Lunes 29 de abril 2024

Golazo a los sentidos

Redacción 03/12/2014 - 04.32.hs
Taparse los ojos e intentar patear una pelota puede ser una experiencia reveladora para cualquiera. Los jugadores de fútbol para ciegos de La Barranca juegan cada sábado y disfrutan de una actividad que busca crecer.
Ezequiel y Damián son hermanos. Los dos son ciegos, al igual que su hermana. Los dos varones coinciden en algo: Esperan ansiosos durante la semana que llegue el sábado a la mañana para que la combi los pase a buscar y los deje por un buen rato en ese lugar en el que patean, gambetean y comparten alegrías, enojos, cargadas y sonrisas.
"El fútbol me encanta, está buenísimo venir a jugar con los chicos, pero mucho mejor es jugar con otros equipos, por los puntos", apuntó Ezequiel, todavía bastante agitado tras el debut en el primer torneo interprovincial de fútbol para ciegos que se hizo en La Pampa, donde "Los Cuervos" locales compitieron con equipos de Córdoba y Bahía Blanca.
El certamen se disputó en el club La Barranca, el lugar que desde 2011 le dio impulso al deporte que, con sus particularidades, disputan personas ciegas y disminuidas visuales.
"Para nosotros es muy bueno que vengan equipos con más experiencia porque nos sirve para saber cuál es nuestro nivel. Nos dimos cuenta de que nos falta porque empezamos hace poco pero vamos bien, no estamos tan lejos", analizó Ezequiel, que con 15 años es el más chico y, a la vez, al que todos señalan como el "Carlitos Tevez" del equipo.
Su hermano Damián Palacio tiene 20 años, al igual que Fernando Mansilla y Mariano Carrero mientras que el resto del plantel lo completan Lucas Ceballos (16), Brian Lagos (21), Emanuel Fredes (28) y Horacio Ceballos (47). Leonardo Oliván, que hasta hace unos meses fue el arquero profesional de All Boys, se sumó para el cuadrangular mientras que Esteban Olivares es el entrenador y Juan Cruz Colombier su colaborador.
El encuentro amistoso de hace diez días se disputó al mismo tiempo que en China se jugaba el Mundial de Fútbol para ciegos, donde el seleccionado argentino, conocido como Los Murciélagos, cayó en el tiempo extra en la final con Brasil.
¿Ustedes sueñan con llegar a la Selección, jugar con Los Murciélagos?
"En mi caso me gusta reconocer mis limitaciones, hasta donde puedo llegar. No voy a soñar con ser piloto de avión sabiendo que no puedo ver... Uno sabe hasta dónde puede llegar. Me parece que soñar demasiado alto a veces no sirve. Si el físico no me da para ciertas cosas tengo que saber hasta dónde ilusionarme", resaltó Brian, que también reparte su tiempo con los libros porque estudia Kinesiología.
"Por supuesto que sería hermoso jugar en la selección, pero pensarlo ahora es medio descabellado porque nosotros recién empezamos, además somos el único equipo en la provincia, para competir tenemos que salir de La Pampa porque acá no hay otro club con fútbol para ciegos", agregó Emanuel, que está estudiando Abogacía.
Según los jóvenes, el proyecto de fútbol para ciegos se presentó en varios lugares pero solo se le abrieron las puertas en La Barran-ca. Allí encontró el espacio pero también necesitaría del apoyo público y privado para, por ejemplo, comprar la protección inflable que debe ubicarse alrededor de la cancha para resguardar el físico de los jugadores. En el cuadrangular ese elemento fue traído desde Bahía Blanca.
"Nosotros sabemos que el fútbol para ciegos no es tan popular como el fútbol convencional. Organizar un torneo es costoso y requiere trabajo, pero si se lo apoya tenemos más posibilidades de jugar y también de que se acerquen otros chicos a practicar", dijo Mariano.
El deporte se juega con cinco jugadores en la cancha. El arquero es vidente y detrás de los arcos se ubican guías para hablar constantemente. Marcan hacia donde va la pelota, dónde están los arcos y los rivales. La pelota es otra clave del juego: es el gran elemento de orientación ya que en su interior tiene un cascabel que emite un sonido para que sea seguido por los futbolistas.
Observar el dominio del cuerpo, el espacio y el balón de los no videntes es una experiencia reveladora, sobre todo si la viven quienes sí pueden ver. Un combinado integrado por periodistas que disputó un partido o espectadores que patearon penales durante el torneo, dejaron en evidencia que por más habilidad que tengan, si les falta solo ese sentido están mucho más cerca del ridículo y la carcajada ajena que del aplauso.
"Lleva su tiempo aprender a moverse, pero después es como cualquier equipo: Necesitás estado físico y entrenamiento. Acá hay algunos que están un poco pesaditos", se rió Brian y el resto se sumó a la cargada interna.
"Mucha gente piensa que es fácil, pero cuando se acerca a observar o jugar se dan cuenta de lo difícil que es. Los ojos se tapan por completo, al cien por cien, por eso aunque haya disminuidos visuales no tienen ventaja porque no ven nada, cero", detalló Emanuel.
Está claro que para el grupo, el hecho de tener una discapacidad no es un obstáculo para hacer lo que les gusta. Por el contrario, eso los impulsa a superarse y tener objetivos. "Uno quiere pasarla bien, pero además ser cada vez mejor. El fútbol para ciegos es un deporte importante en la Argenti-na y nosotros queremos que crezca también en la provincia. Ojalá la gente se entusiasme y nos apoye", comentó Damián, ya en la cuenta regresiva hacia el sábado, cuando escuche el motor de la combi esperando frente a su casa.

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