Todos llegó al gobierno.

 

En ese marco, el aval para la represa mendocina tiene su lógica. Aunque beneficie a una provincia que es de otro signo político, es probable que por debajo corran otros intereses que aún desconocemos. Lo cierto es que la ayuda sigue dirigida hacia los más fuertes y los perjudicados siguen siendo los más débiles.

 

No solo no encaminó la situación, sino que encima le está poniendo otras piedras que podría haber evitado, como esta cuestión de ponerse a firmar un convenio con Mendoza que no va a mejorar en nada su misión principal de domar a la economía.

 

De este modo, Massa se convierte en el peor de los baqueanos. Se suponía que era ese hombre experimentado que debía actuar como guía. Y que debía devolver el bienestar al resto de la población. Hasta ahora nada de eso ocurrió. Parece que más bien está metido en el medio de un tremendo laberinto. Y lo peor es que cada vez tiene menos tiempo para salir.

 

DANIEL ESPOSITO

 

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