Con empuje emprendedor

Un frigorífico de pequeños animales, una marca de agua envasada y los primeros cítricos producidos en La Pampa le dan a la localidad de Tomás Manuel Anchorena un particular perfil productivo.

 

En los últimos años distintas localidades de la provincia generaron sus propios emprendimientos, tanto en el ámbito privado como en el público. Y en ese sentido son los municipios los que empujan las oportunidades y ponen en marcha proyectos productivos que permiten un crecimiento y una gran demanda laboral. Y Tomás Manuel Anchorena es uno de los ejemplos porque en la actualidad cuenta con tres iniciativas muy diferentes entre sí pero que claramente empujan hacia ese perfil.

 

Uno de esos emprendimientos es el nuevo frigorífico de pequeños animales que se puso en marcha en 2015 pero realizaba un trabajo muy precario. “Se faenaban muy pocos animales, alrededor de diez por día, porque la realidad es que no se contaba con las herramientas necesarias. Hoy se están haciendo un promedio de 75 animales diarios, se compró equipamiento, cámaras de frío y tiene tránsito provincial. Trabajan ocho empleados”, resaltó el intendente Gustavo Pérez.

 

El proyecto es triplicar la faena, con una capacidad máxima de 250 animales, y al mismo tiempo sumar siete puestos más de trabajo. “Va a estar la ayuda del gobierno provincial, porque está claro que de otra manera no sería posible llegar a lograrlo. Y este acompañamiento es fundamental. El hecho de contar con este frigorífico será muy importante no sólo para Anchorena sino para toda la zona porque va a ser de tránsito federal. Será crucial desde el punto de vista económico y sanitario ya que deberá controlarse a toda la región”, indicó el jefe comunal.

 

“Lo que buscamos es la construcción de un nuevo paradigma económico que tenemos que sostener y desarrollar. Esto ha generado que como municipio nos sintamos reconocidos no solo por los proyectos que se generan, sino fundamentalmente por las fuentes de trabajo genuino y oportunidades que eso provoca”, resaltó Pérez al resumir las distintas iniciativas en marcha.

 

Agua.

 

Por otra parte, “La Gota” es una firma que extrae agua y envasa su producción que llega a la mesa de gran parte de la zona y a ciudades como Santa Rosa y General Pico. Instalada desde 2004 sobre la Ruta Provincial 14, en la zona limítrofe con la provincia de Buenos Aires, es uno de los emprendimientos de gestión municipal más notorios de La Pampa.

 

La presentación del producto es en bidones y botellas de distintos volúmenes que se adecuan a las necesidades de los consumidores, desde botellas de 250 cc. individuales hasta bidones de 20 litros para oficinas o también para uso hogareño.

 

La Gota, en tanto, planea producir agua saborizada y hace poco tiempo sumó a su fábrica una lavadora de bidones para que, cuando regresen a la planta, puedan ser rellenados nuevamente tras ser lavados.

 

“Antes se hacía un lavado manual pero no era suficiente y ahora con la lavadora nueva es un procedimiento exhaustivo con un lavado con cepillos que se meten adentro y giran a alta velocidad. Y además le agregamos ácido al bidón para matar todas las bacterias posibles que tenga para después ser enjuagado y proceder al llenado del mismo”, explicó el bromatólogo Rolando Ganuza. También se incorporó un equipo ozonizador a los efectos de esterilizar el agua.

 

La Gota surgió hace casi dos décadas luego de algunos análisis de las aguas subterráneas que confirmaron algunos inconvenientes por la presencia de arsénico y flúor en cantidades superiores a lo recomendado para el consumo humano. Entonces, con la premisa de buscar proteger la salud de las personas y generar alternativas de trabajo para los lugareños, es que surge este emprendimiento municipal que contempla la producción de agua libre de arsénico y fluoruros (comunes en las aguas subterráneas de la región).

 

Cítricos.

 

Por otra parte, en abril se terminó con la etapa de injerto de los primeros cítricos producidos en La Pampa, un trabajo que está a cargo de la empresa Cítricos Pampa que nació en Toay y luego se extendió en formato de franquicia hacia otros puntos del país.

 

“En Anchorena comenzamos la producción de las primeras 10 mil plantas producidas en La Pampa y la implantación de una hectárea para producir fruta”, destacaron en su momento Pablo Damiani, Rocío Severino y Facundo Alecha creadores de Cítricos Pampa. A fines de 2021 se instalaron en un predio de siete hectáreas sobre el acceso a Anchorena donde levantaron el primer invernadero, implantaron 10 mil ejemplares y luego sumaron un segundo túnel destinado al acopio.

 

El proyecto de Cítricos Pampa se puso en marcha en la primavera de 2019, cuando Severino compró 75 plantas y las puso a la venta. “Se vendieron en una semana. Compramos otras 300 y también se vendieron rápidamente. Ante semejante respuesta, decidimos encarar un emprendimiento para vender cítricos”.

 

En un principio las plantas las traían desde Corrientes y Entre Ríos pero, cuando la demanda superó las fronteras de La Pampa, decidieron desarrollar un modelo de franquicias (primero del país para una empresa de su tipo) y encarar la producción. Producen unas 20 variedades de limones, mandarinas, naranjas, pomelos y kinotos.