Domingo 03 de agosto 2025

“El obstáculo no es la discapacidad”

Redacción 03/08/2025 - 00.13.hs

Hace poco más de un año, Fermín Torres Beltrán (22) publicó un video en su Instagram en el que contaba que había quedado seleccionado en una beca en la Universidad de Girona, en España, y estaba juntando fondos para viajar. El video se viralizó y logró costear los gastos de pasajes y alojamiento. Ya de regreso en Santa Rosa, visitó la redacción de LA ARENA para contar sobre sus vivencias en Cataluña, su experiencia académica y personal, y cómo se vive allá siendo una persona con discapacidad.

 

“Cuando estaba haciendo la colecta, si bien era algo concreto, todavía no estaba pasando. Entonces cuando llegué, después de tanto soñarlo y proyectarlo, fue una experiencia súper fuerte para mí: vivir solo de repente por primera vez, en otro país, a 11 mil kilómetros”, contó Fermín, oriundo de Santa Rosa y estudiante avanzado de la Licenciatura en Artes de la Escritura en la Universidad Nacional de las Artes.

 

Viajó en septiembre de 2024, para hacer las materias optativas de su carrera en la Facultad de Letras en Girona. “Al principio me sentía como sapo de otro pozo pero la gente fue súper amena. Estudié, entre otras cosas, literatura de posguerra y fue muy interesante, porque me puso en contexto de lo que fue la Guerra Civil Española y cómo se vivió. Tuve otra asignatura optativa, vinculada al periodismo; me interesó muchísimo porque es una forma de estar en contacto con el mundo”.

 

Tanto fue el interés, que terminó solicitando una prórroga para quedarse otro semestre a seguir estudiando. “Se suponía que volvía en febrero, pero me gustó tanto que tuve la posibilidad de pedir una prórroga y me quedé. El primer semestre hice cuatro materias y tres en el segundo. Me fue bien en todas, pero también elegí otras materias para disfrutar y explorar nuevos rumbos; por ejemplo esto del periodismo, ya venía con esa inquietud así que me permitió explorar esa parte, y fue muy enriquecedor”.

 

Vivir en Cataluña.

 

“Girona forma parte de Cataluña, y es muy parecido a Santa Rosa en cuanto a estructura, es como un pueblo grande. Fui con la idea de que los catalanes son fríos y distantes, pero una vez que entrás en confianza con ellos son muy buena onda. Me he cruzado con gente muy amable y me he hecho muchos amigos, de hecho”, contó.

 

El idioma fue uno de los primeros desafíos con los que se encontró. “Por más que sea parte de España y también se hable castellano, la mayoría habla en catalán. Al principio me costó muchísimo, estaba viviendo en una residencia universitaria y escuchaba a compañeros catalanes e intentaba entenderlos, pero era imposible. Después vas acostumbrando el oído y captando cosas; de hecho, no es un idioma difícil porque tiene bastantes similitudes con el español”.

 

“A los catalanes, de Girona por lo menos, les encanta que te intereses en su cultura”, contó. “Mi percepción personal fue que ellos se sienten tan relegados por toda la cuestión de la independencia, que cuando uno va y se interesa por su cultura te reciben muy bien”.

 

Con respecto al movimiento independentista en Cataluña, dijo que “el furor de esos movimientos fue en 2017, y si bien siguen estando, hay gente que dice ‘soy catalán pero también soy español’. Si bien el entusiasmo de cambiar en lo político mermó un poco, el sentimiento catalán está, muchos defienden esa identidad y apuestan por su cultura”.

 

Discapacidad.

 

“Me di cuenta que no es lo mismo ser una persona con discapacidad en Argentina y en España”, contó Fermín, que es usuario de silla de ruedas. “Están muchísimo más avanzados en esa materia. Por ejemplo, en todas las esquinas había rampas y estaban bien hechas. Parece una pavada, pero ya te da la pauta de que la gente es consciente de nuestra existencia. Creo que esto pasa porque hay muchos más espacios donde se le da voz a personas con discapacidad. Por ejemplo, en la misma Universidad de Girona tenia un área específica para atender las necesidades de estudiantes con discapacidad”, observó.

 

En ese sentido, dijo que aún hay “un discurso romantizado sobre la discapacidad, que siempre te pone en un lugar de luchador, que puede a pesar de los obstáculos. Pero el obstáculo no es la discapacidad; el obstáculo está afuera: en los espacios públicos cuando no están adaptados para el acceso, en la gente cuando piensa que por ser una persona con discapacidad no puedo ir a ciertos lugares”.

 

Futuro.

 

Fermín llegó a Argentina el 11 de junio y a Santa Rosa, hace poco más de una semana. Pero volvió profundamente transformado: “Girona fue como la sala de parto de mi yo adulto. De repente viviendo solo allá, me tenía que cocinar, lavarme la ropa, mantener más o menos mi casa; esta etapa también me permitió conocer cómo soy, qué quiero, qué puedo hacer, qué herramientas tengo”.

 

“La pasé tan bien, quedé tan contento con la experiencia, que apliqué a una beca de la Universidad de Navarra, en Pamplona, para seguir estudiando allá. Quedé pero por ahora no lo puedo hacer por una cuestión económica”, contó Fermín.

 

No obstante, su idea es volver para retomar sus estudios: “Por ahora, me voy a quedar acá; de hecho estoy buscando trabajo, justamente para que en algún momento pueda ir a Pamplona a seguir estudiando, que es lo que más quiero”.

 

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