Miércoles 01 de mayo 2024

"Creen que porque tenes cáncer no podes ser feliz y es al revés, la enfermedad te hace crecer"

Redacción 25/03/2018 - 15.32.hs

"Yo suponía que algo no andaba bien porque la tos era muy persistente pero al ir a dos profesionales me relajé y confié en ellos. Cuatro meses después fui a la guardia porque estaba resfriada y de paso le comenté a la médica que venía con esta tos hace meses, pero jamás en la vida me hubiese imaginado este diagnóstico", confesó a LA ARENA, Carmela Bustelo, quien cuando dice "diagnóstico" se refiere al linfoma de Hodgkin que le descubrieron luego de varias consultas erróneas.

 

Lo que al principio parecía una grave noticia, en poco tiempo se convirtió en una motivación gigante para la joven bahiense de 22 años que mientras termina su tratamiento de quimioterapia, sigue abocada a su proyecto "Las Cholas" que creó a partir de su enfermedad.

 

"Las Cholas nació porque yo siempre fui muy coqueta y con todo esto de la caída del pelo me angustiaba no saber qué ponerme. Yo uso peluca pero no me gusta usarla sin nada así que siempre me pongo alguna vincha, pañuelo o turbante arriba. Mandé a hacer 10 turbantes para mi y mis amigas empezaron a usármelos, ahí decidí que los tenía que vender y así ayudar a muchas chicas que pasan por mi situación y también a imponer el turbante como un accesorio y no una marca registrada del cáncer", detalló Carmela sobre el nacimiento de su emprendimiento que le provocó conseguir 1.500 seguidores en su Instagram en sólo una noche.

 

"Con mi mamá vamos a Once y elegimos las telas y para que modelo va a ir cada una y trabajamos con Pablo que es el modisto, mi tía Patricia que nos ayuda y Lucrecia, la chica que trabaja como empleada en casa, que también hace algunas vinchas. Lo genial de Las Cholas es que tenemos un público muy abierto, han venido chicas de 15 años hasta señoras de 70, y tenemos clientes con o sin cáncer, está buenísimo porque ese es el objetivo", se entusiasmó la joven que espera terminar su tratamiento para poder cursar el último año de arquitectura.

 

Carmela es muy futbolera e hincha de River Plate desde pequeña. "Mi papá desde chiquita que nos lleva a la cancha a ver a River. Es nuestro ritual de todos los domingos y es una de las cosas que más feliz me hacen en la vida", expresó.

 

El delicado momento que le toca vivir lo viene afrontando con una entereza envidiable que le ha sido reconocida en varias ocasiones y lo deja bien claro en sus palabras. "Nunca me cuestioné porque me tocó a mí sino para qué a mí. Sería muy injusto creerme inmune a esta enfermedad porque realmente todos estamos expuestos a que nos pase, así que creo que perder el tiempo preguntándose eso no tiene sentido. Creo que cada uno tiene una misión en esta vida y seguramente la mía tenga que ver con todo esto".

 

En ese sentido, se definió como "muy creyente" y explicó el tatuaje en su brazo que dice "God makes no mistakes (Dios no comete errores)". "A Dios llamalo como quieras, universo, fuerza, vida, creo que hay algo superior que maneja todo y tiene destinado para nosotros un propósito, no creo en las casualidades", manifestó la alegre mujer.

 

Carmela también reniega de las situaciones de "lástima" que le ha tocado padecer a raíz de su patología, pero ya encontró la fórmula exacta para desdramatizar: "Gente que me ve con un pañuelo y me mira o me abraza y se larga a llorar, cuando me preguntan ´¿Cómo estás?´, en tono de ´ay pobrecita´, les contesto; ´mejor que vos´", relató con una sonrisa.

 

"Ellos solos se hacen la cabeza de porque tenes cáncer no podes ser feliz y es al revés, la enfermedad te hace crecer, valorar y entender muchas cosas que no todos ven", añadió.

 

El miércoles pasado Carmela tuvo su sesión de quimioterapia número 10 de un total de 12 que le realizarán. Aunque el linfoma de Hodgkin es un tipo de cáncer con un alto porcentaje de probabilidades de curación y su organismo viene respondiendo muy bien al proceso, Carmela admitió que su cuerpo "está muy cansado y maltratado, quiero terminar y dar un cierre a todo esto de una vez por todas. Son muchas cosas, médicos, estudios, inyecciones, pastillas, medicamentos y uno se empieza a cansar".

 

La joven dijo no sentirse una persona inspiradora para el resto de la sociedad, más bien opina que vino a dejar un mensaje "que muchos no se animan a dar, que es hablar del cáncer, de la quimioterapia, los tumores, las enfermedades. Es tanta la desinformación que uno le teme mucho a lo desconocido y por eso es tan tabú esta enfermedad. Yo no lo menosprecio ni mucho menos, soy consciente de que hay mucha gente que la pasa muy mal y hasta muere de esto, pero también mucha gente muere de accidentes de tránsito y sin embargo todos hablamos de eso sin pudor", comparó.

 

Por último, aconsejó a aquellas personas que estén viviendo una situación de salud similar a la suya que no se queden "tirados en la cama, por patalear o enojarnos no se va a pasar más rápido y va a ser 10 veces peor, les prometo que con una sonrisa y buena onda todo es mucho mejor". Y recomendó que aquellos que tengan un ser querido con una enfermedad de este tipo traten de acompañar "pero no desde la lástima sino desde el apoyo. Que hagan planes divertidos, que a todo le encuentren lo positivo y traten de distraer la mente porque al fin y al cabo seguimos vivos y eso es una bendición".

 

Foto: Facebook Carmela Bustelo.

 

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