Sabado 27 de abril 2024

"Los nazis somos nosotros"

Redacción 01/03/2023 - 00.22.hs

Tras integrar durante casi un año una legión de mercenarios extranjeros y un batallón nacionalista de Ucrania, el estadounidense John McIntyre se pasó a las filas rusas portando una gran cantidad de datos de inteligencia. Este ex miembro de las fuerzas armadas de Estados Unidos, quien se autodefine como "espía", llegó a Ucrania en marzo de 2022 con el objetivo de recolectar información sobre sus fuerzas y actividades militares: "soy un comunista, antifascista. Tenemos que luchar contra el fascismo en todas partes", asegura.

 

"Les dije que soy antifascista y que vine para luchar contra el imperialismo ruso y los nazis. Entonces me respondieron: no, los rusos no son nazis, los nazis somos nosotros", cuenta en una entrevista difundida por la agencia Sputnik. McIntyre, que su hizo pasar por un admirador de Hitler para no despertar sospechas entre sus compañeros, dijo estar "muy sorprendido" por la gran cantidad de nazis y recordó que recibió cuestionamientos de mercenarios croatas y checos por una imagen del Che Guevara en su perfil de redes sociales.

 

"Nazis somos nosotros".

 

"Debía responder rápido y les dije: soy antifascista y estoy aquí para luchar contra el imperialismo ruso y los nazis. Entonces me respondieron: no, los rusos no son nazis, los nazis somos nosotros", agrega. La proliferación y omnipresencia de la simbología hitleriana en Ucrania, incluyendo esvásticas y símbolos de las SS, se encuentran muy bien documentadas, pero son sistemáticamente ignorados por los países occidentales y sus medios de comunicación.

 

"¿Estados Unidos está literalmente ardiendo frente a nuestros ojos y estamos gastando miles de millones de dólares en un gobierno nazi?", se pregunta McIntyre.

 

Entre otras cosas, detalló la estrategia de usar civiles como escudos humanos. "En mi segundo día en Ucrania, me encontraba en Lvov. Estábamos en el sótano de una escuela y en los niveles superiores pusieron a civiles, gitanos. También era una práctica común en Donetsk y en Járkov. Ocupábamos casas y lugares junto a viviendas habitadas por civiles. Si desde el otro lado bombardean y los matan, los ucranianos traen a los reporteros y se lamentan: "miren, matan a civiles. Pero no muestran las posiciones militares adyacentes, repletas de soldados", señaló.

 

También reveló "horribles" crímenes contra "muchos" prisioneros rusos, perpetrados por nacionalistas extremistas ucranianos y mercenarios extranjeros, para quienes estas atrocidades son una diversión y motivo de orgullo. "No lo vi en persona, pero sé que a muchos soldados rusos capturados les cortan sus genitales con un cuchillo, les abren el estómago, son degollaron o les cortan la cabeza", agregó. Y enumeró relatos de tres mercenarios, un argentino, un francés y un portugués, que ejecutaron prisioneros con disparos en la nuca.

 

La huida.

 

John confiesa que durante los combates con las tropas rusas estuvo a punto de morir más de una vez. Sin embargo decidió seguir su misión hasta el final para hacer públicos los crímenes de Kiev y las irregularidades de sus autoridades, así como denunciar que "los nazis controlan al gobierno de Ucrania".

 

También contó que en la legión internacional "había un oficial de la inteligencia estadounidense" que, con ayuda de un teléfono satelital y una computadora aportada por la CIA, entregaba datos sobre los objetivos de los ataques. "En la guerra y en el amor, todo vale. Los espías existen, y yo soy un espía. Misión cumplida".

 

Según McIntyre, cuando su actividad comenzó a despertar sospechas en Jarkov comenzó a planear la huida, pero acabó desistiendo al descubrir francotiradores destinados a liquidar desertores. Finalmente, a principios de febrero huyó hasta Odessa y contactó a su familia, que le envió algo de dinero. Luego escapó a Moldavia, de allí a Turquía y finalmente llegó a Moscú, donde se encuentra actualmente. (Sputnik y RT)

 

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