Jueves 30 de octubre 2025

Gases y represión contra jubilados

Redacción 30/10/2025 - 01.01.hs

La tradicional marcha de los miércoles que protagonizan los jubilados argentinos volvió a ser reprimida con el protocolo antipiquetes ordenado por Patricia Bullrich. Las adyacencias del Congreso de la Nación fueron copadas por una multitud de efectivos de Gendarmería Nacional, Prefectura y Policía Federal, que triplicaron en número a los manifestantes.

 

Otra vez las personas mayores que tradicionalmente se concentran frente al Congreso para reclamar aumentos en sus haberes, medicamentos y un trato más digno volvieron a ser castigados por el operativo de seguridad ordenado por la ministra de Seguridad y futura senadora.

 

Un triple cordón de seguridad cercó el Congreso y las calles Rivadavia, Entre Ríos y Callao estuvieron valladas desde temprano. Los efectivos de seguridad impidieron el paso de transeúntes y periodistas. Protagonistas de una escena que ya se volvió costumbre, los manifestantes alzaban pancartas con la consigna “Queremos cobrar para vivir, no sobrevivir”.

 

Cerca de las 15.30, un grupo de jubilados tiró parte de las vallas que bloqueaban la avenida e inmediatamente los efectivos de la Policía de la Ciudad reforzaron el operativo. Aunque esta vez no avanzaron sobre los manifestantes, detuvieron a una persona sobre la avenida Hipólito Yrigoyen, identificada como Luis Fernando Ochoa. “Nos tratan como delincuentes por pedir lo que nos corresponde”, denunció un ex trabajador ferroviario que todas las semanas participa de la ronda.

 

El gobierno nacional sostiene la aplicación estricta del protocolo antipiquetes, incluso frente a las marchas más pacíficas. “Todos los miércoles nos reprimen, pero volvemos igual”, dijo otra manifestante, mientras alzaba su cartel. La razón es clara: los haberes mínimos rondan los 300 mil pesos y la canasta básica supera el millón de pesos, asó que el ajuste se siente con crudeza.

 

Tiraron gases.

 

Esta fue la primera movilización de jubilados después de las elecciones y además de implementar un despliegue desmedido, que incluyó presencia de fuerzas motorizadas y efectivos antidisturbios, la policía tiró gases lacrimógenos sobre los manifestantes. Fuer durante un momento de tensión generado cuando se abrió un hueco en el vallado que separaba a los manifestantes de las fuerzas de seguridad, dejando a ambos grupos cara a cara. Entonces, los efectivos lanzaron gases y avanzaron, provocando corridas y heridos.

 

No es la primera vez. En semanas anteriores, los policías arrojaron gases para liberar el tránsito y afectaron a personas que se encontraban sentadas o circulaban pacíficamente.

 

La semana anterior, durante un episodio de represión contra los jubilados que manifestaban frente al Congreso, un hombre denunció haber sido arrojado “como un cohete” por efectivos de las fuerzas de seguridad. Contó que la caída le produjo fracturas y deberá ser intervenido quirúrgicamente. “Hoy tuvimos una reunión los viejos y analizamos que vienen por nosotros, por los fotógrafos, los camarógrafos, y todos los que protestan. Por la manera que me tiraron los milicos, se nota que tienen un ensañamiento feroz con nosotros”, lamentaba Ramón Contreras, miembro de “los doce apóstoles”, un grupo que marcha frente al Congreso todos los miércoles.

 

“Una y otra vez”.

 

Envalentonada tal vez por el resultado electoral, Bullrich anticipó que el gobierno reprimirá “una y otra vez” las protestas. El martes, explicó que “las fuerzas federales actuarán contra las protestas” y argumentó que reprimirán “cuando empiecen a tirar piedras”, a pesar de que nadie ha visto a un jubilado haciendo eso.

 

Durante su presentación ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados dio mayores preciciones: “Argentina tomó una decisión, la decisión del orden. Terminamos con 9.000 piquetes que destruían a nuestro país. En cada una de las situaciones donde intervinieron las fuerzas federales hubo militantes de distintas agrupaciones que tiraron piedras, rompieron y destruyeron todo, hicieron bosta la plaza del Congreso, levantaron veredas, y eso nosotros no lo permitimos”, dijo.

 

Hoy, marcha del PAMI.

 

Los miércoles, distintos colectivos de adultos mayores reiteran su convocatoria en la histórica esquina del Congreso para exigir una recomposición del monto de las jubilaciones y pensiones. Paralelamente, para hoy está prevista una nueva movilización de trabajadores de PAMI nucleados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), quienes llevarán su demanda al Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado.

 

El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, precisó que los empleados de la obra social “soportan más de un año de congelamiento salarial” y recordó que el último aumento de sueldo fue en octubre de 2024, cuando recibieron un 3,5%. Según Aguiar, “luego de un año sin recibir aumentos la gestión de Javier Mile nos ofreció un 0,8%”.

 

(Página 12, El Destape, Ambito)

 

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