Viernes 06 de junio 2025

María Zysman disertará sobre el acoso escolar y el maltrato

Redacción 07/09/2017 - 01.00.hs

Cómo hacemos para prevenir el Bullying y el Cyberbullying es la pregunta que abrirá la conferencia que brindará hoy a las 20 en el auditorio de Osde (San Martín 535) la licenciada en psicopedagogía María Zysman, una de las voces argentinas más autorizadas para hablar del acoso escolar y la discriminación en las redes.
"Afortunadamente vamos a trabajar con todos los actores de la comunidad educativa del Santo Tomás para ver cómo hacemos para prevenir la aparición del Bullying y el Cyberbullying. Celebro la metodología porque no es algo muy frecuente. Pero también, por la noche, todos los que quieran acercarse van a poder participar de una charla abierta", dijo Zysman a LA ARENA.
"El Bullying y el CyberBullying es un síntoma de una mala convivencia y habla de la resignación del mundo adulto. Hay padres que creen no poder evitar algunos comportamientos en las nuevas generaciones y es una especie de rendición. Para combatir esto es importantísimo volver a bajar valores, estar presentes y disponibles para los chicos, que puedan contarnos sus problemas y decirles cuál es nuestro punto de vista. Se trata de poder enseñar pero también de vincularse", agregó la directora de Libres de Bullying y autora de varios libros sobre acoso escolar y el maltrato en las redes.
-Semanas atrás una adolescente se disparó con un arma en el colegio y murió. Ahí hay una problemática ¿Cómo deberían abordarla los medios de comunicación para no revictimizarla y herir a su entorno?
-Hay que ser cuidadoso cuando se habla de las situaciones, porque no sabemos realmente lo que le pasó. Es muy imprudente opinar, más cuando recién la familia se está animando a hablar. Pero sí debemos estar atentos porque este caso abre una serie de preguntas ¿Qué estamos haciendo los adultos con los adolescentes? ¿Sabemos cuáles son sus angustias? ¿De qué forma se vinculan por las redes sociales? Casos como éste nos muestran que hay muchos chicos que no encuentran un lugar donde buscar ayuda. También tenemos que decir que el Bullyng no es una causa lineal, hay angustias y faltas que una persona que toma una decisión así no está pudiendo manifestar.
-El último año fue furor mundial la serie de Netflix "Por 13 razones", que contaba la historia de una adolescente que se quita la vida tras ser víctima de acoso escolar y abuso sexual ¿Qué opinión tiene sobre el tratamiento que la serie hace del Bullying, el Cyberbulling y los jóvenes?
-Primero hay que decir que es una ficción, pero que hay muchas problemáticas bien contadas. A mí me shockeó verla y pienso que no está bueno que los chicos la vean solos. Lo que más me impresionó de la serie es el papel que juegan los adultos: están desdibujados, ausentes, los chicos están solos. Y también me inquietó el rol que juega la escuela en el relato, que en vez de detectar la gravedad de lo que está pasando, trata de protegerse a sí misma.
-Esta semana se conocieron una serie de mensajes de un grupo de WhattsApp en el que unas madres celebraban la exclusión del aula de un niño con Síndrome de Asperger ¿Qué piensa de eso?
-La verdad es que en los grupos de "mamis" se habla de cosas muy feas. Yo particularmente soy muy sensible al tema y la discriminación de los padres en WhattsApp está muy desbordada, se habla de cosas que lastiman. La escuela es inclusiva y ningún niño de 8 años puede ser responsable del sufrimiento de otros 35. Los grupos son una picadora de carne y no sirven para comunicar sino para crear problemas. Pero esto sucede todos los días. Hay chicos que son discriminados, insultados, y cuereados en los grupos de madres. Por suerte también existen casos en los que los chicos son los que piden por la integración.

 

"Desprecios" en primera persona
El caso del las "mamis" que celebraron la salida del niño con Asperger, disparó en Zysman un texto sentido sobre una situación personal que le tocó vivir a principios de los años '90 y que publicó ayer el diario Clarín. "Todavía recuerdo en el cuerpo los comentarios, risas y desprecios de un grupo de madres empecinado en que mi criatura y yo nos retiráramos de Sala de 3. Allá por el '94, veredas y bares vecinos al jardín de infantes eran testigos del odio y la falta de empatía. Del repiqueteo de "los nuestros y ella", de "¿por qué los nuestros tienen que soportar sus gritos?". Siempre estaré agradecida a la dirección de ese jardín, que nos ayudó a permanecer ahí. Aprendimos a esquivar los cascotes y caras desafiantes y esa fue la puerta de entrada a mi tarea sobre bullying a lo largo de estos últimos 23 años", escribió la especialista.

 

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