Detuvieron al custodio de Diego

Julio Coria, uno de los custodios de Diego Maradona que declaró ayer ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 3 de San Isidro, quedó detenido tras incurrir en presunto falso testimonio. El imputado era uno de los empleados de seguridad presentes en la residencia del barrio San Andrés, y el día del fallecimiento le hizo respiración boca a boca al futbolista cuando se descompensó.

 

“Está siendo mendaz en forma elocuente”, argumentó la Fiscalía sobre Coria durante su audiencia testimonial de ayer, en el juicio por el “homicidio culpòso con dolo eventual” que tiene a siete profesionales de la salud como imputados.

 

La detención de Coria fue ordenada por los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach tras un pedido de los fiscales Patricio Ferrari y Cosme Iribarren y el abogado Fernando Burlando, quienes señalaron al menos dos contradicciones fundamentales en su declaración.

 

Primera contradicción.

 

Su primera contradicción está relacionada a su vínculo con el neurocirujano Leopoldo Luque, con quien negó tener relación y dijo no haber hablado ni durante la internación domiciliaria ni después. Sin embargo, pruebas y pericias, incluyendo chats entre ambos expuestos durante la jornada desnudaron que el custodio sostuvo numerosas conversaciones con el médico de cabecera de Maradona y hasta se invitaban mutuamente a comer asados.

 

Cuando el fiscal Ferrari le preguntó si tuvo contacto con el neurocirujano durante la internación de Maradona, Coria respondió: “no recuerdo haber tenido contacto con Luque”. Entonces, le exhibieron conversaciones en las que el neurocirujano lo llamaba “amigo” y el testigo confirmó que eran conversaciones suyas. “Sinceramente, no me acordaba”, admitió.

 

Y cuando expusieron una charla por whatsapp en la cual médico lo invitaba a comer un asado, un mes después de su fallecimiento, argumentó “pero nunca lo vi después”.

 

La segunda.

 

La segunda contradicción está vinculada al rol cumplido por la psiquiatra Agustina Cosachov durante los intentos de reanimación. Coria contó que Cosachov se alternó con la enfermera para hacerle RCP a Diego cuando se descompensó. Sin embargo, esa intervención en las maniobras de reanimación no había sido mencionada por Coria en sus declaraciones anteriores, el 25 de noviembre de 2020, tras el fallecimiento, y otra en abril de 2021, cuando ofreció su primera testimonial al comienzo de la causa.

 

“Ahora sí recuerdo que Cosachov le hizo RCP. En ese momento no me habré acordado”, justificó ante los jueces. Y ratificó: “recuerdo que sí le hizo, se turnó la enfermera con Cosachov”.

 

Consultado sobre por qué no contó antes ese accionar de la psiquiatra, respondió: “no lo dije la primera vez porque no me lo habrán preguntado o lo habré obviado en ese momento”.

 

La decisión de detenerlo fue adoptada por mayoría, con votos de las juezas Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach, mientras que la apertura de una investigación por falso testimonio fue determinada por unanimidad con el voto del juez Maximiliano Savarino.

 

Maradona falleció el 25 de noviembre de 2020. Por su muerte están siendo juzgados por el delito de homicidio simple con dolo eventual en este primer debate, la psiquiatra Cosachov, el neurocirujano Luque, el psicólogo Carlos Díaz, el enfermero Ricardo Omar Almirón, su jefe Mariano Perroni, la médica coordinadora de Swiss Medical Nancy Forlini y el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna. La enfermera Gisela Madrid irá un juicio por jurados populares.

 

Declaró Jana.

 

Ayer también declararon Jana Maradona y Andrea Flavia Jordan, agente inmobiliaria que elaboró el contrato de alquiler de la residencia del country San Andrés. La hija de Diego, de 28 años, dijo que el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov eran “médicos de cabecera” de Diego y ratificó que Luque recomendó ese country como residencia provisoria: “no tenía motivos para desconfiar de un médico a quien mi papá amaba”, añadió.

 

Jordan contó que fue contratada por Vanesa Morla y que Jana firmó el documento para que Maradona se radique allí tras ser externado de la clínica de Olivos.

 

También ofreció testimonio Santiago Giorello, propietario de la vivienda. Sostuvo que nunca supo que Maradona continuaría su internación en esa casa del barrio cerrado.

 

(Infobae)