¿Quién cuida a nuestras infancias?
La desaparición hace más de un mes del niño Loan Peña, pone de manifiesto la corrupción judicial, policial y política, que se ensaña contra las infancias.
IRINA SANTESTEBAN
Tal como lo denunciara el titular de la Fundación La Alameda, Gustavo Vera, apenas advertida la desaparición de Loan, las autoridades judiciales debieron haber activado el protocolo “Alerta Sofía”, para que las acciones a desarrollar en las primeras horas fueran conducentes a la búsqueda efectiva del niño.
Este protocolo es un sistema de alerta temprana diseñado para localizar niños desaparecidos mediante la difusión rápida de información a través de múltiples canales. Si se hubiera puesto en acción de inmediato, otro podría haber sido el desenlace del caso que hoy sigue sin resolverse. La complicidad política, judicial y policial ha sido evidente, al punto que el comisario Walter Maciel, el responsable de la búsqueda en los primeros días, hoy está preso por “encubrimiento”.
Papelón.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, recién se hizo ver 10 días después de la desaparición de Loan, montando un vergonzoso show, y anunciando que viajaría a Paraguay donde supuestamente estaría el niño, raptado por una red de trata. Todo falso, las propias autoridades paraguayas desmintieron que hubiera ningún aviso en ese país para la búsqueda del niño. Finalmente Bullrich no viajó y luego se borró de la escena, hasta la semana pasada, cuando recibió al padre de Loan, casi un mes después de su desaparición.
El accionar del Poder Judicial correntino fue otra vergüenza, en lugar de trabajar con varias hipótesis, buscaron durante varios días al niño como si se hubiera perdido. Los fiscales Guillermo Barry y Juan Carlos Castillo, concluyeron que se trataba de un caso de probable secuestro con fines de trata por lo que pasaron la causa a la órbita de la Justicia Federal, donde se encuentra desde hace más de 20 días. Estos funcionarios dijeron haber ordenado las alertas correspondientes, cuyas medidas están a cargo del Ministerio de Seguridad, otra falla del área a cargo de Bullrich, sin resultados concretos y con una inexplicable lentitud en recabar medidas para la investigación.
Detenidos.
De los siete detenidos, cinco lo están por el delito de trata, pero a pesar de haber transcurrido más de un mes desde la desaparición de Loan, todavía no hay un perfil genético del niño, que permita identificar su ADN en restos encontrados en una camioneta, de propiedad de la ex funcionaria municipal Victoria Caillava y su esposo, el marino Carlos Pérez, ambos detenidos.
El caso se complica por la actuación de algunos miembros de la familia, como las declaraciones de la tía paterna de Loan, Laudelina Peña, quien afirmó que ese matrimonio había atropellado al niño. Esa hipótesis fue rápidamente tomada por el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdes, quien dijo que era “un gran avance” en la investigación. Y lo mismo hizo Bullrich, en una nueva demostración de su inoperancia como responsable del ministerio que debería haber investigado con seriedad el caso.
Esa hipótesis ha sido prácticamente descartada, y hoy los fiscales federales Alejandra Mangano y Marcelo Colombo, especializados en casos de trata, y el fiscal Mariano de Guzmán, de Goya, junto con la jueza federal Cristina Pozzer Penso, trabajan dos líneas de investigación: la sustracción del niño con fines de abuso sexual y posterior muerte; y sustracción para entregarlo, a cambio de dinero, a una red de pedofilia.
El Poder Judicial provincial y Federal, el gobierno de Corrientes y el nacional, la policía provincial y la Federal, todas estas instituciones han demostrado, como mínimo, tremenda ineptitud a la hora de investigar y tomar rápidas acciones para dilucidar el caso. En el caso de la policía, es mucho más grave, porque los fiscales señalaron su entorpecimiento-complicidad durante los primeros momentos de la investigación.
Desmantelamiento.
El Comité de Lucha contra la Trata de Personas era un organismo federal que fue desguazado en marzo de este año, con el apartamiento de Vera, su Director General. Ahora vemos las consecuencias: una muestra más del desastre que provoca el desguace del Estado que viene implementando el gobierno de Javier Milei.
Según Vera, la actitud de las autoridades de Corrientes no es una novedad porque esa administración provincial fue siempre renuente a colaborar en los casos de trata. Para el titular de La Alameda debió haberse aplicado integralmente el “Alerta Sofía” desde el minuto uno de la desaparición de Loan, lo que implicaba: difusión de su foto, actuación de las fuerzas federales desde el inicio, coordinación con otros países con el dictado del alerta migratorio, control del transporte público y peajes, etc. Todas medidas bastante efectivas para casos que podrían encuadrarse como desaparición por trata de personas.
Blindaje mediático.
El blindaje mediático de los medios y periodistas “amigos” del gobierno, son la otra pata de esta trama, pues dedican horas al caso pero sin ahondar en la responsabilidad ineludible del gobierno nacional, apenas si han criticado al Poder Judicial de Corrientes y al gobernador Valdes, de la UCR-PRO. Este hoy enfrenta una crisis importante, con la renuncia del ministro de Seguridad, Buenaventura Duarte, y las marchas que se suceden en el pueblo de 9 de Julio, donde ocurrió la desaparición, y en Goya, la segunda ciudad en importancia de Corrientes.
El día que Bullrich recibió al padre de Loan, José Peña, hubo en Goya una multitudinaria caravana pidiendo el esclarecimiento del caso, y en Buenos Aires hubo una manifestación en el Obelisco, en reclamo de la aparición con vida del niño, utilizando la misma consigna de las Madres de Plaza de Mayo, cuando pedían por sus hijos e hijas desaparecidas: “con vida lo llevaron, con vida lo queremos”.
Infancias desprotegidas.
Loan no es el primer niño o niña que desaparece en nuestro país: el Alerta Sofía se dispuso por la desaparición de Sofía Herrera, de 3 años, en un camping en Tierra del Fuego en 2008, de cuyo paradero nunca más se supo. El caso Loan reactivó el reclamo por decenas de niños, niñas y adolescentes desaparecidos, muchos de los cuales se presume que podrían haber sido víctimas de redes de trata, para explotación sexual.
El presidente Milei por su parte, sigue demostrando total indiferencia por el caso, así como no le importa el sufrimiento de la población cada vez más empobrecida. Se dedica a viajar por el mundo, sin ningún beneficio concreto para el país, pero no recibió a la familia de Loan a más de un mes de su desaparición.
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