Incógnito: el laberinto del cerebro
Cuatro actores nos cuentan historias apasionantes que se relacionan con el funcionamiento del cerebro; una de ellas es el robo del cerebro de Einstein.
María Evangelina Vázquez *
Thomas Harvey es un científico que roba el cerebro de Einstein, luego de su autopsia, con la esperanza de que la neurociencia logre extraer de allí las claves de la inteligencia. Los personajes se despliegan y son increíbles las historias que se cuentan. Otra historia verdadera es la de Henry Molaison un hombre epiléptico con convulsiones que se somete a una operación por la cual pierde su memoria y le cuesta saber quién es y qué le ha pasado.
Hasta allí llega la verdad. La obra es un juego permanente entre realidad y ficción. Aquí vemos cómo la mujer de Henry es la única que lo trae a la realidad. Luego una neuropsicóloga tendrá una relación con otra mujer después de una vida heterosexual. Y también aparece otro personaje que es un periodista ansioso por develar la historia del cerebro de Einstein.
El texto de Nick Payne nos transporta a distintas tramas sin descanso y nos muestra cómo el cerebro tiene un funcionamiento mucho más misterioso de lo que imaginamos. Mateo Chiarino se muestra seguro e idóneo en el rol del científico y sólido también es el trabajo de Cecilia Cósero como su esposa y neuropsicóloga. Tom CL asombra con su desempeño como Henry y Anna Fantoni también se destaca como su compañera que ya no sabe cómo ayudarlo. Los tiempos se van cruzando y el tiempo va pasando, aunque uno no lo note tan fácilmente.
Es una obra impactante porque en cada historia se esconde un factor psicológico profundo. Incógnito es desafiante por la gran cantidad de personajes en escena (21) desempeñados por apenas cuatro actores. En la escenografía se mueven unas sillas y ya cambian de escenas (que son 30).
El director Marcelo Moncarz deslumbra con esta puesta que es ambiciosa por el difícil relato que cuenta, pero que también logra su cometido. Porque lo que se resalta es la importancia de las historias y optando por una puesta casi minimalista, pero que dice mucho. La violonchelista Herlene Mattos logra brindar un gran ritmo que intensifica el tono reflexivo de la obra como también por momentos, el vértigo de las escenas.
Incógnito es como un rompecabezas y será el espectador quien deberá unir las piezas y darles sentido. La identidad tiene que ver con nuestra memoria, ¿pero qué sucede cuando la memoria no está?¿Seremos solo un conjunto de instantes lanzados a un abismo? ¿Somos una unidad o solamente la ilusión de una unidad?
Últimas funciones en Teatro Ítaca -Humahuaca 4027- los lunes a las 20.30 horas. Entradas por Alternativa Teatral.
* Colaboradora
Artículos relacionados