Punto de vista: ¿Y la solidaridad de los empresarios?
Por Roberto Anselmino *
Bahía Blanca, Ingeniero White y otras localidades de la provincia de Buenos Aires atraviesan una situación desesperante tras el terrible temporal que dejó muertos, desaparecidos, destrucción, familias sin techo y necesidades urgentes. Y como siempre, la primera respuesta vino del pueblo: de quienes ya sufren, de quienes tienen poco y aun así dan lo que pueden, y a veces lo que no pueden dejar de tener. Pero, ¿y las grandes empresas?
Las mismas que se llenan la boca hablando de responsabilidad social cuando todo está en calma, hoy guardan silencio. No actúan.
Se necesitan alimentos con alto valor calórico como leche, galletitas, chocolates; productos básicos como bidones y botellas de agua potable, leche UAT, pañales, toallitas higiénicas, lavandina, jabón, detergente, ropa, colchones, frazadas.
Son insumos que muchas compañías producen a gran escala y podrían donar sin que eso afecte su rentabilidad. Pero no aparecen, no están.
En momentos como este, la solidaridad empresarial no debería ser una opción, sino un deber. No basta con campañas publicitarias o eslóganes vacíos en tiempos normales; se necesita acción concreta. Como platense lo he vivido en la inundación de 2013: la solidaridad llegó del pueblo argentino y de todos los rincones de Argentina.
El pueblo ya está haciendo su parte, aun con el dolor de la crisis del poder adquisitivo a cuestas. Ahora es el turno de quienes sí tienen los recursos para marcar la diferencia.
Ya no es solo un tema de responsabilidad social, es tener sentido moral y seguir una línea ética que no pocas veces se pregona sólo para posicionar una marca y fabricar una fachada.
*Periodista, consultor y analista político.
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