Lunes 18 de marzo 2024

Venta de semillas creció 10 % en la provincia

Redacción 14/05/2022 - 00.04.hs

Entre empresas privadas, cooperativas y la UNLPam hay 50 entidades habilitadas en la provincia para la comercialización de semillas en el mercado argentino, y también para la exportación. Este negocio millonario no para de crecer en la provincia.

 

JUAN JOSE REYES

 

La venta de semillas es un negocio multimillonario para 50 empresas y cooperativas pampeanas habilitadas por el Instituto Nacional de Semillas (Inase) mediante el Registro Nacional de Comercio y Fiscalización de Semillas (RNCyFS) para operar en el mercado interno y exportador.

 

En épocas de aparición de nuevos híbridos hubo 35.640 toneladas de semillas fiscalizadas comercializadas (29 mil graníferas y 6,5 mil forrajeras). Ello implica colocaciones por 494.694 bolsas de simientes, con una suba del 10% respecto de la campaña pasada. En La Pampa el 30% de semillas implantadas son certificadas y con marca, pero el 50% es ilegal (bolsa blanca) y 20% de producción propia del chacarero.

 

Hace cinco años el Instituto Nacional de Semillas implementó el uso obligatorio de Rótulos de Alta Seguridad para las categorías Híbridas de cultivares de cereales y oleaginosas. Disponen de un código QR que asegura la no duplicidad de los mismos y colabora en la trazabilidad de las bolsas vendidas y estos Rótulos una vez asignados, no son transferibles entre productores.

 

Desde La Pampa surgen bajo normas de certificación nacional para el triticale; trigo; sorgo; soja; maní; maíz; girasol; festuca; centeno; colza; avena; cebada; alfalfa y lino con más de 1.046.736 estampillas o rótulos emitidos, es decir el 4,88% de las 20.934.724 del país en la campaña pasada. Es obligatoria para la alfalfa, cebada cervecera, festuca alta, triticale, girasol, maíz, soja, sorgo y trigo. Bajo sistema de acreditación el trigo, soja y maíz. Con obligatoriedad de mención del cultivar la avena, cebada, lino, maní, maíz pisingallo y sorgo forrajero. Y con nominación optativa el centeno, la colza, la avena strigosa y otras variedades forrajeras.

 

Crecimiento pampeano.

 

La semilla constituye la clave de los mayores rindes en el campo, por lo cual es tarea de los comercializadores poner a disposición del productor agropecuario local la genética que le permita mantener su nivel de competitividad tanto a escala nacional como internacional.

 

En la última cosecha 2020/21 se movilizaron (hasta el mes de mayo) a través de la provincia 36.640 toneladas de semillas, es decir unas 494.694 bolsas. De ellas, 145.210 bolsas fueron de maíz (29,3%); 12.368 de sorgos (2,5%); 95.898 de girasol (19,4%), 47.842 (7,6%) de trigos (originales y multiplicados); 4.940 (1%) de linos (originales y multiplicados); 124.855 de soja (25,2%); 24.044 de semillas forrajeras (4,86%) y otras 21.145 bolsas de otros granos implantados en las praderas pampeanas.

 

El actual stock de semillas que se comercializan en la provincia trepa a una suma estimada en más de 1,32 millones de toneladas (sólo es fiscalizada un tercio de ellas) marcando un crecimiento frente a la campaña anterior de un 10%.

 

En semillas, todos creen que es necesario estar al tope de la tecnología para que la empresa rural pueda avanzar. El comercio de simientes se encuentra conformado por 116 empresas. El trigo pan, maíz, girasol, sorgo, forrajeras y soja son las semillas de mayor relevancia comercial.

 

En inferior escala están el centeno, la avena blanca y amarilla, cebada cervecera y forrajera, como también la comercialización de semillas para los verdeos invernales (avena, centeno, triticales y vicias), los verdeos estivales (sorgos forrajeros, maíz, mijo común y moha de Hungría) y pasturas perennes (pasto llorón, alfalfa, festuca, agropiro criollo, cebadillas, tréboles de olor y trébol rojo). Respecto de cultivos forrajeros domésticos la mayor parte corresponde a la alfalfa y particularmente a la destinada a la producción de la semilla fiscalizada. Además, la semilla es el resultado de la reproducción sexual de la planta, por lo que el nuevo espécimen que crezca será ligeramente distinto de las plantas de las que ha surgido.

 

Sin dudas que el simiente contiene, además del embrión, nutrientes claves en los campos pampeanos. El artículo 13 de la Ley de Semillas creó el RNCyFS y allí deben inscribirse todas las firmas que vendan semilla fiscalizada. En La Pampa hay 50 compañías autorizadas a transferir cualquier título semillas para comercio, siembra o propagación por terceros. Entre esas firmas domésticas figuran sociedad privadas como Alarcia, Agrotec, Trimag, Brandemann, Lartirigoyen, Macagno, Pelayo, Granos del Oeste, Mayacó, Petrosurco y Cereales Quemú entre otras. Entre las cooperativas Alta Italia, Embajador Martini, General San Martín y Atreucó en Macachín. También está autorizadas la UNLPam a través de la Facultad de Agronomía y el Centro de Acopiadores de Cereales de La Pampa y Limítrofes.

 

Propiedad intelectual.

 

La ley de semillas hasta ahora vigente en la Argentina se promulgó en 1973. En lo relativo a la propiedad intelectual, la norma reconoce a quien obtiene una nueva variedad de semilla (el "obtentor") el derecho exclusivo para su explotación comercial por un lapso determinado. Según los datos de la campaña pasada provistos por Comercio Interior, de las semillas de girasol que se producen en Argentina el 5% (unas 170.000 toneladas) se destina a exportación; otro 5% se destina a semillas, balanceados y otros; y el 90% (unas 3 millones de toneladas) se utiliza en el crushing (molienda) de girasol para la elaboración de aceites y

 

harinas.

 

Sin dudas que la fiscalización está avalada por las investigaciones en el mejoramiento de los cultivos, que han seguido adelante a pesar de la creciente ilegalidad del mercado, permitiendo a los productores adquirir una importante base genética. Cierto es que el agricultor puede reservar "del grano" producido en su propio campo una parte como semilla para otras campañas. La lucha entre los monopolios mundiales de provisión de semillas (obtentores) y la parte de la producción local que queda como reserva para el productor es cada vez más fuerte. Cada vez más las empresas pretenden controlar todos los eslabones de la cadena bajo argumentos ajenos a la Ley de Semillas. Según indicaron el derecho de Uso Propio Gratuito está consagrado en la ley de Semillas y Creaciones Fitogenéticas y en UPOV 78 actualmente vapuleado por la industria semillera y se advierte que es imperioso que el Inase actúe o se sancione la ley tan postergada.

 

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