Las infancias hablaron de sus emociones
Las celebraciones por el Mes de las Infancias fue la excusa perfecta para las familias pampeanas que se acercaron al predio de la Televisión Pública Pampeana para disfrutar de una tarde soleada y con algo de viento… ideal para volar bien alto los barriletes. Los niños y las niñas tuvieron un espacio para hablar de sus emociones, aprender sobre salud bucal, el trabajo de los Bomberos de Santa Rosa y muchos juegos más.
La jornada comenzó pasadas las 14 con la animación de personajes emblemáticos de la Televisión Pública, como Nando y Barita –conductores de “Mundo Pampástico”-, Payneguor -el zorro celeste- y Carú Luán -la guanaca verde- que participan de la serie que se emite en el programa.
Los espacios verdes fueron aprovechados por las familias para colocar sus mantas o reposeras y emprender una difícil tarea: lograr que el barrilete tome vuelo. Muchos adultos y adultas ayudaron a los más pequeños a cumplir con los primeros pasos –los más importantes- para remontarlos. Se los veía corriendo por el pasto, acompañados por los niños y niñas, quienes con caras ilusionadas y alegres querían tomar el hilo y pasar varios minutos mirando el cielo. Algunos barriletes obtuvieron gran altura que se engancharon en los cables de acero que sostienen las antenas de televisión.
Pero estuvieron quienes prefirieron los juegos inflables, las canchas de fútbol, dibujar y pintar o pasear por los distintos stands institucionales. La hora de la merienda formó largas filas para disfrutar de una rica chocolatada caliente y torta frita entregada por el Ejército Argentino y trabajadores y trabajadoras de la emisora estatal.
Emociones.
Sin dudas, uno de los mayores atractivos fue el espacio que crearon Nando y Barita. Sentados en unos puff, invitaron a niños y niñas para ganarse su certificado de “Valentía”. La actividad consistía en que aquel pequeño “valiente” tire unos dados gigantes y, dependiendo la palabra que salía, se tome unos minutos para hablar de sus emociones, como qué significaba para él la palabra “confianza”, “vergüenza”, “amor”, “aburrimiento”, “enojo” y demás.
Muchos y muchas querían participar y cada respuesta era distinta, lo cual da cuenta de lo diversas que son las infancias y los contextos por los cuales están atravesados. Emilia tiene 11 años, y fue una de las tantas que se animó a expresarse. “Me re gustó porque salí en la tele. Tuve que tirar unos dados de color azul y otro verde y tenía que explicar cuándo sentía el sentimiento que salía. No fue difícil y me gustó hablar de mis sentimientos, a mí me tocó confianza y vergüenza”, afirmó en diálogo con LA ARENA.
Emilia llegó acompañada de su padre y también participó de otros juegos, aunque lamentó no llegar a tiempo para obtener un barrilete que era entregado por la emisora. Benjamín sí pudo remontarlo, pero estuvo “renegando desde temprano” porque no fue nada fácil. Con sus 11 años se acercó al stand odontológico donde le enseñaron “cómo lavarnos los dientes y dónde había bacterias”.
Elías, de 13, recorrió la Bibliomóvil y lo que más le gustó fue la demostración de los Bomberos. “Nos mostraron qué hacer cuando se prende fuego una casa, los chalecos, cascos y bombas de aire. Me probé el chaleco y estaba un poco pesado”, dijo.
Sin miedo.
Uno de los espacios más concurridos fue el encabezado por la jefa del Departamento de Odontología, Teresa Moreno, y la odontóloga Viviana Prost. Había folletos y muchos peluches que llamaron la atención de quienes se acercaron. “Viviana es excelente porque todos los muñequitos que presentamos los hace ella, en conjunto brindamos capacitaciones a los chiquitos y a los papás y mamás les indicamos el cepillo que hay que utilizar, cómo tienen que usarlo y la duración del cepillado. Incluimos traumatismos dentarios y las pautas para que las mamás embarazadas sepan cómo cuidar a los bebés”, explicó Teresa.
Por su parte, Viviana contó que desde hace muchos años se encarga de confeccionar los peluches. “Empezamos con una muela, sumamos el cepillo, la pasta, la bacteria y tenemos una macroboca para que los chicos la vean en grande, además de disfraces que sumamos hace poco. El objetivo es que a través del juego podamos llegar mejor a los chicos”, afirmó.
“En este momento tenemos que hacer hincapié en el derecho al juego y a la salud y a nosotras que nos gusta disfrazarnos, bailar y hacer un poco el ridículo, pero es para lograr una motivación y no tengan miedo. El tratamiento se hace en el consultorio, pero hay muchos chicos que no se acercan por miedo y en estos ámbitos se puede llegar a la prevención”, desarrolló.
“Vienen a jugar, no ven un sillón odontológico, es un ámbito distendido con una boca gigante, muelas con frutas verduras, chocolates. Más allá de ámbitos saludables, les enseñamos técnicas de cepillado. También hay muchos adultos con miedo, pero estamos haciendo un trabajo de hormiga con los niños”, agregó la odontóloga. “Siempre viene el móvil odontológico, donde se lo revisa y orienta a las mamás y papás”, acotó Teresa.
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