Jueves 01 de mayo 2025

En Córdoba no se salva ni la casa de gobierno

Redacción 02/02/2011 - 01.21.hs

Córdoba de la Nueva Andalucía fue el nombre que le dio don Jerónimo Luis de Cabrera al pequeño pueblo que fundara el 6 de julio de 1573. Sin embargo, 438 años después, el actual gobierno cordobés está destruyendo su patrimonio histórico a mazazo limpio.
IRINA SANTESTEBAN
Córdoba no sólo es la segunda ciudad de Argentina, según el reciente censo nacional realizado en octubre de 2010, con 1.330.023 habitantes. Es también un importante centro cultural, económico, educativo, financiero y turístico. En cuanto al patrimonio cultural, se destacan importantes edificios de la época colonial como la Iglesia Catedral, el Cabildo Histórico con sus cárceles subterráneas, la Cripta Jesuítica y la Iglesia de la Compañía de Jesús. Este último es el templo más antiguo de la Argentina, considerado un ejemplar único de la arquitectura colonial y ubicado al lado del edificio de la Universidad Nacional de Córdoba, fundada por los jesuitas en 1613, la primera casa de altos estudios de Argentina y la cuarta más antigua de América, que le diera a Córdoba el calificativo de "la docta".
En la misma manzana de la Compañía de Jesús y el edificio de la UNC, se encuentra el tradicional Colegio de Monserrat, donde estudiaron Juan José Castelli, Juan José Paso, Nicolás Avellaneda y José Figueroa Alcorta, entre otros hombres de la historia argentina, y que recién hace diez años permitió el ingreso de mujeres a sus claustros. Como venganza para el género femenino, desde hace cuatro años y por primera vez en sus casi cuatrocientos años, la Universidad de Córdoba tiene una rectora mujer: la licenciada Carolina Scotto.
No sólo en la ciudad de Córdoba se encuentra este riquísimo patrimonio histórico, en el interior de la provincia hay cinco estancias legadas de ese pasado colonial: la de Caroya (1687), Jesús María (1618), Santa Catalina (1622), La Candelaria (1683) y Alta Gracia (1643).
En el año 200 la Unesco declaró a la Manzana Jesuítica, Patrimonio de la Humanidad.

 

Sitios históricos.
Córdoba se destacó asimismo en la historia política y social argentina, por ser escenario de distintos hechos importantes que indican la convivencia, siempre conflictiva, de sectores conservadores e ideas rebeldes y de cambio social. Los primeros reflejados en la llamada "Revolución Libertadora" de 1955, que derrocó al gobierno constitucional del general Juan Domingo Perón, y las segundas, en dos importantes acontecimientos, como la Reforma Universitaria de 1918 y el Cordobazo de 1969, la insurrección de obreros y estudiantes que hirió de muerte al gobierno de facto del general Juan Carlos Onganía.
Para cualquier turista interesado en la conservación del patrimonio histórico y cultural de los lugares que visite, le resultará extraño ver cómo en la ciudad de Córdoba se ha ido destruyendo paulatinamente ese bagaje que identifica a los pueblos con su pasado. Barrios tradicionales cordobeses como Nueva Córdoba, Alberdi, Alto Alberdi y Alta Córdoba, han ido perdiendo el tradicional perfil edilicio que los identificaba: casas bajas, con estructuras coloniales, grandes patios internos y galerías, techos de tejas, etc. En su lugar se han erigido imponentes edificios de ladrillos visto y enormes ventanales vidriados.
Esta política en materia de edificación urbana se ha hecho de una manera tan desordenada e imprevisible, que en esos barrios los servicios públicos se encuentran camino al colapso. Esta imprevisión por parte de las autoridades municipales y provinciales cordobesas, contrasta con la que se da en otra ciudad de similares características y población, como Rosario, cuyo patrimonio histórico es respetado y conservado. En el centro de esta ciudad, conviven esos edificios de la época colonial, en buen estado de conservación, con los exponentes de la moderna arquitectura.

 

A los apurones.
En este verano de 2011, la actitud de desaprensión de los gobernantes cordobeses, más precisamente del primer mandatario provincial, Juan Schiaretti, ha llegado a un límite increíble. Luego de haber aprobado a fines del año pasado, un presupuesto de 1.200.000 pesos para refaccionar la Casa de Gobierno, más conocida como la Casa de Las Tejas, decidió trasladar la sede del gobierno cordobés a un "Centro Cívico del Bicentenario", donde funcionará la Casa de Gobierno de Córdoba, cuya finalización se prevé en setiembre de 2011 y su inauguración será para octubre. Cualquier intención electoral es pura coincidencia.
La nueva sede del gobierno cordobés, que se está construyendo a la vera del Río Suquía entre la estación Mitre y la avenida Costanera, cuenta con un presupuesto de 404,9 millones de pesos. En tanto, donde estaba la Casa de las Tejas (hoy demolida en su mayor parte), se erigirá un "parque temático", denominado Parque Las Tejas, de siete hectáreas, que contará con un planetario, bares, restaurantes y varios pabellones, entre Nueva Córdoba y la Ciudad Universitaria.
Nunca se vieron obras tan apresuradas, al punto tal que, para que las oficinas administrativas del gobierno tengan una sede, mientras se demuele la anterior y se construye la futura, el gobierno ha gastado millones de pesos en el alquiler, por 10 meses, de diferentes edificios y casas. En el día de ayer, cuando los empleados públicos de la Casa de Gobierno retornaron de sus vacaciones, muchos de ellos no tenían todavía una sede asignada a sus oficinas, tal fue el apuro y la imprevisión con que se organizó la mudanza.

 

Patrimonio "protegido".
La Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam) una organización no gubernamental con status consultivo en las Naciones Unidas, ha realizado una serie de presentaciones judiciales para intentar detener la demolición de la antigua Casa de Gobierno cordobés. Su presidente, el biólogo Raúl Montenegro, denunció que las tareas de demolición eran ilegales porque no contaban con la autorización municipal por parte de la Dirección de Obras Privadas de la Municipalidad de Córdoba. La denuncia resultó cierta pues la demolición comenzó el 3 de enero, y la DOP autorizó la misma, en forma totalmente apresurada y desprolija, el 7 de enero. A su vez, ante la nueva denuncia de Funam, de la posible existencia de amianto-asbesto en los materiales que se estaban desechando, la Dirección de Impacto Ambiental (DIA) de la comuna cordobesa, confirmó el día 12 de enero que todavía no había presentación alguna para autorizar tales tareas.
La antigua Casa de Gobierno fue construida para ser Hogar de Ancianos, por la Fundación Eva Perón durante el primer gobierno peronista. Desde el gobierno del radical intransigente Arturo Zanichelli fue la sede del gobierno de la provincia de Córdoba. La Municipalidad de Córdoba lo había declarado "patrimonio protegido de la ciudad" mediante la ordenanza municipal 11.190.

 

"Falta de interés".
Dos centros de jubilados hicieron sendas presentaciones judiciales para detener la demolición del edificio, durante la feria de enero, pero el camarista Julio Guerrero Martín rechazó ambas acciones de amparo por "falta de interés legítimo en la cuestión". Los jubilados pedían que se respete el destino inicial de la Casa de las Tejas, esto es, que sea entregado para Hogar de Ancianos, frente a la decisión de abandonar ese edificio como sede gubernamental.
La época elegida para semejante obra no fue casual, aún así, los cordobeses se manifestaron en los tórridos días de enero para protestar contra una decisión que había dejado de lado normas del derecho público y administrativo. Nada torció el brazo del gobernador decidido a inaugurar Parque y Centro Cívico antes de finalizar su mandato. "Profetas del atraso", llamó Schiaretti a las numerosas voces de protesta que se levantaron contra su apresurada decisión.
Algunos de los escombros y materiales desechados de la demolición fueron arrojados al Arroyo de la Cañada, provocando más protestas de los vecinos y obligaron a la empresa Brasca, contratada por Electroingeniería, que es la que tiene a su cargo la construcción del Centro Cívico y el Parque Temático, a sacarlos y llevarlos a otros lugares autorizados por la Municipalidad.
Pero las presentaciones judiciales continúan, porque la FUNAM confirmó la existencia de amianto en la demolición, además de otras sustancias peligrosas, entre ellas plomo y cobre. El amianto es un cancerígeno humano cuyas fibras se trasladan por aire desde las zonas contaminadas. La Agencia Internacional para Investigación sobre el Cáncer, IARC, lo define como un "cancerígeno humano cierto" y su uso está prohibido en Argentina desde 2003.
Según denunció la ONG, la demolición y traslado de materiales que contenían amianto y otros residuos peligrosos puso en peligro de contaminación al barrio Nueva Córdoba y la Ciudad Universitaria, colindantes a la ex Casa de Gobierno, así como a obreros, operarios y habitantes cercanos a las zonas donde se descargaron los escombros. El amianto y el plomo son dos sustancias controladas por la Ley Nacional de Residuos Peligrosos 24.051.

 

Demasiado cemento.
Demolición sin autorización, traslado de materiales contaminados, depósito de escombros en lugares no autorizados, son sólo algunas de las irregularidades de la obra que Schiaretti considera "progreso" para la ciudad de Córdoba. Para Montenegro, considerado una autoridad en materia de defensa del medio ambiente, pudo haberse conservado el edificio, que es parte de la historia reciente de Córdoba, con su arquitectura de paredes blancas y techos de tejas coloniales, y rodearlo de un parque natural con poco hormigón y muchos árboles y espacios verdes. En lugar de ello, habrá una estructura con mucho cemento y poca naturaleza.

 


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