Jueves 03 de julio 2025

El doctor D’Astolfo se retira a los 80 años

Redacción 30/11/2024 - 00.04.hs

Ayer fue el último día de consultas que recibió el médico pediatra Miguel Antonio D’Astolfo. A los 80 años decidió alejarse de su consultorio, ubicado en Oliver 371, para disfrutar del tiempo libre después de 56 años de profesión. “En junio cumplí años y me iba a retirar en ese momento, pero lo fui estirando”, afirmó.

 

Cerca de las 19, D’Astolfo cerró la puerta y se retiró de su histórico consultorio. Previo a ello recibió a LA ARENA para realizar un breve repaso por su historia profesional. Recordó que se recibió de médico en 1968 en la Universidad Nacional de Buenos Aires y que su título lo obtuvo un año después. “Tenía 24 años y ya han pasado 56 años, son muchos en una profesión. Cuando terminé la carrera tenía que elegir una especialidad y opté por pediatría, era la que más me atraía. Logré entrar a una residencia y fui jefe de residentes; los primeros siete años estuve en Comodoro Rivadavia”, explicó.

 

En 1975 hubo un llamado desde La Pampa para integrar el Plan Provincial de Salud. “Vinimos con mi señora y un par más, y un tribunal nos evaluó en el concurso que se desarrolló en el Colegio Nacional. La mayoría éramos todos de afuera y de acá entró muy poca gente, incluso el concurso fue saboteado por médicos de acá porque nos veían como enemigos”, contó.

 

Detenido.

 

“Pasaron 49 años de aquel momento y acá se adelantó la represión a noviembre (de 1975). Vinieron los muchachos a limpiar el asunto porque decían que el proyecto de salud era comunista y que proveíamos de sangre a los montoneros que estaban en los montes de Tucumán… El jefe de la Subzona 1.4 era Camps, un hombre bastante carnicero que se murió por suerte, y le seguía Baraldini”, expresó.

 

D’Astolfo fue uno de los médicos detenidos en la Unidad 4 y hoy, paradójicamente, vive a dos cuadras de ese lugar. “Cuando nos liberaron pensamos que esto ya había pasado, pero había tipos que no estaban más, que se habían ido de Santa Rosa por miedo, y a nosotros nos descontaron del sueldo los días que estuvimos detenidos”, lamentó.

 

“Durante dos años con otro médico que no fue preso, pero sí amenazado, nos teníamos que presentar en las oficinas del jefe de policía y del jefe de la Subzona 14, de Baraldini”, afirmó y agregó: “Pero él creía en mí médicamente y me empezó a traer a sus hijos para que los atienda. No era nada agradable hacer eso para Baraldini, incluso a los nietos y no podía echarlos. Cuando lo estaban buscando, que se había fugado, yo sabía dónde estaba porque la hija me contaba lo que hacía y que estaba en Bolivia”.

 

El médico contó que durante la dictadura se rompieron los nombramientos de los profesionales de la salud y que comenzaron a contratarlos por tres meses. “Entonces cada tres meses echaban a algunos, hasta que me tocó”, señaló y debió abrir un consultorio privado, en principio cerca de la Seccional Primera y luego en Oliver 731, que funcionó hasta ayer.

 

Relató que siempre tuvo problemas con otros médicos “por ser de afuera y haber integrado el Plan de Salud, era mala palabra”. Con el regreso de la democracia, fue nombrado director de Salud Pública por seis meses.

 

“Estoy acá porque no me pude ir a otro lado, pero tengo que estar agradecido porque este lugar me permitió tener una familia y mi casa. Pude crecer económicamente, no mucho pero más que la mayoría”, manifestó.

 

En junio cumplió 80 años y decidió retirarse de la profesión, pero lo fue estirando hasta noviembre. “Por fuera estoy bien, pero tengo unos problemas de salud y debo cuidarme un poco más. Veremos qué hago…”, finalizó.

 

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