Una maratónica escucha de audios
Desde las 8 y media de la mañana hasta bien avanzada la tarde la Audiencia de Juicio debió escuchar audios de Wahtsapp –a pedido de la Fiscalía-, en la causa que se le sigue al médico cardiocirujano Jorge Rigutto y otros tres profesionales de la medicina.
La intención de los fiscales era demostrar que el imputado hablaba con enfermeros y médicos para lograr la prisión domiciliaria en la causa que se le seguía por un presunto abuso sexual (en la que fue absuelto). Es decir, se investiga si armó una estrategia para mejorar su condición de detención, aunque después quedaría probado que nunca debió estar –como sucedió- 15 meses preso.
La acusación sostiene que la estrategia del médico era –mediante informes supuestamente falsos- beneficiarse con la prisión domiciliaria, evitando ir a la cárcel en forma preventiva.
No hubo testigos ayer.
También están acusados el médico forense Juan Carlos Toulouse, el médico privado Fernando Farías González y el enfermero William Tejada. Precisamente la idea de fiscalía era escuchar para saber si Rigutto influía sobre ellos para que pasaran informes falsos de manera tal que se lo dejara detenido en su domicilio. Hay que recordar que el juicio posterior probó que no debió estar preso, pero sucedió. Y nadie recibió reprimenda alguna por esa cuestión.
Ayer no hubo testigos, y sí una tediosa jornada de escuchas entre Rigutto y quienes atendían su salud en aquel proceso por el que finalmente fue declarado inocente.
Quería la domiciliaria.
Ayer se escucharon audios donde Rigutto hablaba con Juan Carlos Toulouse, Fernando Farías González y William Tejada. Lo que se advertía era el relato de una persona desesperada (Rigutto) tratando de que se viera agravado su estado de salud. Lo cierto, no obstante, es que las patologías existían, y su pretensión era la prisión domiciliaria.
Lo que también quedó claro es que no existió promesa de dinero a los médicos y el enfermero, o un audio donde diga “te pago para que le pagues al juez y me dé la domiciliaria”. No hay promesa de dádiva, por lo que no podría hablarse de cohecho o que se haya constituido delito.
Picos hipertensivos.
Cabe señalar que esas escuchas son las mismas que los abogados defensores de Jorge Rigutto plantearon que son ilegales, y por las que pidieron la nulidad del proceso argumentando que se trató de una medida “excesiva” del juez Carlos Chapalcaz.
Cabe recordar que el propio Rigutto ha manifestado que “en los meses de detención en la Alcaidía tenía picos hipertensivos; que los manejaba con diuréticos. Todos estos informes de presión arterial están en el legajo y las cifras fueron peores en la Alcaidía que durante la detención domiciliaria”, sostuvo ante el Tribunal.
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