Caso Fetter: "Soy inocente, ella se desmayó"

Desde la Alcaidía de la Unidad Regional 1, Marcelo Darío Agüera dialogó telefónicamente con LA ARENA y contó su versión sobre la muerte de Mirta Fetter. "No cometí ningún delito", dijo al comenzar la entrevista. "Le pido a la Justicia que proceda como debe, porque hace más de 20 días que estoy acá encerrado, acusado de algo que no hice", agregó.

 

El hombre de 38 años relató que su vínculo con Fetter (39) había comenzado dos días antes del episodio que se investiga, el pasado 5 de enero. "La conocí en el centro, mientras estaba sentado con un amigo tomando. Ella justo pasaba por la vereda y yo me acerqué y me declaré. Parece que le gusté, y me invitó a que la acompañara a la farmacia. Después por la noche fuimos a cenar al Molino, y cuando terminamos nos fuimos en remise para mi casa", relató Agüera.

 

Alikal.

 

Acorde a sus dichos, al día siguiente él se fue a trabajar y Fetter se fue a su casa, donde vivía junto a sus dos hijos y sus padres, pero a la tarde se volvieron a ver en la vivienda del acusado. "Desde entonces no se me despegó", contó Agüera a este diario .

 

"A las 7.30 me levanté para a trabajar en una obra en la casa de una policía. Yo hago changas, labores de albañilería por mi cuenta y también trabajo en los hornos. A las 10.15 ella me llamó por teléfono. Me dijo que se sentía indispuesta, y me pidió que le comprara dos Alikales y una botella de cerveza. Cuando llegué estaba sentada en la cocina, esperándome".

 

"Muy flaca".

 

El acusado de femicidio manifestó que Mirta Fetter "no trabajaba, casi no comía y consumía mucho alcohol, por lo que estaba muy flaca y tenía ojeras". Cuando Agüera arribó de su trabajo, dijo que le dio los Alikales y la invitó a comer en la casa del vecino, que había preparado una parrillada. "Mi amigo me había invitado a comer un asado, pero cuando llegamos ella no quiso comer, y sólo tomó cerveza. Además tampoco había desayunado, por lo que tomó varios tragos y se volvió a la casa a acostarse", relató.

 

Después de la siesta.

 

"Cuando terminamos de comer, tipo 1 de la tarde, le dije a mi amigo que me iba a acostar con ella, así que me fui y me tiré en la cama. A las 3.15 aproximadamente ella se levantó, pero cuando llegó a la puerta de la cocina se desvaneció. Yo asustado salí disparando y llamé a la policía", dijo Agüera.

 

Según dijo el imputado de femicidio, "la levanté, la llevé al baño, la peiné y le cambié la remera. Después la acompañé al patrullero y volví a la casa a lavarle la remera, pero en ese momento entró un agente que me dijo que tenía que ir a testificar, por lo que me demoraron 24 horas. Cuando a ella le dieron el alta me soltaron. No le escribí para ver cómo estaba porque me dictaron una restricción de 200 metros".

 

Detención.

 

"Ella le dijo a la policía que se había caído -prosiguió-, que se había desmayado, y a mí me soltaron. Cuando ella falleció a los pocos días me fueron a buscar a mi trabajo, y yo nunca opuse resistencia, porque no tengo nada que esconder... me quieren hacer cargo de algo que no hice".

 

Al ser consultado por sus antecedente judiciales, Agüera aseguró que no tiene. "Soy un laburante, una persona normal. Tengo una hija de 17 años que vive en Toay y yo la veo regularmente. Además tengo una buena relación con su madre, y jamás le pegué a una mujer". Al recordarle sobre una pelea que habría protagonizado años atrás por la que había pasado por la comisaría, el hombre dijo que "fue un roce, cosas que le suceden a todos". Por el momento, y por resolución de la Justicia, permanecerá detenido bajo prisión preventiva hasta el juicio.