La Creciente
En esta página compartimos una pequeña obra de títeres del autor pampeano, titiritero con décadas de trayectoria en la provincia y el país.
Juan Aldo Umazano *
Alguien -creo que fue Ortega y Gasset- dijo “las frases o palabras se deben repetir tres veces”. Ese número impar en el teatro, tiene que ver con mantener el interés dramático en el público. Si fuesen dos, quitaría ese interés, si fuesen cuatro, aburriría. Esto se corrobora en la práctica.
Respetando esta regla, se construye un juego muy divertido, más que nada en los títeres porque el conflicto se resalta y ridiculiza. La utilización de la palabra “boludo”: al final de esta obra que leerán, como está pronunciada por un muñeco, se suaviza, pero no deja de ser contundente. La Biblia también dice “Todo lo que hagas te será devuelto multiplicado por tres”.
Sabemos que al agua es fundamental para la vida, además, despierta problemáticas distintas. Ya sea cuando es buena y el hombre la puede beber, y las plantas y hortalizas, crecen. Hay agua salada, y agua dulce; en ambas viven peces; un mundo al que la especie humana deberá agradecerle su existencia en el futuro.
También están las simples canciones de lluvias sobre los techos; cuando el agua se transforma en poeta.
Veremos en esta obrita de títeres, donde un hombre deja todo en manos del Señor, como si el Señor no tuviera, de qué preocuparse. Se llama:
Don Tranqui
En el escenario un hombre toma mate a orillas de un río. A su lado hay un termo.
Pasa una canoa con varias personas. Una de ellas le dice gritando:
- ¡Eh! Vamos que se viene la creciente.
- No. A mí, Diosito me va a ayudar.
El hombre sigue tomando mate.
Pasa otra canoa con más gente y llena de bultos.
-¡Eh! Vamos. Qué se viene la creciente.
-No. A mí Diosito me va a ayudar- Y sigue tomando mate.
Relámpagos y truenos.
Pasa otra canoa, rebalsando de gente y bultos.
Se escuchan voces:
-¡Eh! Apurate que se viene la creciente.
-Ya está cerca.
-Subí los trastos.
La canoa se detiene:
-Vamos.
-No, a mí, Diosito me va a ayudar.
La canoa sigue y desaparece. Irrumpe el agua y arrasa con el hombre, el mate, el termo y su pequeño entorno donde toma mate.
Silencio.
El hombre que tomaba mate, aparece desde abajo con dos alas, y dice mirando el cielo: -¡Diosito, me has abandonado!
Una voz que sale de todos lados:
-Boludo.- Te mandé tres veces la canoa.
El hombre desaparece por el cielo.
FIN
* Actor, dramaturgo, titiritero
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