Sabado 11 de octubre 2025

Cómo el JP Morgan operó contra la ley de DNU en el Congreso

Redacción 11/10/2025 - 00.15.hs

En las bancas se comentó el papel que jugó en la sesión el fondo de inversión de EE.UU. Llamadas a diputados y advertencias. Los gobernadores de Provincias Unidas y otros que se dicen neutrales completaron el salvataje político. Se consolidan así como el sostén de Milei para después del 10 de diciembre.

 

Gabriel Sued

 

Directivos de fondos de inversión, JP Morgan entre ellos, operaron directamente sobre los diputados para advertirles que si se aprobaba sin cambios la ley de DNU podía caerse el salvataje de Donald Trump. Así lo contaron al menos dos diputados durante la sesión, en bancadas del oficialismo y de la oposición.

 

Pero no fueron los únicos que operaron. Los gobernadores nucleados en Provincias Unidas, algunos otros que se dicen neutrales e incluso uno que juega con el peronismo en las elecciones del 26 de octubre ejecutaron en la sesión del miércoles un salvataje político del Gobierno Nacional y se consolidaron como dadores de gobernabilidad para la etapa que empieza el 10 de diciembre. El respaldo pudo haber sido determinante incluso para terminar de destrabar el paquete de ayuda de los Estados Unidos.

 

Lejos de los discursos que estrenaron en esta campaña, en los que se ensayan equidistancia entre la Casa Rosada y el kirchnerismo, esos diez mandatarios instruyeron a los diputados que les responden para que obstaculizaran el avance de los dos proyectos que más irritaban al Gobierno Nacional. En medio de la negociación para recibir un respaldo financiero de los Estados Unidos, Javier Milei logró mostrar que es capaz de alcanzar acuerdos políticos para ponerle un límite a la oposición. Con la ayuda que le dieron el miércoles, esos gobernadores confirmaron que el Presidente puede contarlos como aliados en votaciones cruciales, al menos en iniciativas que no generen un fuerte rechazo social, como las de discapacidad, Garrahan y universidades.

 

Reconfiguración política.

 

La única condición es que el Gobierno Nacional no sufra una clara derrota en las elecciones del 26 de octubre. En ese caso, todo avanzaría hacia una reconfiguración general del tablero político. “Si a Milei le va muy mal no le van a quedar ni los propios”, dice un diputado del PRO dispuesto a apoyar al Presidente. El resultado electoral definirá la relación con los aliados más cercanos, como el PRO, y el vínculo con los gobernadores que volvieron a mostrarse dispuestos a colaborar con la Casa Rosada.

 

En un escenario base, en el que LLA obtenga 34% de los votos a nivel nacional, el oficialismo quedaría cerca de las 100 bancas en Diputados y superaría el tercio de manera holgada. Pero para avanzar con las reformas que se propone, debería apelar a los votos de los gobernadores aliados. Los diputados que quedarían en el centro, entre el peronismo y LLA, sumarían 56 bancas.

 

Integran esa lista los gobernadores de Provincias Unidas, que ayer se mostraron juntos en Jujuy, con fuertes críticas al kirchnerismo y al Gobierno Nacional: Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Ignacio Torres (Chubut), Claudio Vidal (Santa Cruz), Gustavo Valdés (Corrientes), Carlos Sadir (Jujuy) y Martín Llaryora (Córdoba). También otros provincialistas que habían ayudado al Gobierno Nacional en la mayoría de las leyes pero que endurecieron su discurso en los últimos meses porque competirán en sus distritos contra LLA: Gustavo Sáenz (Salta), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Rolando Figueroa (Neuquén). El décimo es el peronista Osvaldo Jaldo (Tucumán), que se había alejado de Unión por la Patria (UP) por su respaldo decidido a Milei pero que selló un acuerdo electoral con el ex gobernador Juan Manzur para enfrentar a LLA.

 

Balanza inclinada.

 

La presión de esos gobernadores inclinó la balanza en contra de los dos proyectos más importantes de la sesión: la reforma de la regulación de los DNU y la modificación de la distribución del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL). En el caso de la regulación de los DNU, el proyecto fue devuelto al Senado porque había sido aprobado en general. La oposición reunió 127 votos, dos menos que los necesarios, en el tratamiento del artículo 3, que proponía que los decretos pierdan vigencia si no son aprobados por las dos cámaras del Congreso en un plazo de 90 días. En esa votación hubo conductas extrañas. El bloque de UP tuvo cuatro ausencias, tres de ellas justificadas por motivos de salud. Distinto fue el caso de Tanya Bertoldi (Neuquén), que participó de la votación en general y se ausentó en el tratamiento en particular. Respondió a un pedido del gobernador Figueroa, del Movimiento Popular Neuquino (MPN).

 

Sobre la bancada radical, presionaron Pullaro, Valdés y Sadir, que en el momento de la sesión estaban juntos en Jujuy para el encuentro de Provincias Unidas del jueves. Un diputado radical blanqueó la jugada: “Nos metieron presión por medio de los senadores para fortalecerse ellos como los únicos capaces de darle gobernabilidad a Milei”, contó un integrante del bloque de la UCR a El Destape. “Los gobernadores radicales lo van a sostener a Milei pero van a aprovechar este tipo de votaciones para sacarle cosas para sus provincias”, agregó.

 

Las gestiones empezaron durante la sesión e involucraron también al presidente de la cámara, Martín Menem, y al jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo. Por primera vez en mucho tiempo, todos los diputados amarillos votaron de la misma manera, alineados con la Casa Rosada. Con Mauricio Macri decidido a mostrarse colaborativo con el Gobierno hasta el 26 de octubre, la indicación fue que ninguno sacara los pies del plato. Esa bancada resultará clave para que Milei sostenga un tercio de los votos en Diputados. Buena parte de ese alineamiento está garantizado por los que responden a Patricia Bullrich. El resto se divide entre diputados que se ubican bajo el ala de Ritondo y otros que responden de manera directa a Macri, como Fernando De Andreis, que va a ingresar en diciembre, por la Ciudad de Buenos Aires. (El Destape)

 

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