Jueves 17 de julio 2025

Juicio a Rigutto: “Los fiscales apretaban al perito”

Redacción 13/08/2024 - 00.14.hs

Comenzó ayer el juicio contra el médico Jorge Rigutto, acusado de armar una estrategia mediante la presentación de supuestos informes falsos para beneficiarse con la prisión domiciliaria en el marco de una causa en la que finalmente fue absuelto. La acusación también afecta al forense Juan Carlos Toulouse, al médico privado Facundo Farías y al enfermero Williams Tejada.

 

El debate se inició con más de seis horas de audiencia, con la acusación de la fiscalía, el planteo de la defensa y la declaración de los acusados y testigos. La abogada defensora de Rigutto, Vanesa Ranocchia Ongaro, planteó la invalidez del proceso al apuntar a la resolución del 14 de noviembre de 2022 del juez Carlos Chapalcaz, quien ordenó la intervención de dos líneas telefónicas y las ampliaciones de la medida: dijo que es una prueba “ilegal e infundada”.

 

El planteo en su momento fue rechazado por “inadmisible” por el Superior Tribunal de Justicia (STJ) y la defensa le pidió al Tribunal de Audiencia, conformado por los jueces Gastón Boulenaz, Daniel Sáez Zamora y Andrés Olié, que se pronuncie sobre el tema para eventualmente recurrir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

 

La causa se inició el 11 de noviembre de 2022 a partir de una nota del fiscal Walter Martos por una denuncia del forense Pablo Véliz, quien fue a ver el estado de salud de Rigutto y supuestamente luego el médico cardiocirujano lo llamó para que vuelva a “hablar de números”, algo que el médico tomó como un “soborno”. La defensa señaló que “llamativamente la situación exige cierta imaginación” por parte del médico Véliz y cuestionó que “la charla no quedó registrada y el legajo se inició con cierta irregularidad”.

 

“La fiscalía no tenía caso, así que buscaron la intervención de líneas telefónicas y los mensajes de texto, para a partir de ahí obtener pruebas y armar el caso”, dijo la abogada, cuestionando la falta de otras medidas complementarias ante la intervención telefónica que “es invasiva”.

 

“Apretaban”.

 

“Dejen de patearlo en el piso, salieron de pesca y trajeron una maraña. Le vulneraron a Rigutto todos sus derechos, su libertad, estuvo detenido con preventiva 15 meses y lo absolvieron. Estuvo detenido indebidamente. Tuvo un ACV estando detenido y encadenaron a un inocente en el sanatorio. Es serio, grave y doloroso”, dijo el abogado defensor Marcos Paz. “Para sacarle las cadenas, hubo que presentar un hábeas corpus a través del STJ”, siguió.

 

“Estaban sospechando que adulteraba enfermedades que no tenía para evitar la preventiva, no tienen nada. No pueden sostener una acusación por cohecho. Los fiscales apretaban al perito, lo dice Véliz, le decían que lo iban a acusar de falso testimonio -en general, Véliz manifestó ante los fiscales que cualquiera podía estar detenido en la cárcel-”, afirmó el abogado. Y reiteró que Rigutto “nunca ofreció plata para que haga nada, para qué le va a ofrecer a Toulouse que ya no estaba en la causa, es un absurdo”.

 

“Lo estaban persiguiendo, lo estaban pateando y lo siguen pateando en el piso, le pido al tribunal que ponga un límite. Rigutto opinaba (ante los médicos que tenían intervención en el expediente) sobre su patología, porque es médico cardiocirujano. No la pasó bien en la cárcel como dice la fiscalía”.
 
La acusación.

 

La fiscalía, a través de Máximo Paulucci y Guillermo Sancho, señaló que el STJ “ya analizó el fondo de la cuestión y resolvió en contra del planteo de la defensa y no hubo otro recurso extraordinario ante la CSJ”. Puntualmente, Paulucci afirmó que las medidas probatorias son legales y que no se violó ninguna normativa. Por su parte, el fiscal Sancho argumentó la calificación del delito contra cada uno de los acusados.

 

“Véliz cumplió la orden del juez, lo examinó a Rigutto y se retiró de su casa y antes de presentar el informe recibe el llamado donde una persona que se identifica como Rigutto le dice ‘vení, pasa por casa que tenemos que hablar de números’ y Véliz entendió que se trataba de un soborno y por eso se comunicó con el fiscal Martos para comunicarle la noticia, muy preocupado y asustado”, indicó Sancho.
Véliz firmó un informe indicando que Rigutto no podía estar en la cárcel, algo “contrario a lo que nos había dicho a los fiscales”, planteó Sancho. Acusó a Rigutto de hacer “maniobras” para lograr resultados médicos favorables.

 

A su turno, Véliz manifestó que creyó que el llamado de Rigutto era “un soborno” y se presentó en la fiscalía: “Había una situación, no sé si interpreté mal o bien”, indicó en otro pasaje de su testimonio. También planteó que tenía dudas sobre el informe de Rigutto porque “estaba muy bien pero los estudios clínicos no coincidían”. Contó que Toulouse le “pidió que cambiara el informe” porque el médico tenía que estar en su domicilio a partir de las afecciones que padecía. “Cardiológicamente estaba bien pero psiquiátricamente no estaba en condiciones, el problema era si había riesgo de suicidio, me preocupaba eso”, amplió. Según el expediente, luego Véliz volvió a cambiar su informe.

 

Puntualmente, en otro tramo de la audiencia, Toulouse rechazó las acusaciones en su contra y contó que visitó a Rigutto como médico una vez por semana para controlarlo porque “no pertenecía más al Poder Judicial”, ya que había tomado licencia para la jubilación, y explicó que “la mayoría de las escuchas que hay en la causa solo tienen sentido de tranquilizarlo” y señaló que “es falso que haya hablado con Hugo Díaz (ministro del STJ) ni con Rebuffi, de Servicios Jurisdiccionales”.

 

“Hubo saña y mala intención”.

 

“Desde mi detención, se dio una cacería hacia mi persona, un hostigamiento y persecución por parte del Ministerio Público Fiscal que no tuvo límites”, dijo el médico Jorge Rigutto, acusando a la fiscalía de mediatizar en ese sentido su caso de abuso por el que  finalmente fue absuelto.

 

Durante su intervención, Rigutto habló ayer de "saña y mala intención y una verdadera persecución" de parte de la fiscalía hacia su persona y se refirió, de manera particular, al fiscal Walter Martos. "Estaba ensañado conmigo" para que vaya a la cárcel, aseguró.

 

Por otro lado, el acusado también respondió al fiscal Guillermo Sancho, quien en su alegato había dicho que Rigutto mostraba mejores valores cuando estuvo detenido en la Alcaidía que cuando cumplía con la prisión domiciliaria. "No hay mejor lugar que la alcaldía para ir de vacaciones, estaba bárbaro", ironizó Rigutto en esta primera jornada del juicio.

 

“No falsifiqué ningún documento”, aseguró el médico contra la acusación del fiscal por 19 documentos supuestamente falsificados. “Lo que dicen (la fiscalía) es un verdadero disparate, porque decían que el estudio era una farsa mía para extender la domiciliaria”, siguió.

 

Además, Rigutto explicó: “Veliz le dice a Toulouse (vía Whatsapp) que fue amenazado por los fiscales por falso testimonio. Primero vino Torino, después nombra a cuatro fiscales de género y después a Molinari. Se ve que no revisaron los mensajes. Los fiscales aprietan a un forense para que cambie un informe policial”.
Negó haberle hablado de “números” a Véliz y agregó que “esto es escandaloso realmente”. También acusó a Véliz que “en tiempo récord y como premio por su actuación conmigo, le archivan una causa que tenía por mala praxis”. El médico lo acuso a Véliz de cambiar el primer informe que lo habilitaba a estar detenido en su casa con domiciliaria, para mandarlo a prisión.

 

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