Comenzó el ciclo de Cristian Savarese como entrenador de All Boys
"Nunca necesitaron inculcarme el amor por el fútbol; lo fui mamando de chiquito", resume Cristian Savarese mientras intenta recordar sus primeros pasos al lado de una pelota.
Hijo de Eduardo "Tano" Savarese -el ex defensor de River Plate que llegó a La Pampa para jugar en Atlético Santa Rosa primero y en Atlético Macachín después-, el Tanito se crió y se formó en el mundo del fútbol, al inicio como jugador, luego como preparador físico y más tarde como entrenador.
Tiene apenas 38 años, pero hace más de 30 que pisa las canchas pampeanas recibiendo recomendaciones, observando jugadores, analizando técnicos, preparando futbolistas y también dirigiendo. Desde ayer es el entrenador de All Boys, el actual pentacampeón y el más ganador de la historia de la Liga Cultural de fútbol. "Es un desafío muy grande", señala el joven DT.
La vara alta.
Savarese y su cuerpo técnico fueron presentados ayer oficialmente y comenzaron las tareas de cara al año futbolístico de All Boys, que incluye el Torneo Regional Federal Amateur y la defensa del título en la Liga Cultural.
El presidente Pablo Yorio y los integrantes de la subcomisión de fútbol (entre ellos el ex jugador Juan Pablo Saffeni) le dieron la bienvenida al Tanito, quien trabajará junto a su ayudante de campo Fabio Gatica, el preparador físico Lucas Ranocchia y el entrenador de arqueros Luciano Roo.
Savarese llega luego de dirigir en las últimas dos temporadas al Deportivo Winifreda y reemplazará en el cargo a Mauricio Rambur, otro joven entrenador que entre 2018 y 2019 ganó tres títulos con el Auriazul: los dos oficiales culturalistas y la Supercopa.
"Uno siempre tiene las mejores expectativas más allá de la institución de que se trate, aunque sabemos que el desafío es muy grande por todo lo que significa All Boys", reconoce el Tanito ante la consulta de LA CHUECA sobre las "obligaciones" de ir por todo que siempre impone el Auriazul.
"Y el tema de la vara alta ya está incorporado en el club; la institución misma es como que te obliga y el jugador de All Boys sabe que tiene que estar preparado y capacitado para ganar todo", agrega el joven DT tras su primer contacto con el césped del estadio Dr. Ramón Turnes.
De todas maneras, Savarese es cauto al referirse a los objetivos inmediatos. "En el Regional (arrancará a fines de enero) intentaremos hacer el mejor torneo posible; trataremos de llegar lejos aunque no arrancamos con la obligación de ascender", aclara.
Los refuerzos.
"Nuestro objetivo es hacer una base de jugadores del club y, en el caso de ser necesario, rodearlo de algunos refuerzos", explica el flamante DT al referirse a la confirmación del plantel alboyense, que ayer comenzó a trabajar con dos caras nuevas: el mediocampista Emiliano Cocco, que viene de Independiente de Doblas para jugar el Regional Amateur, y el defensor Marcos Funes, que llega de Atlético Macachín por toda la temporada.
En ese contexto, Savarese adelantó que buscarán un delantero y un lateral, aunque aclaró que evaluarán a algunos jugadores que regresaron a la institución y podrían ocupar esos lugares, como el caso del defensor Bruno Díaz, que volvió desde el Deportivo Mac Allister.
"Hay muchos chicos que están de vacaciones ahora, pero que se van a sumar. La base del plantel es la que terminó el torneo pasado", apunta el DT, que entre otros ayer contó con Mauro Barreiro (se recuperó de un esguince severo de tobillo) y con Lucas Del Río, quien continuará en el equipo.
Además, el DT buscará sumar juveniles para que vayan tomando contacto con la máxima división. "Hay un par de proyectos interesantes para empezar a trabajar en Primera y algunos de Cuarta que también sumamos para que vayan alternando entre Sub 20 y Primera", señala el joven técnico, que ya sumó a Tomás Rowhain, Enzo Cortez, Ezequiel Silveira, Miguel Desuque, Tomás Wilchez, Lucio Salvatierra y Lautaro Weigun.
Profe y DT.
Cristian Savarese nació en Buenos Aires pero se crió en La Pampa. Llegó junto a su familia acompañando a su papá Eduardo cuando el Tano vino a jugar a Atlético Santa Rosa y luego a Atlético Macachín, ciudad en la que se quedaron para siempre.
En el Rojo, el Tanito hizo infantiles, inferiores, juveniles y llegó a jugar en Primera como puntero (o 'wing') por izquierda. "Mi papá jugaba de lateral derecho, en la posición opuesta a la que jugaba yo, entonces me explicaba los secretos de los defensores a los que yo me enfrentaba y eso me ayudó mucho", recuerda.
El futbolista quedó de lado un tiempo cuando se fue a Buenos Aires a estudiar el profesorado de educación física, y se terminó cuando una lesión le impidió continuar tras su regreso a Macachín.
En ese momento comenzó su carrera como profe, tanto en la docencia como en la preparación física de futbolistas. Sus primeros grandes pasos los dio en Belgrano, acompañando los ciclos de Juan Carlos Almada (con ascenso en el Torneo del Interior incluido) y de Juan Zubeldía.
Después el Deportivo Winifreda golpeó a su puerta y encontró su otro lugar en el mundo. Trabajó en dos períodos diferentes y en 2017, ante la necesidad, le ofrecieron pasar desde la preparación física a la dirección técnica.
"Siempre me gustó la parte táctica tanto como la física. A los trabajos siempre los hice de manera integral, para que sea una preparación completa del jugador. Y eso me fue ayudando para dar el salto", asegura el hoy DT, que además trabaja en el área de Deportes de la municipalidad de Winifreda (donde vive) y da clases en un colegio secundario de esa localidad y en la Escuela 105 de Santa Rosa.
Los buenos resultados en el banco winifredense (primero rescatándolo de un momento complicado y luego llevándolo a las semifinales del Provincial) le abrieron las puertas de All Boys, club al que ayer llegó con sus 38 años y sus flamantes dos temporadas de experiencia como técnico.
"Es bueno que haya cierto recambio de técnicos, pero también que haya gente de experiencia. Y es muy importante que el dirigente esté capacitado para designar a un DT, porque es alguien al que le das la responsabilidad del club. Y eso va más allá del nombre o la edad que tengas", aclara.
- Lo cierto es que a los 38 años vas a ser el técnico de un grande como All Boys...
- Sí, y es un desafío muy grande. Yo podría haberme quedado en mi zona de confort, en Winifreda, donde tenía todo preparado y armado luego de mucho trabajo. Pero parte de esta profesión también está en asumir desafíos grandes como este.
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