Por dos votos, vuelve al Senado
La Cámara de Diputados no logró convertir en ley el nuevo régimen de DNU, porque un artículo no consiguió los 129 votos necesarios. Si bien el texto fue aprobado en general y logró la mayoría en el resto de los artículos votados en particular, deberá volver al Senado que podrá insistir con la media sanción.
Al momento de su votación el Artículo 3, que otorga al Congreso un plazo máximo de 90 para debatir un DNU, solo consiguió 127 votos, por lo cual la iniciativa deberá volver a la cámara de origen. Con este resultado, el gobierno nacional logró tiempo hasta después de las elecciones, cuando volvería a debatirse en en el Senado.
Si fuera aprobada, la ley recortaría sustancialmente la capacidad del presidente para gobernar a través de decretos, sin cumplir las autorizaciones y controles del Poder Legislativo ordenados por la Constitución Nacional.
Artículo de la discordia.
Este texto modifica la Ley 26.122, impulsada por Cristina Fernández y sancionada en 2006, por la cual un DNU tiene fuerza de ley mientras no sea rechazado por ambas Cámaras. El 4 de septiembre, el Senado le otorgó media sanción a un proyecto según el cual alcanza con el rechazo de una cámara para anular los decretos.
Además, el Artículo 3 de la reforma otorga a los DNU una vigencia de 90 días, durante los cuales deberá obtener la ratificación legislativa. Si el Congreso no lo convalida antes del cumplirse ese plazo, el decreto caducará automáticamente.
Fue el artículo más cuestionado durante el debate: “mi temor es que sea tachado de inconstitucional” dijo Ricardo López Murphy. Según el diputado de Republicanos Unidos, “hubiera podido repararse con una redacción más atinada, en particular evitando su caducidad automática”. Los bloques opositores quedaron a dos votos: el artículo obtuvo 127 positivos, 90 negativos y 17 abstenciones. Para convertirse en ley era necesario que todos sus artículos fueran ratificados con mayoría absoluta y sin modificiones, tal cual llegaron desde el Senado.
En su nuevo tratamiento, los senadores deberán decidir entre dos opciones: insistir con la versión original o avalar los cambios introducidos por la Cámara de Diputados.
Javier Milei anticipó que si el proyecto se convierte en ley la vetará, aunque el oficialismo no lograría reunir después los 86 votos necesarios para blindar un veto presidencial.
Trece diputados.
Hubo 13 diputados que acompañaron la ley en general, pero no avalaron el Artículo 3. Entre ellos, tres de la Coalición Cívica, con Juan Manuel López a la cabeza, quienes se abstuvieron de votar. Además, dos de Coherencia (integrado por ex libertarios) y dos del MID rechazaron el plazo de vigencia. También se registró un comportamiento sorpresivo de Tanya Bertoldi, de UP por Neuquén, quien aprobó la ley en general pero se ausentó durante la votación en particular.
Tres legisladores del PRO y dos “radicales con Peluca” del bloque presidido por Rodrigo de Loredo acompañaron en general y se abstuvieron frente al Artículo 3. Sin embargo, quienes inclinaron decisivamente la balanza fueron tres diputados que responden a gobernadores de Provincias Unidas: Melisa Giorgi una santafesina referenciada por Maximiliano Pullaro, y dos legisladores de Chubut, Jorge Ávila y Ana Clara Romero, alineados con Ignacio Torres. Los tres se abstuvieron al momento de la votación en general y votaron en contra de ese artículo.
Finalmente, también resultó clave el comportamiento de diputados que responden a oficialismos de Tucumán, Río Negro y Salta, quienes pegaron el faltazo, y los misioneros de Hugo Passalacqua, que se abstuvieron en ambas votaciones.
(El Destape-Ambito)
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