Greco negó contaminación del Colorado: “Ningún río del mundo tiene agua potable”
(25 de Mayo) - En los últimos días, un informe sobre contaminación del río Colorado, obra de profesores de la Universidad Nacional de La Pampa y publicado por la Universidad del Comahue, trajo controversia. El intendente de 25 de Mayo, Leonel Monsalve, erróneamente, se lo atribuyó al Coirco, y el representante pampeano en ese Comité de Cuenca, Juan Greco, lo desmintió. Aquel realizó un “mea culpa” y pidió disculpas por ello.
Este lunes, Greco, en charla con Radio Noticias y Radio 7 (25 de Mayo) negó rotundamente que el Colorado esté contaminado y sostuvo que, como todos los ríos del mundo no tiene agua potable, y que el tratamiento para hacerla apta para el consumo humano es tarea y responsabilidad de los distintos municipios.
En medio de esas discusiones, resurgió una temática que está incluida: la decantación en el río de efluentes cloacales sin tratar de las localidades ribereñas de aguas arriba del dique de Casa de Piedra. Se trata de una deficiencia ambiental recurrente en las urbes ribereñas petroleras que en los últimos años tuvieron un crecimiento exponencial. Hablamos de Rincón de los Sauces (Neuquén), Colonia Catriel (Río Negro) y 25 de Mayo (La Pampa).
Vamos a centrarnos en la realidad de esta situación en la ciudad pampeana. Ahí, la mayor parte de la población, la quinta ciudad más grande de La Pampa, tiene red cloacal. Según indicaron desde el municipio, hace años que hay un proyecto para construir una planta de tratamiento de líquidos cloacales, a través de gestiones realizadas a nivel nacional. El año pasado, ante el corte de aportes nacionales, el propio gobernador Sergio Ziliotto asumió responsabilidades de una inversión ambientalista.
El caso de 25 de Mayo.
Históricamente, los líquidos cloacales llegan a un canal colector y por una cañería de cemento que corre paralela a la avenida Santa Rosa Oeste y que el año pasado colapsó, se dirigen hasta el sector rural, y en ese lugar caen a un profundo canal a cielo abierto y recorren unos cinco kilómetros hasta llegar al río Colorado. Según informaron oficialmente, el canal lleva varias décadas en esta condición.
El proceso se realiza a cielo abierto para que vayan decantando los sólidos y sólo lleguen líquidos al río. Unos tres kilómetros antes del Colorado, el canal de efluentes cloacales recibe las aguas de otro canal, donde cae el drenaje de las aguas sobrantes del riego de las chacras. Ese volumen líquido, según los especialistas, contribuye a la depuración natural de los desechos de cloacas antes de que estos lleguen al río.
En este sentido, la obra de una planta de tratamiento, es una meta que se impusieron varios gobiernos municipales. En el caso de la actual gestión, que encabeza Monsalve, el tema fue abordado en la primera visita del gobernador Ziliotto a 25 de Mayo en febrero del 2024. "La semana próxima van a estar técnicos de APA para diseñar el proyecto ejecutivo para tener la dimensión de la inversión que hay que hacer para ampliar la red de servicios cloacales y la planta de tratamiento", anunció entonces.
Precisiones de Greco.
Hoy, fueron muy interesantes y tranquilizadoras declaraciones que el representante pampeano en Coirco, el ingeniero Juan Greco, hizo a Radio 7 de 25 de Mayo. El funcionario negó que el río Colorado esté contaminado, aunque aclaró que para que sus aguas sean aptas para el consumo humano deben ser tratadas, cuya responsabilidad es de los municipios.
Asimismo reconoció que su bien la falta de tratamiento de los efluentes cloacales que se vierten en el curso son contaminantes, los análisis que se hicieron desde el Comité de cuenca demostraron que el caudal (especialmente en los últimos tiempos donde el río recuperó su vigor) “diluye esos efectos”.
Greco reveló que Coirco realizó análisis y estudios de “lo que sucede cuando los efluentes llegan al río a los 50, 100, 200, 500, 1.000 y 2.000 metros. Y comprobamos que, por el proceso de dilución, a los 500 metros no hay vestigios de los mismos”. Y agregó: “No hay en el Mundo un río que tenga agua potable”.
Finalmente, Greco aseguró en forma rotunda: “El agua del río Colorado no está contaminada ni desde el punto de vista hidrocarburífero, ni desde el biológico producto de las descargas, sí hay puntos a mejorar”, concluyó.
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