Lula: “Un paso decisivo para un país justo”
El Senado de Brasil aprobó el miércoles una histórica reforma fiscal, considerada una de las mayores victorias legislativas del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. La medida, que ya había pasado por la Cámara de Diputados en octubre, exime del impuesto sobre la renta a los trabajadores con salarios más bajos y, para compensar, crea un tributo mínimo para los “ultrarricos”.
“Hoy es un día histórico. Dimos un paso decisivo para un país más justo”, celebró Lula en su cuenta de X (ex Twitter). El mandatario destacó que fue una “victoria de la democracia y de la justicia social” y agradeció al Congreso por la aprobación, que se dio por unanimidad en ambas cámaras. “El nombre de esto es justicia tributaria. Quien gana mucho va a contribuir con su justa parte”, agregó.
Impuesto cero.
La reforma, una de las grandes prioridades del tercer mandato de Lula, establece: impuesto cero para quienes ganan hasta 5.000 reales mensuales (unos 930 dólares), impuesto reducido (descuento) para quienes cobran entre 5.000 y 7.350 reales mensuales (unos 1.300 dólares).
Según el gobierno, esta medida beneficiará a unos 25 millones de brasileños.
"Se trata de hacer valer el principio de progresividad tributaria: quien tiene menos paga menos y quien tiene más, efectivamente, paga más", declaró el senador Renan Calheiros, relator del proyecto.
El líder del bloque gubernamental en el Senado, Jaques Wagner, defendió la aprobación del proyecto y anunció que propondrá una ley para establecer la corrección anual obligatoria de la tabla del Impuesto sobre la Renta, con el fin de evitar que los trabajadores vuelvan a ser perjudicados por la inflación.
Por su parte, la ministra de Relaciones Institucionales, Gleisi Hoffmann, recibió la aprobación y destacó que se trata de “uno de los proyectos más importantes del gobierno de Lula”, porque además de aliviar la carga tributaria de los trabajadores, “por primera vez haremos que los que están arriba paguen más, con tributación sobre dividendos”.
Grandes fortunas.
Para compensar la cuantiosa pérdida en la recaudación, la medida establece un gravamen mínimo para las grandes fortunas. Este impuesto afectará a quienes ganan más de 600.000 reales al año (113.000 dólares) y tendrá un máximo del 10% para aquellos con rentas superiores a 1,2 millones de reales anuales (223.000 dólares).
Este nuevo tributo mínimo tendrá en cuenta los dividendos recibidos por participaciones empresariales, que son la principal fuente de renta de los más ricos. Según el Ministerio de Hacienda, este incremento afectará apenas al 0,13% de los contribuyentes.
La reforma fue una de las "promesas estrella" de Lula en la campaña de 2022 y es considerada clave para sus aspiraciones de reelección en octubre de 2026. Ahora, el presidente deberá sancionar la ley para que entre en vigor el próximo año.
Pilar.
Según informó Página 12, la medida, considerada un pilar de la política económica del gobierno para fortalecer el poder adquisitivo de la clase media y los trabajadores de menores ingresos, fue aprobada en el Senado por votación simbólica, luego de haber recibido 493 votos a favor y ninguno en contra en la Cámara de Diputados.
Lula da Silva deberá sancionar la ley antes del 31 de diciembre, y las nuevas reglas entrarán en vigor a partir de 2026, aplicándose ya en la próxima declaración anual del impuesto a la renta.
El gobierno estima que el ahorro generado representará el equivalente a casi un salario adicional por año para cada trabajador dentro de la nueva franja de exención.
En Brasil, uno de los países más desiguales del mundo, el 1 % más rico concentra el 27,4% de la renta total, según un reciente estudio elaborado por economistas internacionales con el apoyo del Gobierno.
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