Colación UNLPam: “Más que un proyecto neoliberal”
Más de 80 graduados y graduadas de la Universidad Nacional de La Pampa recibieron su tan esperado diploma. Los actos se desarrollaron en las sedes de General Pico y Santa Rosa, y fueron encabezados por el rector Oscar Alpa y decanos y decanas de las unidades académicas. “La complejidad del contexto no nos paralizó”, afirmó Alpa.
En la ciudad norteña la jornada tuvo lugar al mediodía y en la capital a las 18 con un Aula Magna repleta de egresados, egresadas y familiares. Durante su discurso, el rector recordó que se cumplen 30 años de la Constitución Nacional que garantizó a la educación universitaria como un derecho constitucional, autonomía y autarquía. “La garantía constitucional no se cumple en nuestro país porque el Gobierno nacional prorrogó los valores presupuestarios del año 2023 a este año 2024 y todo indica que ocurrirá lo mismo el año que viene”, lamentó y aseguró que ello genera una “situación crítica” para las universidades.
“El difícil escenario económico quizás sea la expresión de una disputa más compleja porque pone en tensión significados sociales y concepciones ideológicas acerca del valor de la educación pública y la responsabilidad y la obligación del Estado para garantizar esa educación”, manifestó el rector al mencionar que la disputa actual es si la educación “es un derecho o una mercancía”.
“Sostenemos una concepción de la educación pública como central, constitutiva, sustancial y un derecho social y humano indispensable para el desarrollo del pueblo, y que debe garantizar el Estado. Sostenemos la defensa de la universidad pública, no como una acción corporativa del sistema universitario sino por su tarea de formación de personas con alta capacidad profesional, por su tarea en la investigación, construcción del conocimiento, transferencia de ese conocimiento al mundo de la producción y del trabajo, y por las tareas de extensión con el territorio”, agregó.
Legitimidad.
El rector apuntó contra “las no verdades que se dijeron para socavar la legitimidad del sistema universitario. Nuestro sistema siempre fue un sistema controlado, auditado, con democracias internas que lo consolidan, pero además somos instituciones que estamos en constante análisis de funcionamiento y mejoramiento académico”.
“Hace ya más de tres años que venimos profundizando siete puntos de política universitaria que tienen que ver con duración de las carreras, jerarquización de la investigación, la inclusión de la visión de nuestro territorio en los planes de estudio e inclusive un sistema de calidad de nuestras carreras para evaluarnos continuamente para seguir construyendo futuros puntos”, puntualizó.
En ese marco, destacó el programa “UNLPam en Territorio” con cinco centros universitarios ubicados en distintas localidades. “Este año tiene sus primeros graduados y graduadas, y estamos orgullosos de ello”, afirmó Alpa. También mencionó la diversificación de carreras, la revisión de planes de estudios, la ampliación de la modalidad de educación a distancia, la creación de la Facultad de Ciencias en la Salud y la incorporación del Colegio Agropecuario de Realicó a la órbita de la universidad. “La complejidad del contexto no nos ha paralizado”, resaltó el rector.
Previo al juramento de las y los graduados, Alpa les dedicó unas palabras: “En sus manos no solo van a llevar ese título que los acreditan, sino que van a llevar el enorme compromiso y esfuerzo que ha realizado la sociedad, no solo pampeana sino de todo nuestro país. Les pedimos, adicionalmente, que siempre defiendan la educación universitaria, pública, gratuita, laica y de calidad para que nunca deje de existir”.
“Mucho más que un proyecto neoliberal”.
En representación de las y los graduados, la especialista en Historia Regional Dolores Arrizabalaga brindó un fuerte discurso en defensa de la universidad pública: “Las carreras universitarias son proyectos personales y colectivos. Individuales porque somos nosotros quienes estudiamos, asistimos a clase y rendimos exámenes, pero también representan aspiraciones colectivas. Transitar una carrera académica es el proyecto de familias, de grupos de amigos y es el proyecto de la sociedad”.
“El hecho de que en Argentina se destinen, desde hace casi un siglo, porciones del presupuesto nacional a la formación universitaria; el hecho de que esa formación universitaria tenga estándares de calidad comparables al de países desarrollados; el hecho de que se brinde de manera gratuita representa la decisión colectiva de una sociedad de invertir en la formación de sus ciudadanos y ciudadanas”, desarrolló y resaltó que “transitamos la universidad pública gracias a una sociedad que decidió hace mucho tiempo que la formación universitaria es un derecho”.
Hizo hincapié en que “la universidad pública que hoy tenemos no se forjó de un día para el otro” y haciendo honor a su título desarrolló los hitos en la historia que marcaron el crecimiento de la universidad nacional. En ese marco, afirmó que “los cimientos de la universidad argentina descansan sobre la movilización de una sociedad que a lo largo del tiempo peleó por la educación superior”. Mencionó la reforma universitaria en 1918, la gratuidad de la universidad en 1949 y la movilización estudiantil en 1973 para lograr la nacionalización de la institución pampeana.
Presupuesto.
“Hoy la universidad pública argentina está en peligro”, lamentó la especialista y afirmó que “este año atravesamos momentos álgidos como integrantes de esta comunidad universitaria a partir del recorte presupuestario que impulsó el Gobierno nacional y que nos dejó con el presupuesto más bajo desde 1997 de acuerdo con el informe elaborado por el Observatorio de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Políticas”.
“A este recorte del presupuesto para lo que se denomina gastos de funcionamiento se suma la pérdida salarial de docentes y no docentes. Esto atenta contra la calidad de enseñanza”, manifestó y explicó que la situación alcanza al Conicet, INTA e INTI.
“Es importante señalar que lejos de la panacea del despilfarro que se quiere instalar públicamente, la Universidad Argentina es uno de los pocos lugares en el país que mantiene la cultura y la austeridad del esfuerzo y del rigor. Las universidades argentinas no son la causa de los problemas socioeconómicos que aquejan a nuestro país. Es más, con políticas públicas adecuadas, podrían ser parte de la solución”, afirmó.
Arrizabalaga pidió que “existan mejores condiciones de acceso y permanencia, que haya presupuestos acordes, que docentes y no docentes tengan salarios dignos, que se continúe impartiendo contenidos de calidad académica y que haya más investigación científica y tecnológica. Frente a los ataques a la universidad, es importante entonces reconocernos. Reconocernos en ese hilo de la historia y la lucha por el sistema universitario argentino, tantas veces resistido y a la vez tantas veces defendido, es importante reconocernos porque quien nos ataca a la universidad, lo ignora. La universidad argentina es mucho más que un proyecto con pretensiones neoliberales y autoritarias”.
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