Lula pidió mayor compromiso
En el marco de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del G20 en Río de Janeiro, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha hecho un llamamiento a los países desarrollados del grupo para que adelanten sus objetivos de neutralidad climática de 2050 para 2040 o 2045.
"Sin asumir sus responsabilidades históricas, las naciones ricas no tendrán credibilidad para exigir ambición a los demás", dijo el martes el mandatario ante sus homólogos.
Lula ha recordado que fue precisamente en Río de Janeiro donde vieron la luz las tres Convenciones sobre Cambio Climático, Biodiversidad y Desertificación y ha remarcado que, tres décadas después, estamos viviendo el año más caluroso de la historia, "con inundaciones, incendios, sequías y huracanes cada vez más intensos y frecuentes".
Aunque reconoce que los esfuerzos realizados en ese tiempo han ayudado a evitar que el escenario fuera aún peor, el presidente brasileño ha instado a "hacer más y mejor".
En la senda apuntada, Lula ha anunciado que Brasil abordará el "ambicioso objetivo" de reducir sus emisiones en 2035 entre un 59 % y un 67 % en comparación con 2005.
El mandatario se ha congratulado de que su país ya tiene "una de las matrices energéticas más limpias del mundo", con un 90 % de energía eléctrica proveniente de fuentes renovables, y ha apuntado que la reducción de sus emisiones provendrá principalmente de la caída de la deforestación, que "será erradicada para 2030".
"Queremos que el mundo reconozca el papel que desempeñan los bosques y valore la contribución de los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales", ha destacado.
Traspaso.
Por otra parte, Da Silva entregó ayer la presidencia rotatoria del G20 a su par de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa.
"Sudáfrica podrá contar con Brasil para ejercer una presidencia más allá de lo que nosotros podemos ejecutar. Recuerdo aquella frase del líder africano Nelson Mandela que decía: 'Es muy fácil demoler y destruir, poderosos son los que construyen'", expresó Lula al respecto.
El traspaso se llevó a cabo durante la cuarta y última sesión de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del G20, que se realiza en Río de Janeiro.
Durante su intervención, Lula recordó el trabajo realizado por Brasil durante el año que estuvo al frente del grupo, con contribuciones para el saneamiento, el agua, la producción científica y la salud. "Arañamos los desafíos que el mundo necesita enfrentar", enfatizó.
La presidencia brasileña del G20 arrancó el año pasado, cuando fue traspasada por India. Su liderazgo estuvo marcado por debates en tres ejes centrales, recoge G1. El primero de ellos es la lucha contra el hambre y la pobreza; el segundo, la reforma de la gobernanza global, para una mayor representación de los países emergentes en los organismos internacionales; y tercero, la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático.
La presidencia de Brasil culminó con la celebración de esta cumbre, en la que los líderes mundiales que asistieron suscribieron una declaración con 85 puntos justamente centrada en la situación política y económica internacional; la defensa de políticas contra el hambre y la pobreza; el desarrollo sostenible; la transición energética y la acción climática; la reforma de las instituciones de gobernanza global y la eficacia e inclusión dentro del organismo. (Xinhua/RT)
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