Lunes 05 de mayo 2025

La app que cambió internet

Redaccion Avances 09/03/2025 - 12.00.hs

Allá por 2019, serenos tiempos prepandémicos, se decía que nadie con edad de votar podría entender Tiktok. Incluso su creador, Zhang Yimin, se convertiría en el hombre más rico de China y reconocía que no sabía usarla”.

 

Karelia Vázquez *

 

Cinco años después, TikTok es mucho más que territorio adolescente, lo ha cambiado todo en la cultura de Internet y se ha convertido en un artefacto digital copiado y odiado a partes iguales.

 

Una radiografía de TikTok sería útil para explicar su impacto en la vida digital y en los modos y maneras de consumir y crear contenido en Internet. Sus fieles solo necesitaban 35 minutos de exposición al algoritmo para quedar cautivados –también podríamos decir enganchados a sus rápidos enganches dopaminérgicos. Lo sabemos gracias a unos documentos internos revelados por la cadena de radio NPR. Ese nivel de engagement no se había visto nunca en Internet. Ni Marck Zuckerberg en sus mejores tiempos lo hubiera imaginado. Así que la primera novedad es su algoritmo enloquecido y personalizado al extremo de que algunos usuarios sienten que la plataforma les lee el pensamiento.

 

Seguimiento de usuarios.

 

TikTok no necesita nada de usted para trazar un perfil afinadísimo de sus gustos que le mantenga pegado a la pantalla. No necesita como otras redes sociales que se defina, solo necesita que usted respire, esté vivo y abra la aplicación. La primera vez le mostrará un vídeo único en bucle infinito y empezará a medir sus reacciones: un segundo de visualización indica interés, un golpe en la pantalla, deseo. El algoritmo va trazando el perfil del usuario, no a partir de sus elecciones sino de su comportamiento, unas reacciones que son muchas veces inconscientes y que permiten crear un feed de contenido irresistible. Se llama For you (Para ti, en español) y tiene detrás un sofisticado motor de aprendizaje automático (machine learnig) que los ingenieros describen como “computación sublineal compleja”, pero para los tiktokers la experiencia no puede ser más sencilla y placentera: abrir aplicación, ver un vídeo, relajarse y consumir pasivamente hasta el infinito. El poder adictivo del algoritmo está tan aceptado que se ha convertido en una categoría de contenido con vídeos agrupados bajo el hashtag #tiktokaddict que acumula cerca de 600 millones de visionados.

 

De repente, el resto de Internet empezó a parecer antiguo y aburrido. TikTok ha acelerado los tiempos digitales con un formato visual de vídeos cortos que marca la modernidad de Internet a partir de 2020. Su éxito arrollador ha obligado a todos a copiar el formato y se dio inicio a los Reels de Instagram.

 

Famosos digitales.

 

Al priorizar la novedad y el descubrimiento, el poderoso algoritmo de TikTok otorga visibilidad a creadores que apenas han alcanzado estatus en la plataforma. Es decir, un creador puede tocar el Olimpo de la viralidad en 30 segundos, aunque tenga pocos seguidores. Algo imposible de conseguir en Instagram y YouTube. Y, aunque también es cierto que no es la plataforma que mejor paga, esa generosidad del algoritmo engancha. En TikTok no hay que ser famoso, es TikTok quien te hará famoso. En cuestión de segundos la aplicación con capacidad de aprender patrones y leer el algoritmo atrapa al usuario con videos que son de su interés y alimenta con datos a su propia IA.

 

Finalmente, un estudio de la Universidad Baylor en Waco reveló que la experiencia de los tiktokers produce “elevados niveles de flujo y distorsión temporal”, un estado que suele observarse cuando uno está absorto en una tarea que le proporciona placer y bienestar. Cuando, desde fuera, vemos a alguien usar TikTok, observamos esa actitud absorta, pero justo es ese ensimismamiento lo que revela la eficacia del sistema de recompensa fortuita que está en el ADN de TikTok. Con cada scroll podría llegar algo mejor. O no. No lo sabemos, pero es la incertidumbre y la eterna promesa de novedad lo que no nos deja parar.

 

El País*

 

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