¿Por qué la puntualidad es una obsesión en Japón?
Japón es considerado, en la actualidad, la tercera economía del mundo. Uno de los países más desarrollados del planeta cuya explicación, según algunos especialistas, radica en las características humanas de los nipones como por ejemplo el trabajo, la pulcritud y fundamentalmente un valor que ellos consideran fundamental: la puntualidad.
Esta característica se inculca desde la infancia. "Mis padres siempre me decían que era importante no llegar tarde, pensar en las personas a las que molestaría si me atrasara un poco y creo que eso me afectó", señaló el estudiante Issei Izawa citado por South China Morning Post.
Hoy, por ejemplo, la impuntualidad, llegar tres minutos tarde o algo similar es grave en Japón y hasta hubo casos de arresto. El mes pasado, el ministro encargado para los Juegos Olímpicos Tokio 2020, Yoshitaka Sakurada, llegó tres minutos tarde a una reunión parlamentaria. Esto provocó una protesta de cinco horas en respuesta a su falta de puntualidad. El funcionario luego tuvo que disculparse.
Japón no era así antes sino que los cambios comenzaron bajo el emperador Matsuhitoo: entre la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX. Las autoridades empezaron a imponer puntualidad en escuelas, fábricas y transportes. "Tienes que estar en la escuela 10 minutos antes del comienzo de las clases", rezaba una directiva para niños emitida por el Ministerio de Educación japonés en 1873.
Con el correr del tiempo, esto se impuso como un valor inquebrantable acompañado por la promoción de la ciencia y la tecnología. En los años posteriores, se entregaban folletos en la calle pidiendo a la gente "no perder el tiempo en vano".
Este proceso, según RT Actualidad, que cambió la conciencia social se completó después de la Segunda Guerra Mundial.
Por este valor, Japón logró numerosos desarrollos a lo largo de su historia. Por ejemplo, el Shinkanses, la red de trenes de alta velocidad del país, se convirtió en símbolo de precisión. Según los datos de unas de las compañías de transporte, JP central, el retraso promedio de sus trenes es de menos de un minuto por año.
Por otra parte, el país asiático también se caracteriza por trabajar horas extras como práctica extendida como así también quedarse en la oficina tras el final de la jornada laboral como algo muy común.
Pero como todo proceso revolucionario, con grandes beneficios, también tiene sus efectos negativos. En Japón es común en fenónemo "Karoshi": numerosas muertes registradas por exceso de trabajo.
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