Sabado 09 de agosto 2025

ENTREVISTA. Historia que cobra vida

Redacción 28/09/2008 - 01.54.hs

"Siempre me ha resultado muy difícil hacer historia de lo reciente", afirma Pacho O'Donnell, a propósito de la publicación de "Teatro", el libro que recopila sus obras. Cómo recuperar la historia sobre las tablas.
Alejandro Cavalli*
Mario O'Donnell es más conocido como "Pacho". Escritor, político y médico especializado en psiquiatría y psicoanálisis. Dentro de su obra teatral figuran "Escarabajos", "Lo frío y lo caliente", "Lobo, ¿estás?", "Van Gogh", "El sable" y "El encuentro de Guayaquil".
O'Donnell tiene una capacidad increíble para capturar a los personajes en escenas y atmósferas que persuaden y emocionan. Tanto si se trata de Juan Manuel de Rosas en la Argentina decimonónica como de Van Gogh en los campos de Francia.
A través de sus visiones memorables, Pacho O'Donnell "abre para el lector o espectador un juego de atracciones irresistibles en el que participan tanto la psicología de los personajes teatrales/históricos involucrados como las circunstancias en que los encontramos. Voces, gestos, expresiones alcanzan así por fin una imagen y una dinámica que nos transportan al centro dramático mismo sin descuidar los aspectos históricos que legislan la verosimilitud", indica su libro "Teatro", que recopila parte de esa obra.

 

-¿Qué significado tiene para usted la publicación de este libro que reúne todas sus obras de teatro?
-Es una sorpresa muy agradable, ver nueve obras mías, que son las estrenadas, porque en el cajón hay otras, y que ya son una cierta cantidad, y que cada una tiene su historia, que sucintamente traté de contar en el prólogo. Algunas de esas obras las he visto representadas en la Argentina y en el extranjero. En realidad yo vengo de lo literario. Y el teatro siempre me fascinó como algo grupal. Juntarse varios con sus neurosis, sus talentos y con sus convicciones y dar a luz un proyecto. Es como un antídoto de la inmensa soledad que representa el ensayo histórico, y lo literario en general.

 

-¿Cómo surge su interés por el teatro?
-Lo cuento en el prólogo del libro, fue cuando mi padre me llevó a ver una obra de Pablo Palitos, que era un actor cómico de hace muchos años, estoy hablando de cuando yo tendría diez u once años. Y fue algo memorable ya que mi padre no salía mucho conmigo, entonces las veces que hemos ido por ejemplo a ver un partido de fútbol o algún espectáculo quedaron muy grabados. Y, además, porque me reí mucho esa noche, tal es así que me caí de la butaca. Y después el teatro estuvo en stand by hasta que un amigo mío, Hugo Urquijo, también psicoanalista, muy apasionado por el teatro, me fue iluminando en el tema. Y quizá fue por eso que mi primera obra la escribí veraneando con él y su mujer y mi entonces mujer en Traful, en el sur. Allí escribí mi primera versión de Escarabajos. Y finalmente la estrenó Hugo, fue su primera obra como director. En aquel maravilloso teatro Payró. Estrenamos en pleno "Rodrigazo", en plena crisis del gobierno de Isabel Perón. A pesar de eso, quizá por el tema, que era sobre la violencia, y que tenía que ver con lo que estaba pasando en ese momento, la obra tuvo mucho éxito.

 

-¿Y su interés por lo histórico?
-Siempre me gustó leer historia, ese lugar de maravillosos relatos. Mi graduarme de escritor de historia, por decirlo de alguna manera, surge cuando estaba en Bolivia como embajador. Allí casualmente me pongo en contacto con unos textos de historiadores bolivianos que hablan de nuestra independencia, porque la de ellos y la nuestra fue la misma, la del Alto Perú. Pero la versión que ellos daban no era coincidente con la que yo siempre había recogido de nuestra historia oficial. Entonces fui descubriendo algunos próceres que nosotros no teníamos en consideración. Mi primer libro fue dedicado a Juana Azurduy, prácticamente del olvido. Ella era una gran caudillo alto peruana. Una persona que dio todo por su patria. Lo que busqué en realidad fue reivindicar el papel de la mujer en la independencia. Ya que siempre habían sido muy devaluadas en las referencias de nuestra independencia, en el sentido que donan alhajas, bordan banderas, prestan su piano para que se cante un himno y no mucho más. Y Juana demostraba que no, que había mujeres que se habían comprometido activamente con sable en mano.

 

-¿Qué historiadores le interesan?
-Los revisionistas. Yo mismo me considero uno de la época actual. Quizá el primer revisionista fue Alberdi, cuando critica a Sarmiento y a Mitre su versión de la historia para justificar la organización nacional. Pero seguramente la columna vertebral del revisionismo es José María Rosa, con su historia argentina.

 

-A propósito, su producción historiográfica es considerada dentro del neorrevisionismo -propuesta de iluminar aspectos ocultos o escamoteados de la historia oficial argentina-, ¿cómo cree que los historiadores considerarán en el futuro el desempeño de nuestra actual presidenta?
-Siempre me ha resultado muy difícil o imposible le diría hacer historia de lo reciente. Considero que es necesaria la distancia que da el paso del tiempo.

 

-Habiendo sido senador, ¿qué opina de lo que pasó en el Senado con el tema retenciones? ¿Y lo que actualmente pasa con el tema Aerolíneas?
-En cuanto a lo de las retenciones, Cobos tenía todo el derecho de votar de acuerdo a su criterio. Sobre todo porque él viene de un partido distinto al que nos gobierna. Siempre dije y lo sostengo, inmediatamente después de la votación debería de haber renunciado porque es ilógico que un vicepresidente haga campaña en contra de la presidenta. En cuanto a Aerolíneas, es difícil olvidar la pésima gestión gubernamental que tenía aerolíneas antes de ser privatizada. Y es de suponer que eso puede volver a pasar.

 

-El historiador Hugo Chumbita sostiene que José de San Martín desciende de aborígenes, ¿qué opinión le merece? ¿Cree que debieran realizarse análisis de ADN a sus restos como él pide?
-Es algo muy probable que descienda de indígenas, y si se quisiera comprobar es muy fácil con el análisis de ADN. Lo que es incomprensible es la indignación racista ha provocado en muchos.

 

*PERIODISTA y escritor

 

EPÍGRAFE 2 A

 

Pacho O'Donnell reunió en un libro su obra teatral donde da vida a personajes de nuestra historia.

 

EPÍGRAFE 3 A

 

Rubén Stella como Bolívar y Lito Cruz como San Martín, interpretando a "Guayaquil" del autor.

 

PARA 3
"Mi primer libro fue dedicado a Juana Azurduy, prácticamente del olvido. Ella era una gran caudillo alto peruana. Una persona que dio todo por su patria".

 


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