Domingo 27 de julio 2025

Una pionera de las políticas de género

Redacción 09/03/2014 - 03.42.hs
MARIO VEGA - En breve será designada profesora consulta de la Universidad Nacional de La Pampa. Una distinción que le llega luego de una pródiga trayectoria como docente e investigadora en la casa de altos estudios.
Cuando no se hablaba del tema, en épocas en que lo "normal" era -lo es en muchos aspectos aún- que campeara un acendrado machismo en nuestra sociedad, irrumpió un movimiento que comenzaría a crecer y a avanzar hacia un nuevo paradigma, que no es otra cosa que conseguir que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres. Nada más, ni nada menos.
La cuestión de las desigualdades de género empezó a ser materia del debate cotidiano, tema común en conversaciones de cualquier lugar, y sin dudas hay que darle mérito a aquellas pioneras que comenzaron con una persistente militancia y activismo por los derechos de las mujeres.
Hay, seguro, muchos otros nombres, pero nadie podrá negar que María Herminia Di Liscia es una de las que más se ha ocupado de una problemática que está presente todo el tiempo en la consideración de la sociedad.
Uno conoce su perseverancia en la militancia, su capacidad expuesta en distintos foros -aunque tiene como epicentro la Universidad-, pero poco más conoce la gente sobre quién es esta mujer, integrante de una antigua familia de la ciudad.

Familia numerosa.
Hija de un reconocido bioquímico, Oscar (fallecido hace no mucho tiempo); y de María Rosa Gardelia, profesora de Letras que en algún momento, mientras le permitió su amplísima familia, ejerció la docencia. Y es realmente una familia numerosa la de los Di Liscia, como que son nada menos que 10 hermanos. María Herminia es la mayor, y le siguen Pablo (músico, radicado en Buenos Aires); María Rosa (arquitecta); Guillermo (Pepe) Di Liscia (bioquímico y actual concejal del Frepam); María Laura (psicóloga que vive en Rosario), María Alejandra (trabaja en Salud Santa Rosa), Daniel (vive en Alemania, es filósofo y mientras vivió aquí se destacaba en vóley); María Silvia (Historiadora, secretaria de investigación de la UNLPam); María Isabel (a quien curiosamente la nombran como Mabel, pintora); María Raquel (bibliotecaria, que vive en Rosario). Divorciada, María Herminia tiene dos hijos, ambos radicados en Buenos Aires. Santiago estudia abogacía en la UBA, y Miguel es licenciado en medios electroacústicos.
María Rosa hizo la primaria en la Escuela Normal y el secundario en el María Auxiliadora, y aún cuando tiene una larguísima trayectoria como docente e investigadora, asegura que "era buena alumna, normal", lo que naturalmente resulta difícil de creer.
"Sí, una gran familia, con grandes reuniones y todos muy vinculados al estudio", recuerda sobre sus padres y hermanos. Me quedan grandes recuerdos de aquellos tiempos: vivimos siempre en el centro, primero frente al Teatro Español, y al tiempo unos metros más allá, sobre la misma calle Lagos", explica.

 

A estudiar a Rosario.
Seguramente que su mamá haya sido rosarina debe haber influido para que Yoyi, como la conocen muchos, decidiera estudiar y recibirse de licenciada en Ciencia Políticas en la Universidad Nacional de Rosario. Luego vendrían especializaciones, doctorado, pos doctorado, y obviamente tanto estudio y capacitación fue formando una personalidad cargada de idoneidad y conocimientos.
Logró el doctorado en Ciencias Sociales en la UBA, con la tesis "Identidad, género y memorias. La construcción de la ciudadanía y los derechos de las mujeres pampeanas". ¿La calificación? Sobresaliente Summa cum laude. "Es una de las grandes alegrías de mi vida", admite a la distancia.
Más tarde participaría del programa multidisciplinario de formación continua para Doctores en Ciencias Sociales, Humanidades y Artes, pero lo que cabe decir como síntesis es que su currículum es realmente muy importante, y mencionar tantos datos sobre su formación llevaría demasiado espacio.

 

Regreso a La Pampa.
Fue en Rosario que se casó y tuvo su primer hijo, Santiago; hasta que la familia decidió volver a Santa Rosa, ya transcurriendo 1981. Una vez instalados comenzó en la Universidad Nacional de La Pampa, primero como ayudante de cátedra en la Facultad de Ciencias Humanas y en Ciencias Económicas. Más tarde concursó para un cargo adjunto y a partir de allí su trayectoria docente estuvo íntimamente ligada a la universidad pampeana, aunque también tuvo su paso por la administración pública provincial: en 1983 participó de la puesta en marcha de la Dirección de Educación para la Salud. Fue en 1989 que decidió quedarse con dedicación exclusiva en la UNLPam.
Di Liscia fue de las primeras que empezó a referirse a políticas de género en nuestra provincia y es autora de numerosos artículos y publicaciones sobre el tema. Precisamente el 26 de marzo en la Legislatura provincial se presentará su nuevo libro "Mujeres y política, memorias del primer peronismo en La Pampa".

 

Formando conciencia.
"Ya en la Universidad empecé a leer cosas y caí en la cuenta que en La Pampa no había nada sobre este tema. Me vinculé a la profesora Cecilia Laguna de la Universidad de Luján y al tiempo formé en la facultad el Instituto de Estudio de Género. Un día, en esa misma época, fui a LA ARENA y hablé con Rosalba Santesteban, a quien le dije que quería escribir sobre las mujeres. El primer artículo lo titulé 'Por una chinita', referido al caso Soledad Morales. Esa primera nota tuvo mucho impacto; y más adelante por bastante tiempo empecé a escribir todas las semanas en Caldenia. Me gustó, pero me daba mucho trabajo porque eran las primeras manifestaciones cuando aquí nadie hablaba de género", narra.
En su paso por la universidad luchó por "tratar siempre de incluir cuestiones de género en las cátedras. Recuerdo que al principio los chicos se reían, pero las chicas asentían... se iba formando una conciencia sobre la cuestión. Tengo que admitir que después fui acompañada por una serie de situaciones estructurales nacionales y provinciales, porque la cuestión de género se empezó a incluir en todo. Se empezó a debatir, a hablar de cupo femenino en las listas para elecciones... diría que más que en debate el tema se puso en vigencia, se hizo visible".

 

Cupo: 50 y 50.
Yoyi dice que nunca participó políticamente desde lo partidario, aunque alguna vez "desde el peronismo" le ofrecieron un cargo que no aceptó. Pero sí participó políticamente en la Universidad, primero como consejera directiva, y luego como secretaria de investigación de Humanas en dos períodos; y además fue decana de 2002 a 2006. "Fue un momento muy gratificante pero muy difícil. ¿Por qué? Porque los hombres no están acostumbrados a que las mujeres tomen decisiones". Cuando tímidamente intento poner en duda ese concepto, señalando que tenemos una mujer presidenta, contesta que de todos modos el machismo sigue muy presente. "No se explica porque se la insulta a Cristina de ese modo. ¿A qué otro presidente insultaron así?", se pregunta.
Y sigue: "Lo que pasa es que cuando las mujeres tienen poder se las ataca desde lo personal, desde su sexualidad, su cuerpo, se critica cómo se visten"
Consiente que hay mujeres que son machistas, "hay muchísimas que no defienden los intereses de las mujeres, que son machistas, patriarcales, seguro que es así".
María Herminia es de las personas que hacen política precisamente tomando parte, apoyando las causas que entiende que son justas, y para eso no precisa vincularse a algún partido en particular.

 

Pérdidas dolorosas.
En un momento me sorprende al señalar que no le gusta mucho Santa Rosa. "Yo vivo aquí, pero no la veo una ciudad linda", evalúa. Con respecto a la provincia se lamenta que teniendo tan escasa población haya problemas de pobreza o con la juventud. "Como dice una amiga, con los recursos que tiene La Pampa tendría que estar techada", resume.
Refiere que, al margen del fallecimiento de su papá, no ha tenido grandes pérdidas familiares; pero señala como un gran dolor las desapariciones durante la dictadura: "Éramos muy amigos con Lucía Tartaglia, y compañeras de colegio: ella me pasaba a buscar todos los días para ir al María Auxiliadora... ese sí fue un gran dolor", se apena.
Otro malestar tuvo que ver con su condición de decana de la facultad. "Tener que haber tomado algunas decisiones que terminaron con una amistad, también fue duro", cuenta.
Sigue vinculada a los libros, a la lectura, y tiene por supuesto sueños, y deseos. "Algo que espero en algún momento es ser abuela: eso sí me gustaría mucho", se esperanza. Pero también se regodea con la posibilidad de encontrarse con amigas, compartir una salida, comentar un buen libro. "Tengo amigas en Buenos Aires y me gusta allí compartir una ida al teatro, y hasta en alguna oportunidad me fui a festejar mi cumpleaños con ellas".
Su vida no tiene el ritmo febril de otros momentos, y diría que se ha tornado "más apacible. Aprendí a no preocuparme todo el tiempo, a dejar la ansiedad un poco de lado, pero sigo haciendo cosas". Es que todavía le queda mucho por aportar. Tiene idoneidad y compromiso, ¿o alguien se atreve a negarlo?

 

Reivindicar el rol de la mujer.
En su larga lucha por reivindicar el rol de la mujer María Herminia Di Liscia tiene, obviamente, un sin fin de anécdotas. Risueñas viéndolas a la distancia, pero que le causaron en su momento algún disgusto.
"Un día en la facultad fui con un afiche para promocionar una actividad relacionada con un foro sobre la mujer y pregunté en el centro de estudiantes dónde podía colocarlo. El joven que estaba ahí en ese momento lo leyó, me miró y muy serio me respondió: 'el mejor lugar es el baño de las mujeres'. Otra vez fui al diario con un artículo sobre género y uno de los muchachos me dice: ¿para cuándo celebramos el día del hombre? Obvio, le respondí que ese era 'todos' los días", comenta.
La profesora ha recibido múltiples distinciones en tantos años, como por ejemplo la mención para "La Aljaba, segunda época. Revista de Estudios de la Mujer" en el Concurso de Revista de Investigación en Historia y Ciencias Sociales organizado por la Fundación Compromiso y la Fundación Ford.
Pero también el primer premio Adepa (Asociación de Periodistas argentinos) en el rubro Derechos Humanos por la Sección Mujeres del Suplemento Caldenia del Diario La Arena. Son sólo para mencionar algunos, porque en verdad tiene muchos.
María Herminia señala que le gusta la presidenta. "Cristina me cae bien, aunque sé que hay cosas por mejorar, como por ejemplo no me agradan algunos hechos de corrupción que se están investigando. No me cayó bien tampoco que Ricardo Echegaray (titular de la AFIP) se haya ido de vacaciones al exterior. Porque es decir una cosa y hacer otra...", se quejó.

 

Día Internacional de la Mujer.
El Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo, conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre.
Se tomó este día por los hechos de 1908, cuando murieron calcinadas 146 mujeres de la fábrica textil Cotton de Nueva York. Fue por un incendio provocado por las bombas incendiarias que les lanzaron ante la negativa de abandonar el encierro en el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo. También se reconocen como antecedentes manifestaciones de obreras textiles el 8 de marzo de 1957, también en Nueva York.

 


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