Jairo, ovacionado por los santarroseños

En el marco de la gira que viene realizando para celebrar sus 50 años de su trayectoria artística, Jairo también estuvo en Santa Rosa y volvió a maravillar con sus interpretaciones a la buena concurrencia que se dio cita para aplaudirlo.

El Club Español albergó el pasado viernes una buena cantidad de espectadores –entre 250 y 300 personas- pero cabe señalar que un artista de ese calibre está en condiciones de concitar la atención de mucho más público. Si bien el lugar elegido ha tenido en los últimos tiempos en su escenario a otros espectáculos muy importantes, se podría decir que no es el más adecuado que se puede ofrecer para que el recital sea observado por la concurrencia de la mejor manera.

Sillas ubicadas al mismo nivel en el piso del salón hace que quienes no consiguen las primeras ubicaciones, y obviamente se sientan más atrás, se vean obligados a “cabecear” para ver a los artistas sobre el tablado.

¿Escasa difusión?

Y un detalle más. En el programa radial que se difunde los domingos por la mañana por Radio Noticias hubo más de un oyente que -al comentarse en ese espacio de la notable actuación del artista- se mostró sorprendido por no saber que había estado en Santa Rosa. Ha pasado con otros espectáculos que no todos llegan a saber que se presentaban en la ciudad.

Pareciera ser que los organizadores, que es verdad hacen un enorme esfuerzo por concretar esas presencias, creen que alcanza para difundir una obra o la presencia de un artista con sólo difundirlo en forma previa por las redes sociales. Y tal vez con alguna que visita a una radio.

Y diera la impresión que no es así. Se puede indicar que cuando algún intérprete llega a la ciudad en este tiempo no se ven afiches en las calles, ni se publicita suficientemente quizás pensando que la pauta es un gasto innecesario para la organización. Y todo indicaría que es un error.

¿Cuánta gente se quedó con las ganas de ver a Jairo en otra extraordinaria actuación? Es mucha la que lamentó haberse enterado después que ya había estado.

Un gran recital.

De todos modos los que asistieron se fueron satisfechos de haber visto un concierto de primerísimo nivel. El artista interpretó sus canciones más conocidas, entre las que pueden mencionarse “Los enamorados”, “La Balacera”, “Amigos míos, me enamoré”, “Milonga del trovador”, “El Ferroviario”, “Cuesta abajo”… pero el clímax llegó cuando Jairo con su hijo Yaco González, y su nieto Francisco, interpretaron magníficamente en francés “La bohème”. Allí el público ovacionó de pie a quienes representaban a tres generaciones de músicos.

En un momento dado Jairo anunció su despedida, y cuando abandonó el escenario, ante el habitual pedido de “¡otra!, ¡otra!, ¡otra!” demoró en volver. Todo indicaba que no volvería, y otra vez el público lo bañó en aplausos al regresar. Y no fue “otra”, sino que cantó cinco canciones más, la última “Ave María”. Y allí sí, la despedida a todo el grupo que se fue con una emocionante aclamación.

Un artista internacional –una de las emblemáticas voces de la canción-- estuvo en Santa Rosa para presentar parte de su obra inigualable. Y se insiste, hubo buena cantidad de público, pero pudo haber sido mucho más.