Jueves 03 de julio 2025

Síntoma de desesperanza

Redacción 10/08/2024 - 10.51.hs

Mayoritariamente, debido a un enfoque periodístico pintoresquista y superficial, la provincia de Corrientes casi siempre apareció ante el resto del país caracterizada por su condición mesopotámica, su música sentida y sedicentemente alegre, los gritos de sapucai y, por qué no consignarlo, el alineamiento de su gobierno con las fuerzas retrógradas de La Libertad (no) Avanza.

 

Un hecho de características espantosas –la inexplicada desaparición de un niño de cinco años de edad— bastó para dejar al descubierto un contubernio entre las fuerzas que rigen la vida provincial, desde los políticos hasta los jueces y la policía, todo poblado por mentiras desvergonzadas e inmoralidades varias y enmarcado en una trama de pobreza y miseria popular.

 

Han transcurrido dos meses desde la desaparición del niño sin una pista concreta sobre su destino y paradero, una circunstancia que se abre a las especulaciones más horrorosas: ¿Fue vendido como una mercancía a inescrupulosos traficantes de carne humana, apuntando a una futura esclavitud? ¿Lo absorbió la oscurísima trama de la negociación de infantes con destino al aprovechamiento y venta de sus órganos (previo asesinato a manos de especialistas, claro), o simplemente está muerto y desaparecido, una perspectiva casi piadosa ante las otras posibilidades?

 

Cualquier especulación es válida en una sociedad en la que uno de sus legisladores nacionales --el senador riojano Juan Carlos Pagotto, de La Libertad Avanza- intentó que se aprobara la legalización de la venta de niños con una excepción a la regla general para los casos en que se trate de familias en “estado de necesidad”. Para el senador, la existencia de “familias numerosas y en estado de miseria es una de las realidades que tenemos” y la entrega o venta de sus niños, “aunque odiosa”, debe ser tenida en cuenta por el aparato legal. Por supuesto, para ellas ni hablar de soluciones más humanitarias y con el apoyo estatal , la educación y la creación de trabajo.

 

A semejante torpeza (por darle siquiera un nombre piadoso) por parte de los integrantes del partido en el gobierno, hay que sumarle la aparición de casos similares en el ámbito correntino en tiempos pasados, que el suceso reciente revive en la memoria popular.

 

Después de todo, semejantes barbaridades no deben sorprender; provienen de gentes que se integran ideológicamente con aquel candidato que durante su campaña promovía la venta voluntaria de órganos, candidato que, lamentablemente, hoy ejerce la presidencia de la república.

 

Lo cierto es que con estos dos meses de transcurrida la investigación, no parece avanzar, aunque pasó de la inepta justicia provincial a manos de la federal. Los grandes medios informativos, algunos de los cuales además de informar carancheaban sobre los hechos, han comenzado a abandonar la provincia. Todo un síntoma de desesperanza.

 

A pesar de la catarata informativa que, voluntariamente o no, desorienta a una enorme mayoría, el país sigue clamando con una pregunta: ¿Dónde y cómo está Loan?

 

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