Viernes 26 de abril 2024

Los verdaderos objetivos de la OTAN

Redacción 13/07/2023 - 08.09.hs

Lejos de extinguirse como el Pacto de Varsovia, la organización se ha ampliado en las últimas cuatro décadas y ha incorporado nuevos miembros. Esta expansión es la principal explicación de la guerra hoy en curso en Ucrania.

 

JOSE ALBARRACIN

 

Cualquiera diría que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) debería haberse disuelto en 1990, al desaparecer, con la caída de la Unión Soviética, su razón de ser durante la Guerra Fría. Curiosamente, lejos de extinguirse como el Pacto de Varsovia -su contraparte comunista- estas cuatro décadas ha venido ampliándose, incorporando nuevos miembros -incluso entre naciones antes enemigas- y esta expansión es la principal explicación de la guerra hoy en curso en Ucrania. También curiosamente -o no tanto- esta guerra ha tenido el efecto de revigorizar y ampliar la OTAN, lo cual es un negocio redondo para Washington.

 

Muerte.

 

Apenas cuatro años atrás el panorama para la OTAN era muy distinto, al punto que el presidente francés Emmanuel Macron declaró que estaba en un estado cercano a la "muerte cerebral". Los países europeos invertían poco en gasto militar, y el presidente norteamericano Donald Trump amenazaba con abandonar o desfinanciar esa alianza militar.

 

Esta semana, reunidos en Lituania, los capitostes de la organización celebraron la incorporación de dos nuevos países: Finlandia, que ingresó plenamente en abril, y Suecia, que tiene el camino allanado luego de que, también esta semana, el gobierno turco anunciara que daba el visto bueno a su integración.

 

Turquía había venido ejerciendo su derecho a veto al respecto, no tanto por preocupaciones de índole militar o estratégico, sino como contrapartida por ese purgatorio eterno en que tienen su solicitud de ingreso a la Unión Europea. Con buena razón se venían preguntando por qué los turcos son buenos como aliados militares pero no como socios comerciales y políticos. Ahora, al parecer, han decidido ablandar su postura, y favorecer el ingreso de los "neutrales" escandinavos. Está por verse cómo les va con la apuesta.

 

A este crecimiento en la cantidad de miembros, se está sumando en forma creciente el presupuesto que cada país europeo destina al gasto militar. Hasta el momento, sólo Polonia y el Reino Unido superaban el porcentaje acordado del 2% del PBI (EEUU, por su parte, gasta el 3,5%). Pero eso ha comenzado a cambiar radicalmente, y mientras Francia casi llegó a la meta de los dos puntos porcentuales, el resto de Europa, con Alemania a la cabeza, va en la misma dirección.

 

Kiev.

 

Presente en Lituania, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky logró una entrevista con el norteamericano Joe Biden, que vino a restregarse las manos con lo que llamó la "otanización" de Europa. Pero si bien le hicieron una vaga promesa de aceptar a Ucrania en la organización, no hay ni un plazo, ni una definición clara de las condiciones que deben darse para que ese ingreso se produzca.

 

En realidad, el destino de los ucranianos no parece ser una prioridad seria. De lo contrario, no se explica cómo el gobierno estadounidense acaba de aprobar el envío de "munición de racimo" como ayuda militar, un armamento que, como las minas terrestres, provoca incontables muertes civiles -especialmente en niños- y se mantiene latente en el territorio por décadas tras la guerra, a la espera de víctimas. Esta decisión de Biden ha sido criticada por propios y extraños, ya que se trata de un tipo de armamento que las convenciones internacionales buscan prohibir.

 

En realidad, como lo dicen claramente los investigadores Grey Anderson y Thomas Meaney, la OTAN nunca tuvo el objetivo principal de la defensa europea: incluso en el pico de la Guerra Fría su capacidad militar instalada en el viejo continente, tanto en tropas como en armamento, no hubiera resistido un ataque soviético. "Más bien, el objetivo era obligar a Europa occidental en un proyecto más vasto, de un orden mundial guiado por EEUU, en el cual la protección norteamericana servía para obtener concesiones en otros campos como la política comercial y monetaria. En esta misión, ha demostrado ser muy eficiente".

 

Guerra.EEUU ha gastado unos 47 mil millones de dólares en el primer año de guerra en Ucrania, una cifra curiosamente parecida a la que el FMI le concediera al gobierno argentino en 2018, con efectos casi tan devastadores.

 

Pero el gasto militar de EEUU en Europa está muy lejos de ser un programa caritativo, sostienen estos autores. "La OTAN asegura la influencia norteamericana en Europa a un costo bajo. La contribución del Pentágono representa una pequeña proporción del presupuesto de ese organismo, menos del 6% según cálculos recientes. Y la guerra no ha hecho más que favorecer la posición norteamericana. Antes de la invasión rusa, aproximadamente la mitad del gasto militar europeo era capitalizado por fabricantes norteamericanos. La demanda creciente de armamentos ha exacerbado esta tendencia, con la compra de tanques, aviones de combate y otros sistemas de armamento, asegurando contratos jugosos por varios años. Puede que Europa se esté rearmando, pero es EEUU quien está cosechando las recompensas".

 

Todo esto, sin hablar todavía de los contratos que se obtendrán cuando llegue la hora de la "reconstrucción" de Ucrania, que serán sufragados por los europeos (y engrosarán la deuda externa ucraniana a niveles siderales).

 

En un discurso pronunciado al momento de dejar la presidencia, en 1961, Dwight Eisenhower advertía a sus compatriotas sobre la influencia perniciosa que tendría en el país la consolidación de lo que llamó "el complejo industrial militar". Una afirmación curiosa, proviniendo de quien había sido general del ejército norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial. Ese "complejo" aparece mencionado una y otra vez entre los sospechosos usuales cuando se especula sobre un complot tras el asesinato del siguiente presidente, John Kennedy.

 

Esta vez no puede haber dudas de quién es responsable de no existan conversaciones diplomáticas para terminar con la guerra en Europa, que bien podría escalar, y ya se sabe cómo termina esa historia.

 

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