Jueves 16 de octubre 2025

Todo estaba fríamente calculado

Redacción 16/10/2025 - 01.11.hs

El doble femicida Pablo Laurta se negó a declarar frente al fiscal de Entre Ríos que investiga la suerte del remisero Martín Sebastián Palacio (49), desaparecido la semana pasada luego de ser contratado por el imputado. Los funcionarios judiciales cren que lo asesinó, hipótesis fortalecida por el hallazgo de un cuerpo desmembrado en la zona donde fueron vistos juntos por última vez. Aunque los restos coinciden con el conductor, faltan los resultados del procedimiento científico.

 

Acompañado por su defensor, el joven uruguayo llegó a los Tribunales de Concordia para declarar sobre su encuentro con Palacio, pero decidió no hablar ni responder preguntas. La jueza de Garantías convocó a una audiencia para decidir su prisión preventiva y ordenó su traslado a Córdoba, donde será indagado por los femicidios de su ex pareja, Luna Giardina (24), y su ex suegra, Mariel Zamudio (50).

 

“Fue por justicia”

 

Antes de subir a la camioneta que lo trasladaría desde Gualeguaychú a Concordia, fue abordado por trabajadores de prensa. Una periodista del Canal 9 Litoral le preguntó: “¿Qué hiciste con (Martín) Palacio?”. Su respuesta resultó sorprendente: “Todo fue por justicia”, dijo.

 

Aunque la justicia no confirmó que el cuerpo descuartizado corresponda a Palacio, el ministro de Seguridad de Entre Ríos, Néstor Roncaglia, cree “en un 99%” que es el remisero desaparecido.

 

Cuidadosa premeditación.

 

A medida que van apareciendo nuevos datos, los investigadores aumentan su convicción de que actuó con premeditación y planificó hasta mínimos detalles de los crímenes. En una conferencia de prensa, Roncaglia explicó que en el caso del remisero “manejó todas las variables” y no actuó nunca “por mero impulso”. Lo calificó como “una mente criminal metódica” y consideró que todos sus actos estuvieron “fríamente calculados” y destinados a “llevarse a su hijo con él”.

 

Los investigadores descubrieron que la preparación comenzó en Salto, sobre la orilla oriental del río Uruguay, frente a Concordia. Allí permaneció diez días, “practicando cómo utilizar un kayak o piragua”, explicaron. El martes 7 de octubre Laurta cruzó el río para ingresar a Entre Ríos sin dejar rastros y escondió la piragua “en un monte en Puerto Yeruá”.

 

Una vez en Concordia llamó a Palacio. “Lo conocía porque ya había realizado otros viajes”, algo ratificado por Sonia Gómez, abogada de la familia del remisero. Le pidió que pasara a buscarlo para ir hasta Rafaela, en Santa Fe. Las cámaras de una estación de servicio en San Salvador registraron la entrada del Toyota Corolla que paró durante la madrugada para cargar combustible. El único ocupante era Laurta.

 

La familia de Palacio denunció su desaparición. El jueves 9 la policía de Córdoba halló el auto, totalmente incinerado, en el periférico barrio Villa Reitor. El sábado se conocieron los femicidios. Luego de perpetrarlos e incendiar el Toyota, Laurta pidió un taxi que lo trasladara hasta Gualeguaychú, junto con su hijo. Allí fue detenido, al día siguiente.

 

(Página 12 e Infobae)

 

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