El Senado votaba anoche el proyecto de matrimonio gay
Al cierre de esta edición el resultado permanecía abierto, en un contexto de paridad y absoluta incertidumbre. En caso de empate, José Pampuro resolvería a favor del casamiento gay.
Con discursos que confrontaban convicciones religiosas, derechos civiles y disquisiciones semánticas, el Senado debatía intensamente anoche el proyecto de ley de matrimonio homosexual y se encaminaba a votarlo entre la madrugada y la mañana de hoy, en un escenario de mucha paridad e incertidumbre sobre el resultado. Si bien algunos de los que votarían en contra se ausentaron del recinto eso no modificaría la ajustada suma de votos para una y otra posición porque volverían para la hora de votar.
Tras algunas posicionamientos sorpresivos, el apoyo a la iniciativa proveniente de Diputados contaba con la ventaja de que el presidente provisional del Senado, José Pampuro, había confirmado su voto a favor si tuviera que desempatar. Los senadores se disponían a votar primero el dictamen de rechazo al proyecto, conseguido en la Comisión de Legislación General y luego, de acuerdo a ese primer resultado, tratarían el proyecto en sí o una impugnación al dictamen alternativo de unión civil.
Si prevalecía el rechazo, los opositores (agrupados en torno al Peronismo Federal con algunos senadores del FPV y la UCR) buscarían debatir la unión civil. Si se imponía el sí, el proyecto quedaría convertido en ley.
Intento de la UCR.
En ese contexto, la UCR pretendía introducir modificaciones en la votación en particular, pero el bloque oficialista liderado por Miguel Pichetto anunció que rechazaría cualquier modificación que obligara a devolver la iniciativa a la Cámara Baja para su revisión. A medida que avanzaba la noche los números eran cambiantes, aunque en la mayoría de los recuentos había igualdad o una leve ventaja de los que estaban a favor.
Con las firmas de cinco miembros de la bancada, entre ellos su presidente, Gerardo Morales, y el titular del partido, Ernesto Sanz, los radicales anunciaron que votarán en general a favor de la revisión de Diputados y proponían la modificación del artículo 4 que establece la patria potestad de los hijos de cónyuges separados. En el proyecto de la UCR no se diferencia entre hijos de
heterosexuales e hijos de homosexuales, estableciendo que se aplicarán las cargas de la patria potestad.
Además, modifican el artículo 2, sobre la constitución del matrimonio, y el 16, sobre el apellido que deberán llevar los hijos adoptados, eliminando la diferenciación entre matrimonios del mismo y de distinto sexo. También impulsaban cambios en el artículo 34, sobre la separación de los cónyuges, y el 37, sobre el apellido que llevarán los hijos matrimoniales de cónyuges sin determinar su sexualidad.
Sorpresas.
Durante el debate hubo varias sorpresas. La primera fue la presencia del riojano Carlos Menem en el recinto para dar quórum, cuando todos los pronósticos indicaban que se ausentaría. Lo mismo sucedió con el oficialista Luis Viana, que apareció para votar en contra a pesar de que desde su entorno afirmaban que faltaría ya que se encontraba de licencia por enfermedad.
Otro que sorprendió fue el senador oficialista José Mayans (Formosa), quien hasta último momento mantuvo en secreto su voto, pero ayer fundamentó su rechazo y sostuvo que "en esta libertad democrática hay que respetar el pensamiento de cada legislador". "Los que creemos que Dios existe también creemos que rige en nuestras vidas y por eso tenemos que actuar en función de ello", señaló Mayans, para quien "la sanción de esta ley traerá un gran cambio en lo social, cultural y educativo".
Y la senadora del Frente Grande María José Bongiorno anunció que se abstendría mientras su par del oficialismo Daniel Pérsico, que figuraba como un voto positivo, se pronunció en contra.
Argumentos varipintos.
El intenso debate comenzó con un discurso de la titular de la Comisión de Legislación General, Liliana Negre de Alonso, quien consideró que el proyecto "viola los derechos de la mujer". En el mismo sentido se pronunció Sonia Escudero ( Peronismo Federal) quien opinó que el proyecto "discrimina a las mujeres casadas con varones" porque sus hijos llevan "el apellido del padre" mientras que "las parejas de lesbianas elijen el apellido de familia".
La pampeana María Higonet, del PJ, señaló que debería "haberse dado un debate mucho más técnico y serio", y anticipó que su voto y el de su compañero de banca, Carlos Verna, sería contrario al proyecto de modificación del Código Civil.
El cordobés Luis Juez, quien votaría a favor, preguntó: "¿Dios me podrá castigar a mí por asignar derechos? ¿La Virgen me bajará el pulgar?", y aseguró que "ningún argumento justifica de ninguna manera no asignarle derechos a estas minorías". Del mismo modo, Alfredo Martínez, uno de los cinco radicales que anticipó su voto a favor del matrimonio, señaló que "asegurar la existencia de una ley moral natural supone colonizar todos los pensamientos de la cultura occidental. Sin dudas existe, pero creo está reservada al ámbito de la creencia, no al ámbito civil".
"El matrimonio civil es una construcción social, cultural y económica. Y al ser fruto de una construcción tiene su carácter dinámico porque la base es el hombre y el hombre es cambiante social y culturalmente en el tiempo", señaló la oficialista Liliana Fellner. Un compañero suyo, Guillermo Guastavino, acusó "razones humanitarias" para anticipar su voto a favor y señaló que "cuesta mucho creer que haya argumentos para no reconocer una realidad tangible, que venimos viendo hace muchos años".
Finalmente, Nicolás Fernández, mano derecha de Miguel Pichetto, argumentó: "debiéramos preguntarnos por qué (los homosexuales) no son iguales. Yo creo que son tan iguales a nosotros y son tan hijos de Dios como cualquiera de nosotros". (NA)
Los pampeanos votaban en contra
Los tres senadores pampeanos se aprestaban a votar por el rechazo al proyecto de matrimonio entre personas del mismo sexo. Al fundamentar su voto, María Higonet (PJ) advirtió que "en la unión homosexual está ausente la dimensión del matrimonio como apertura a la nueva vida", lamentó que hubiera faltado "más tiempo para afrontar el tema" y anunció que también la posición de Carlos Verna era contraria al proyecto. Juan Carlos Marino (UCR) había anunciado su apoyo a la unión civil, pero ante la eliminación de ese dictamen, se estimaba que votaría en contra.
Forcejeos y huevazos
Mientras el Senado debatía, el frente del Congreso fue punto de encuentro de organizaciones oficialistas, movimientos de izquierda y agrupaciones de homosexuales, que reclamaron la aprobación de la ley de matrimonio gay y sostuvieron un leve incidente con grupos religiosos. Con banderas multicolores y un pene inflable gigante apoyado sobre la fachada del Congreso los manifestantes demandaron a los senadores que votaran por la "igualdad de derechos".
Simultáneamente, manifestantes en contra del proyecto confluyeron en el mismo sitio, lo que provocó momentos de tensión con algunos cruces, forcejeos y huevazos. La confrontación se originó con la colocación en la fachada de una bandera que decía "Sólo varón y mujer", acción repudiada por quienes reclamaban la aprobación.
La bandera fue finalmente retirada por la fuerza y los enfrentamientos no llegaron a mayores porque ambos grupos se ubicaran en esquinas opuestas, separados por un cordón policial. Poco después los detractores del proyecto se retiraron y sólo quedaron frente al Congreso sus defensores.
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