Domingo 11 de mayo 2025

"No más presos pampeanos a San Luis"

Redaccion Avances 28/11/2024 - 12.09.hs

“Es muy complejo el estar privado de libertad a tantos kilómetros, más allá de que una persona pueda merecer la sanción que se le ha aplicado. Pero que privados de la libertad pampeanos sean trasladados a San Luis, o Neuquén, produce un desarraigo que produce impacto aún en el núcleo familiar del detenido”, evaluó la abogada Vanessa Ranocchia Ongaro.

 

En diálogo con Radio Noticias, la profesional fue consultada por la presencia de representantes del Comité Nacional Contra la Tortura a la Cámara de Diputados, ocasión en que Ranocchia concurrió acompañando a la presidenta del Colegio de Abogados y a su colega Marcos Paz.

 

Los penalistas pampeanos hicieron una extensa exposición frente a los legisladores y a la gente del Comité, y trazaron una dura realidad de las condiciones en que algunos reos pampeanos cumplen con sus condenas.

 

“No más presos pampeanos a San Luis”.

 

Con respecto a los traslados a otras cárceles, fuera de la provincia, Ranocchia Ongaron dijo que “es una dura y contínua realidad en nuestra provincia, que actualiza la necesidad de pensar en algún momento un servicio penitenciario provincial. Que pueda terminar con ese tipo de contratos o de convenios como el actualmente vigente con San Luis” que, sostuvo, lleva a los presos pampeanos a soportar “condiciones de alojamiento absolutamente precarias”.

 

Agregó que “las personas que son trasladadas (por falta de cupos en la U.4) sufren un fuerte desarraigo, porque ni siquiera es en San Luis Capital donde los llevan, sino a un complejo que está ubicado en el norte de San Luis, en el límite con La Rioja. Y la pasan muy mal, todos los trasladados se quejan permanentemente y por supuesto nadie quiere ser llevado a San Luis”.

 

Impacta en las familias.

 

Agregó que para agravar la situación se incluye la imposibilidad de los familiares de visitarlos con cierta regularidad.”Hay un micro que sale de acá pero no es fácil anotarse, no es fácil conseguir cupos, y sólo puede ir un familiar por detenido, con lo que la pena impuesta al reo termina impactando en los núcleos familiares. Es decir, no sólo se condena a una persona sino también a sus familiares directos”.

 

No dejó de tener en cuenta Ranocchia que cuando se exponen estas situaciones se alzan voces que intentan justificarlas, porque “los presos no cotizan”, y las redes suelen ser el ámbito donde se castiga a quienes sostienen que las cárceles deben ser sanas y limpias para resocialización de los internos y no para castigo (como dice la Constitución Nacional). Por el contrario aparecen los que fustigan y afirman que “las cárceles no son hoteles” y pretenden que las penas sean aún más severas que las que indica una sentencia.

 

Presos sin condena firme.

 

La abogada penalista expuso ante los legisladores la inconsticionalidad del artículo 381 del Código Procesal Penal de La Pampa: “Aquí hay personas que sin  sentencia firme y en contra del artículo 11 de la Constitución Provincial van  presas. Se ejecuta la sentencia aún cuando quede un recurso ante el Superior Tribunal o ante la Corte Suprema si alguien tiene dos condenas. Eso debe derogarse”, dijo Marcos Paz.

 

Si bien Vanessa Ranocchia Ongaro mostró su conformidad por la creación del Comité, no dejó de marcar a las cárceles, alcaldías y dependencias policiales como “lugares de no derecho”, porque allí persisten condiciones que calificó como “tratos crueles y degradantes. No podemos permitir que las personas salgan en peores condiciones de las que ingresaron. Es clave garantizar acceso a la educación y herramientas que disminuyan la reincidencia”, reafirmó.

 

Situaciones de malos tratos.

 

Razonó que “si por tortura entendemos la aplicación de una picana, claro que vamos a coincidir que en La Pampa eso no sucede, al menos no en la actualidad. Sin embargo personas que permanecen privadas de libertad en las distintas dependencias policiales y/o en las alcaidías son pasibles de situaciones de maltrato, (algunas naturalizadas), y que tienen que ver no porque haya una intención deliberada del personal policial de agudizar el dolor del encierro, sino porque a veces por acción o omisión el Estado termina desprotegiendo a estas personas”.

 

Al sol 50 minutos día por medio.

 

Puntualizó aspectos negativos de los lugares de detención: “En la Alcaidía de Santa Rosa hay dos sectores, el sector oeste y el sector este. En ambos hay 16 celdas de tres por dos cada una ,con la previsión para albergar a dos personas por celda. En el sector oeste en este momento hay 45 personas, es decir, un promedio de tres por celda. De modo que el tercero duerme en el suelo. Las tarimas son de cemento y los colchones ignífugos son como colchonetas poco mullidas. El régimen del lugar encierra cierto maltrato. Por ejemplo, al patio los presos acceden día por medio y solo de lunes a viernes y por un lapso de tiempo que ronda los 50 minutos. En tanto permanecen todo el día en un pasillo o en la celda de tres por dos. Un tiempo ocioso en un espacio sin ventilación, ni ventanas al exterior”.

 

Propuestas educativas.

 

Se mostró de acuerdo con “las propuestas educativas”, pero si bien “son muy positivas” resultan limitadas. Los cursos de oficios tienen cupos demasiados limitados, de modo que la significación del encierro es solo de castigo”.

 

La abogada penalista le mostró fotos a los diputados de la Alcaidía. “Las posibilidades de higiene son cuestionables. Hay 4 duchas por sector pero en ambos funcionan solo 2 para casi 100 internos. Y además las duchas no tienen la regadera y está solo el agujero en la pared. Todo esto es grave porque a ello se suman las condiciones de hacinamiento y falta de ventilación. El baño de cada celda es un agujero en el piso”, completó.

 

Mala comida.

 

Siguió diciendo que “otro tema es la comida. Los presos reciben dos comidas diarias, una al mediodía y una a la noche. Sin embargo, el estado de la comida es habitualmente desagradable. Recuerdo una situación del año pasado en que todos los presos devolvieron la comida porque estaba en mal estado. Y lo he visto yo: una vianda que además de escasa con olor nauseabundo”.

 

Contó experiencias personales en lugares de detención: “Me ha tocado estar en la Seccional Tercera y ver que la comida para la cena era traída a las 6 de la tarde. Fue en junio, pleno invierno: eran fideos con carne y la comida quedó en una mesa hasta las 9 de la noche aproximadamente o un poquito antes en que iba a ser repartida para los presos. Obviamente que esa comida ha llegado fría”, reprochó.

 

 

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