Esto recién empieza
En estos últimos días quedó completamente al desnudo la realidad financiera de nuestro país. Quedaron plenamente demostrado que tenemos dos cualidades, desde lo financiero dependemos exclusivamente del FMI y desde lo político -como nunca en la historia- entregaron la soberanía política a una potencia extranjera que no nos va a entregar nada a cambio.
Eso quiere decir que en lo financiero, y aún menos en lo económico, dependemos de la buena voluntad de un esquema como el del FMI que aprobó el jueves 31 de julio a las 19.05 aproximadamente la que originalmente sería la primera revisión del acuerdo de fecha 13 de junio pasado. Decimos la que sería, puesto que ante la inconsistencia del modelo actual financiero reinante en nuestro país desde el 12 de diciembre de 2023 no acumula reservas brutas propias del BCRA sino que recurre siempre al alquiler de los dólares que llegan vía créditos de organismos internacionales y habiendo utilizado a hoy cerca de u$s17.000 millones de los u$s18.000 millones obtenidos hasta el 1º de agosto pasado.
Cabe señalar que solo entre miércoles 30 y jueves 31 de julio el BCRA perdió U$S 2.397 millones y el viernes 1º tenían que ingresar los u$s2.000 millones del FMI + u$s300 millones del Banco Mundial pero únicamente ingresaron u$s2.166 millones producto que el mismo viernes se siguieron perdiendo reservas en el orden de los 134 millones. Eso quiere decir que terminó el primer round de un combate que desde lo financiero muchos creen que comenzó con la célebre frase y/o canchereada fuera de lugar de “…dale campeón, no te la pierdas…” del 2 de julio pasado, pero en realidad comenzó cuando JP Morgan realizó su comunicado de salida de fondos en el mercado argentino ya que lo publicó una vez que ya había salido y no pidiendo la salida a sus clientes. Luego, Barclays, Wells Fargo y demás solo lo siguieron.
La semana pasada fue el súmmum del dislate cuando se comunicó a principios de ella que existían dos bancos nacionales fogoneando una corrida cambiaria y terminó como una profecía autocumplida cuando con el correr de los días comenzó el derrotero que llevó el tipo de cambio oficial de referencia a $1380 y ante todo el andamiaje oficial de intervención en todos los mercados no pudieron frenar su avance desde los $1.325 del día anterior; consecuencia de ello es que el riesgo país volvió a subir y las acciones/ADRs y bonos se desplomaron.
En cuanto al FMI, la próxima revisión la realizará dentro del primer trimestre de 2026 y exigió el cambio urgente a la canasta de consumo más reciente del IPC, que es la realizada por la ENGHO de 2017 por lo cual los datos de los servicios públicos incidirán mucho mas fuerte que hoy. Pero siempre es bueno recordar que mediante el DNU 179/2025 únicamente se autorizó a iniciar negociaciones con el FMI, aunque nunca se autorizó la firma del nuevo acuerdo; por lo cual el acuerdo actualmente vigente es plenamente ilegal en nuestro país y eso no lo constituye en deuda sino en una estafa. Y las estafas no se pagan.
En cuanto a lo político quedó ya muy demostrado que nunca ese poder fue ejercido desde el ámbito local sino entregado al país del norte que es una economía completamente competitiva con la nuestra, por lo tanto no les interesa lo que nos pase sino solamente cumpliendo el viejo precepto de JFK que era “…las dominaciones en el futuro no se darán por las guerras sino por la economía…” y por lo tanto su objetivo no es ayudarnos sino someternos al papel de una colonia del Siglo XXI y no en la estrella número 52 de su bandera.
Aquellos que hayan creído eso están muy errados en su forma de pensar pero que nos sumergirá al nivel del resto de Sudamérica con clase alta en un 10% y el resto subsumidos en la indigencia porque al no poder acceder a la educación universitaria que genera la movilidad social ascendente quedarán solo como obreros/empleados/trabajadores indigentes con una economía informal/negra en el orden del 60% de lo cual hoy no estamos muy lejos. (Por Fabián Medina, analista económico y tributarista)
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