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Pese a su jactancia de que deseaba encerrarla en el ataúd electoral del kirchnerismo, el gobierno de los Hermanos Milei entró en pánico. Lo mismo los jueces. La centralidad de esa mujer de 72 años, que conserva un liderazgo muy emocional, cómo solo antes Eva Perón, volvió a ser evidente, por encima de las operaciones y las ambiciones que la circundan.
Por Horacio Verbitsky
En 2018, recluido en el sindicato metalúrgico donde comenzó su carrera política, Lula evaluaba qué hacer ante la orden de detención firmada por el juez Sergio Moro, entrenado en los programas judiciales de Estados Unidos, quien coordinó con el fiscal Deltan Dallagnol la presentación de pruebas falsas con las que fue condenado el expresidente. Lula preguntó si la manifestación alrededor de la sede llegaba a 50.000 personas. Un colaborador bajó a la calle y luego de una recorrida regresó con la respuesta negativa. Lula insistió:
- ¿Hay 25.000?
- Tampoco.
- ¿Cuántos son? - preguntó entonces.
- Diez mil, y la mitad son chicas.
Lula decidió entregarse y fue conducido a la cárcel.
Ese relato fue transmitido por una delegación de políticos, periodistas y abogados del PT que viajaron en busca de solidaridades y consejo. Entre ellos estaba la jurista Carol Proner, esposa de Chico Buarque de Holanda y el ex presidente de la Cámara de Diputados, Aloysio Mercadante.
Un sub40 argentino, sin relación con La Cámpora, dijo que había que prepararse para la resistencia, pero a sabiendas de que correrá sangre. Su intervención fue rechazada tanto por argentinos cuanto brasileños en forma tajante, se levantó y se fue. Tendría otras oportunidades de manifestar su pasión por la estridencia mediática.
Valen doble.
La mención peyorativa a las chicas no era la única diferencia entre Brasil y la Argentina. La marea verde ya se había manifestado en las gigantescas movilizaciones de junio de 2015 con la consigna Ni una Menos y del 8 de marzo de 2018 por el Día Internacional de la Mujer, con el primer paro contra Macrì. Hasta el diario La Nación, con una conducción muy afín al Opus Dei, estimó que no hubo menos de 350.000 personas en cada una. Las organizadoras desalentaron la presencia masculina. En la Argentina, si son mujeres, valen el doble, no la mitad. Luego del decepcionate gobierno del doctor Alberto Fernández, comentaristas triviales instalaron la idea de que su fracaso se debió a la atención dedicada a las políticas de género. Esa es una manera de subestimar la ruinosa negociación con el Fondo Monetario Internacional y su consecuencia: la fuerte caída del poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores.
En aquel momento, el ex presidente uruguayo José Mujica opinó sobre la situación de Lula: "Si en la Argentina hacen algo así, la gente va a dar vuelta Buenos Aires". Por entonces, la consigna que se repetía en todos los actos peronistas era: "Si la tocan a Cristina, que quilombo se va a armar". Pero no se armó, cuando el Tribunal Oral Federal 2 la condenó a seis años de prisión, en diciembre de 2022. Fue la propia CFK quien disuadió las movilizaciones que preparaban sus partidarios, cuando llegaba el verano.
Pepe Mugica no alcanzó a ver la exactitud de su vaticinio porque murió un mes antes de que la Corte Suprema de Justicia confirmara aquella condena, que ya había sido sostenida por la Cámara Federal de Casación Penal. Lula anunció que vendrá en los primeros días de julio a la Argentina, para visitar a CFK, como hizo el Doctor Fernández con él cuando estaba recluido en la sede policial de Curitiba. Milei fue explícito varias veces sobre su afinidad con Bolsonaro y su destrato hacia Lula. Amor con amor se paga.
En marcha.
Desde el mismo día comenzó la vigilia frente al departamento de Balvanera donde vive la expresidenta, y cuando los jueces la citaron dentro de los cinco días siguientes para notificarle la condena y dar comienzo a su cumplimiento, el clamor fue in crescendo y se anunció una marcha para acompañarla hasta los tribunales de Comodoro Py, y de regreso a su casa, es decir bajo arresto domiciliario. La Cámpora y el Futurismo de Axel Kicillof coincidieron hasta en una consigna: "Vienen por ella. Vamos con ella".
Pese a su jactancia de que deseaba encerrarla en el ataúd electoral del kirchnerismo, el gobierno de los Hermanos Milei entró en pánico. Lo mismo los jueces. La centralidad de esa mujer de 72 años, que conserva un liderazgo muy emocional, cómo solo antes Eva Perón, volvió a ser evidente, por encima de las operaciones y las ambiciones que la circundan.
Emilio Pérsico, que llegó a respaldar al Doctor Fernández en contra de ella, se puso al frente de la organización de los movimientos sociales para la marcha. Pérsico y su ex socio, el empresario gastronómico Fernando Navarro, nunca pudieron resolver la contradicción entre sus posiciones y la actitud de sus bases populares, cuya devoción por Cristina los perturbaba. Los intendentes futuristas Mario Secco y Jorge Ferraresi, que alentaron al gobernador a enfrentar a Cristina en 2025 como prerrequisito para su candidatura presidencial en 2027, marcharon a pie el 16 de junio desde Avellaneda hasta San José y Humberto Primo.
Temerosos de una marcha multitudinaria encabezada por Cristina desde su casa hasta los tribunales, los jueces aceptaron la propuesta de la defensa, para que la notificación se realizara por videoconferencia. El calabozo de Comodoro Py ya estaba preparado, pero sólo se utilizó para alojar a otros condenados en la misma causa Vialidad, a pesar de su edad y su estado de salud, como el ex director de Vialidad, Nelson Periotti. De todos modos, el TOF2 impuso restricciones arbitrarias a la expresidenta, como el uso de una tobillera electrónica y "abstenerse de comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario y/o alterar la convivencia pacífica de sus habitantes". También autorizó una lista restringida de visitas y el control del resto por fuerzas de seguridad. Esas medidas inconstitucionales, que seguramente serán apeladas por la defensa, no se aplican ni siquiera a los condenados por Crímenes de Lesa Humanidad, de los cuales el 80% está en prisión domiciliaria y no tienen restricción ni registro de visitas. La prohibición de salir al balcón ya fue retractada por los jueces. Era la reivindicación principal del duopolio mediático (pero no sólo de sus opinadores), indignados porque Cristina sonreía y bailaba ante la muchedumbre que la saludaba.
Desde el Decreto de Seguridad Individual de 1811 (firmado por otro triunvirato, integrado por Chiclana, Paso y Sarratea, y con Rivadavia como secretario), "las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará responsable al juez que la autorice". Más de dos siglos después, la Constitución conserva ese criterio, y la ley de ejecución penal 24.660, de 1996 explicita sus consecuencias. En su artículo 138 recomienda “fomentar las visitas y todas las actividades que incrementen el contacto con el mundo exterior", incluyendo el contacto con estudiantes, docentes y profesores, "la facilitación del derecho a enseñar de aquellos internos con aptitud para ello". Cuestionar la aptitud docente de CFK sería ridículo.
La propia Corte Suprema (Fallos:318:1894, “Dessy”, 1995, voto de los jueces Petracchi, Fayt y Boggiano) sentenció que el modo de ejecución de las penas "no puede revestir el carácter de una condena accesoria que no corresponda a las aplicadas en las sentencias que emanan del Poder Judicial, ni a la pena establecida por la ley para el delito de que se trate". Los argumentos mediáticos sobre la seguridad en el barrio y los obstáculos para los comerciantes tampoco funcionan: en una zona caliente de la ciudad, los hechos delictivos desaparecieron, y los negocios próximos aumentaron sus ventas gracias a los manifestantes.
Ante el arrugue judicial, la movilización cambió de destino y las columnas marcharon hacia la Plaza de Mayo. Por completo al margen de la legalidad, el gobierno nacional impidió el paso de los colectivos que llegaban desde el interior e identificó a choferes y manifestantes. Recién los dejaron seguir después del comienzo del acto en la Plaza de Mayo. Cuando estaba colmada, se escuchó un mensaje grabado por Cristina.
Luego agregó breve un diálogo telefónico. Dijo que está presa porque el modelo de Milei se cae, "no solo porque es injusto e inequitativo, sino porque es insostenible. El verdadero poder económico sabe que este modelo económico no tiene futuro y por eso es que estoy presa, pero hay algo que deben entender todos, y es que podrán encerrarme a mí, pero no podrán encerrar a todo el pueblo". Añadió que "vamos a volver, con más sabiduría. Los pueblos siempre vuelven".
Infoemba anunció que las policías porteña y federal dieron un cálculo de asistentes, medio millón, que según el kirchnerismo fue el doble. Mucho después el gobierno intentó minimizar su alcance: ni un millón, ni medio, sólo 40.000, según la Ministra De Seguridad Nacional, Patio Bullrich, a quien nadie le compraría un coche usado. El diario La Nación, en cambio, calculó 158.000 personas. En cualquier caso, se trata de una convocatoria que nadie más puede igualar, dentro o fuera del peronismo. Uno de los asistentes ironizó así: "El problema de la muerte del peronismo es que va mucha gente al velorio".
La tónica impresa por la expresidenta se replicó en la plaza, donde muchos jóvenes saltaban y bailaban, mientras la tercera edad asistía con los ojos húmedos. Se produjeron encuentros inesperados de dos mundos. Una mujer próxima a los 80 años dialogaba con un mecánico de la mitad. Le contaba que su padre también era mecánico, que en un momento fabricó estribos para autos. El joven no podía creer que eso existiera. Su asombro creció cuando la mujer le dijo que trabajaban con carburo y que no les daban protección en la fábrica. Una máquina le aplastó un dedo y como no había ART ni obra social tuvo que ir con la mano envuelta en una toalla al Hospital Fernández. Nunca le pagaron los tres días de trabajo que perdió por eso. El joven que formaba parte de la columna de SMATA contó que trabaja en la Ford, donde les va bien, porque fabrican una camioneta nueva, pero que a otras fábricas les va muy, muy, mal. Entre ellas a Nissan y General Motors, con suspensiones y despidos. Eso forma parte del incremento de la desocupación, que en el primer trimestre del año llegó al 7,9%, la mayor desde que gobiernan los hermanos Milei.
El gobernador bonaerense dijo durante la marcha que para las elecciones provinciales de septiembre "vamos a buscar una lista conjunta de todos los sectores". Entre diciembre y abril la imagen de Cristina creció diez puntos, los mismos que perdió Milei, de modo que quedaron casi a la par, con ventaja de 45 a 42% del presidente, dentro de los márgenes del error técnico, según la consultora conjunta de Bloomberg y Atlas Intel, LatamPulse.
Otra novedad es la inesperada presencia mediática del presidente del justicialismo bonaerense, Máximo Kirchner, quien por primera vez comienza a contarse a sí mismo, en vez de dejar esa tarea a quienes lo han estigmatizado desde que era un adolescente. Hace ya veinte años. una revista de actualidad lo presentó como "El misterioso hijo del presidente". La competencia le replicó con la misma foto y el título "El misterioso yerno de Raúl Moneta". Era Marcelo Martínez Casas, gerente de Asuntos Legales de Canal 9. Máximo Kirchner no querelló a la publicación. Quienes escucharon la entrevista que concedió a la radio Con Vos a través de YouTube destacan que los mensajes mutaron a medida que avanzaba el programa, del típico prejuicio gorila a la admiración y el afecto.
El fortalecimiento de Cristina es simétrico al descrédito de la conducción de la CGT, que se negó a movilizar y dejó "en libertad de acción" (sic) a los distintos gremios que la integran. Sigue así una línea histórica. En 1945 convocó a un paro general para el 18 de octubre en apoyo a Perón. En septiembre de 1955 no paralizó las actividades cuando un golpe eclesiástico con apoyo militar derrocó a Perón, pero sí lo hizo en noviembre, cuando el general Pedro Aramburu desplazó al líder del golpe triunfante, Eduardo Lonardi. La magnitud de la concentración profundizó la crisis interna de la organización, donde sindicatos como la Unión Obrera Metalúrgica exige que se adopte un plan de lucha contra el ajuste del gobierno de los Hermanos Milei y por la proscripción de Cristina. La decisión en ese sentido fue de su secretario general, Abel Furlán, cuyo mandato concluye este año y para las elecciones de 2026 hay sectores que objetan su relación especial con el kirchnerismo.
En vísperas del banderazo por el 20 de junio frente a ese balcón, convertido en el centro de la movilización política, Cristina pidió que se desplazara a Parque Lezama, para impedir la provocación montada por Patio Bullrich frente al domicilio. La Policía Federal valló la cuadra, pero los manifestantes usaron esas rejas para pegar carteles de apoyo a Cristina. Una vez en Parque Lezama, la multitud volvió a escucharla, con este mensaje, que no habla de listas ni de elecciones, sino de precios y salarios, de empleo y producción, de deuda y de dólares. Igual que dos días antes en la Plaza de Mayo, no volaba una mosca para escuchar cada palabra.
La otra plaza.
La concentración inicial frente al domicilio de Cristina ocurrió el día en que se cumplieron 70 años del bombardeo de la Marina de Guerra y la Aeronáutica Militar sobre la Plaza de Mayo, en el horario del almuerzo de los oficinistas que trabajaban en la zona. El ataque comenzó en el momento en que yo salía de la boca del subte junto al Cabildo. Me cuesta discernir entre lo que viví entonces y las filmaciones que he visto después, porque se han integrado como un único episodio. Pero es muy intenso el recuerdo de la línea de puntos luminosos en el cielo, por las balas trazadoras de las ametralladoras, alternadas con las letales. Los pilotos las usaban para ajustar la puntería. También el silencio de quienes se alejaban corriendo por la Diagonal Norte hacia el Obelisco, como yo hice. No he visto hablar sobre la generación del '55. Sería necesario porque aquel día produjo una incisión profunda que divide la historia argentina del siglo pasado.
La actitud de Cristina y la respuesta general alejan los fantasmas que se corporizaron a partir de aquella jornada. Hace tres décadas, en su libro Cartas Peligrosas, Marta Cichero publicó la correspondencia clandestina del confesor de Eva Perón, el jesuita Hernán Benítez con Juan D. Perón y Arturo Jauretche luego del golpe de 1955, de cuya persecución se escondió en una casilla de chapa en la parroquia de San Patricio. Benítez le entregó ese tesoro a Cichero poco antes de su muerte, en 1996.
En setiembre de 1956, más de dos años antes de la revolución castrista en Cuba, Perón envió desde Caracas instrucciones para crear la “Justicia del Pueblo”. Esa J.D.P libraría una lucha “sin cuartel y sin descanso”, mediante “el sabotaje individual y organizado, las destrucciones, perturbaciones, el boicot, la murmuración y el panfletismo, los rumores y la desobediencia, la intimidación y la provocación”. En ese texto fundamental para comprender, aunque no justificar, la Argentina de las décadas siguientes, Perón anunciaba que “no nos vamos a dedicar a rezar a la Virgen, mientras siguen sus masacres. Es necesario reaccionar y matarlos con los medios que sean, porque a las víboras se las mata de cualquier manera. Un gorila quedará tan muerto mediante un tiro en la cabeza como aplastado por casualidad por un camión que se dio a la fuga. Los bienes y viviendas de los asesinos deben ser objeto de toda clase de destrucciones mediante el incendio, la bomba” o “un veneno en el pan o en la fruta. Agregaba que “dentro de esa línea el ingenio popular, el odio y el espíritu de venganza que estos infames han despertado, harán el resto”.
Desde Montevideo, Jauretche advertía que "en una carrera de jacobinos enfrentados ganarán los que tienen el instrumento del poder en las manos y no es cuestión de que sigamos hablando de cinco a uno para ser siempre nosotros los cinco y ellos los uno".
Benítez escribió en su diario: "De seguir empecatado Perón en sus trece subversivas y los gorilas en su frenesí revanchista, en su elitismo apestoso, en la injusticia social institucionalizada y blasonada, y sobre todo en la escandalosa entrega del país al imperialismo y los monopolios, las nuevas generaciones convertirán a Perón en héroe, en visionario, y a la guerra civil en la única solución". Y vaticinaba: "Los hijos de los gorilas, por repudio a sus padres, se volverán peronistas y guerrilleros". En una carta de respuesta al ex presidente evocaba el bombardeo del '55, el fusilamiento de los alzados con el general Juan José Valle en el '56 y "la barbarie represiva de que son capaces los gorilas, con todo el poder y las armas en la mano", y le preguntaba: "¿No se da cuenta el general de que la represión no dejará sólo 30 ni 300 víctimas asesinadas, sino 3.000, sino ya 30.000?" y le anunciaba que así se estaba creando “el más profundo e insalvable abismo de toda la historia argentina".
La exactitud aterradora de ese relato, no paralizó a Benítez cuando su previsión comenzó a cumplirse. En 1970 rezó junto a Carlos Mugica el responso ante los cuerpos de Gustavo Ramus y Fernando Abal Medina, los fundadores de Montoneros, abatidos en William Morris. Ambos curas fueron arrestados por apología del crimen e incitación a la violencia.
En el ocaso de la última dictadura, el cardenal Antonio Quarracino abogó por el manto de olvido de la autoamnistía castrense. Benítez le recordó palabras de San Gregorio Magno: “Quienes prudentes y silenciosos contemplan a los asesinos se vuelven cómplices de sus asesinatos. Porque tan criminal es el que mata como el que calla ante el que mata” y le preguntó : “¿Qué diría aquel gran papa, pionero de la justicia social, de prelados como usted quienes, no contentos con callar ante los asesinos, encima los excusan, los absuelven, los bendicen, los alientan y les dan la confesión?”
Quarracino le respondió que “San Gregorio no habría escrito eso si el emperador, por asesino que fuera, le hubiera estado construyendo gratis la basílica de San Pedro”. Benítez insistió: “Habría escrito eso y más. Porque a aquel papa y a aquellos obispos les interesaban más los templos espirituales de las almas que los materiales de ladrillo. ¿No le importa crea la gente que su defensa del Proceso es el precio de los sueldos jugosos a prelados, religiosos y seminaristas?”. La Iglesia, concluyó Benítez, “presenció impávida el atropello a Dios en sus hijos, con un silencio que pone frío en el alma”. Quienes entonces seguimos los lineamientos planteados por Perón en el exilio, no supimos detenernos cuando regresó al país y al gobierno. Y eso fue utilizado para unificar el frente interno castrense y colocar a las Fuerzas Armadas una vez más al servicio del poder económico local y transnacional. Si la dictadura que derrocó a Perón firmó el ingreso del país al FMI, la que secuestró a su viuda dos décadas más tarde, endeudó al país hasta las orejas con Martínez de Hoz y trocó la industrialización por substitución de importaciones, en valorización financiera del capital, destruyendo producción y trabajo nacionales.
La insistencia de Cristina sobre la necesidad de acudir únicamente a medios pacíficos, a pesar de la violencia y la ilegalidad que sostienen al gobierno, ayudan a impedir que las generaciones que siguieron a la del '55 repitan nuestros errores.
El presidente Javier Milei recuperó el habla. Fue ingenioso: dijo que el acto de Plaza de Mayo había sido como el partido de despedida a un futbolista que se retira. Pero esa expresión de deseos entra en colisión con la voluntad colectiva de reconstruir todo lo destruido, bajo la conducción de quien tal vez no tenga, ni quiera, más cargos electivos, pero que ordena y organiza la resistencia a un régimen despiadado.
Mi amigo Bibi.
En el diálogo con uno de sus guacamayos mediáticos escogidos para manifestarse sin riesgo de periodismo, Milei también ratificó el alineamiento de su gobierno con el israelí de Beniamin Netanyahu, a quien llamó "mi amigo", y calificó a Irán como enemigo de la Argentina. De ese modo coloca al país en la línea de fuego del mayor conflicto internacional en décadas. Israel es también el principal proveedor mundial de equipamiento sofisticado de Inteligencia, que se ha utilizado en varios países del mundo para espiar a opositores políticos de sus gobiernos, pero también a periodistas y a organizaciones sociales.
Avanzado el genocidio en Gaza para completar la limpieza étnica iniciada en 1948, Israel atacó por sorpresa a Irán y en una noche asesinó a una docena y media de altos jefes militares, a científicos y a negociadores que trataban con Estados Unidos las limitaciones al programa nuclear persa. Hace décadas que Israel se propone arrastrar a Estados Unidos a una confrontación directa con Irán, al estilo de los programas de Nation building aplicados con suerte dispar en Irak, Afganistán, Siria y Libia.
El periodista del New York Times Robert Draper, quien dedicó un libro al periodo previo a la guerra de Estados Unidos con Irak, recapituló sobre la invención de la existencia de armas de destrucción masiva en poder de Sadam Hussein y la comparó con la reiterada afirmación de que Irán está trabajando en la creación de armas nucleares con las que atacaría a sus vecinos.
Según Draper, "Irán ha dedicado décadas a desarrollar su programa nuclear. Ha enriquecido uranio —para generar energía, según afirma—, pero aún no lo suficiente como para fabricar bombas. Aun así, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lo consideró intolerable. Los líderes iraníes han amenazado repetidamente con destruir su país (y a menudo también han jurado muerte a Estados Unidos). Por ello, Netanyahu ha dedicado una generación a una campaña pública global para transmitir la urgencia de la amenaza. Hace dos décadas, Netanyahu advirtió que Irán podría tardar entre tres y cinco años en fabricar bombas nucleares. Hace una década, dijo que podría tardar semanas". El mejor periodista de investigación, Seymour Hers, ahora de 88 años, añade que según las fuentes confiables que lo informan desde hace décadas, este fin de semana Estados Unidos podría sumarse al ataque israelí, con la finalidad de neutralizar su programa nuclear y forzar el derribo del régimen de los ayatolás, tal vez la muerte de Ali Khamenei. "Se ha hablado mucho sobre la potencia de fuego y los objetivos estadounidenses dentro de Irán, pero, hasta donde sé, se ha reflexionado poco sobre cómo derrocar a un líder religioso venerado con una enorme cantidad de seguidores", agregó Hersh.
Entre tanto, el gobierno argentino desfinancia a sus Fuerzas Armadas, las equipa con chatarra voladora adquirida por indicación de Estados Unidos y les asigna tareas de seguridad interior que no solo están prohibidas por ley, sino que hace 43 años, las incapacitó para cumplir con su misión primaria frente a la mayor agresión sufrida por la Argentina en la parte insular de su territorio.
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