Alma de vendedor
Pablo Corrales trabajó mucho tiempo en una cadena de electrodomésticos, luego abrió su propio local de instrumentos musicales y ahora con “Rhema” se diversificó a un negocio que ofrece artículos para el hogar.
“Siempre me gustó la música, toco la batería pero de forma casera, y en casa estamos más o menos todos en la misma”, asegura Pablo y cuenta que Marianela enseña música, Joel se dedica a ese arte, Melisa “es chef y canta” y Julieta “estudia comunicación y aunque lo tiene oculto también le gusta cantar”. La enumeración es sobre su pareja y los tres hijos de ambos, una parte de la explicación de por qué le gusta tanto estar rodeado de guitarras, bajos, trompetas, flautas, saxos u órganos, algunos de los instrumentos que ofrecen en “Rhema”.
“Es una tienda dedicada a la venta de artículos musicales, sonido profesional, iluminación y tecnología aplicada al rubro”, detalla Pablo Corrales (47) sobre el local de la calle Hilario Lagos 47 (teléfono 2954-643758), frente al Teatro Español, en pleno centro santarroseño.
“Nací en General Pico pero a los 15 vine para Santa Rosa porque mi papá trabajaba en el Servicio Penitenciario y cuando se cerró la cárcel en aquella ciudad lo trasladaron. Quería irme a estudiar Economía cuando finalicé el secundario pero en ese momento no se pudo, así que empecé la carrera de Contador. Al tiempo empecé a trabajar en YPF, anduve por Buenos Aires y cuando me fui de ahí entré a Platense. En la empresa fui empleado, gerente y socio. El local dedicado a música ya estaba y yo quería hacer algo por mi cuenta, así que arreglamos y me quedé con el negocio hace ya casi cuatro años”, resumió Pablo sobre su trayectoria laboral que dio un vuelco cuando la pandemia mundial del coronavirus trastocaba el mundo.
Desde hace unas semanas, “Rhema” se expandió y diversificó porque abrió un luminoso local de venta de artículos para el hogar y electrodomésticos en la esquina de Coronel Gil y Mansilla.
“Muchos clientes me pedían algunos productos por fuera de la música y empecé a hablar con algún proveedor de volver a un negocio de artículos para el hogar, porque estuve 23 años en ese rubro así que conozco mucho y me fui entusiasmando con la idea. Obviamente estos momentos son muy difíciles pero los proveedores te ayudan como para poder arrancar y me fui convenciendo. En principio buscaba un local más chico, más alejado del centro por los costos del alquiler, pero no había mucho disponible y se dio una buena posibilidad con esta esquina”, destaca Pablo rodeado de sommiers, heladeras, calefactores, mesas, sillas, tostadoras, hornos microondas y una gran diversidad de productos que se exhiben en el flamante local de la firma.
Promociones.
En medio de la dura realidad económica, Corrales señala que siempre mantuvo un mínimo de seis cuotas para tarjetas de crédito y que ahora se esperanza con la promoción que días atrás lanzó el Banco de La Pampa que entrará en vigencia desde la semana próxima.
“Este año se notaron mucho los aumentos, la inflación hizo que acceder a un instrumento musical o a un lavarropas, por ejemplo, costara mucho. Nosotros siempre mantuvimos seis cuotas sin interés y ahora estamos llegando hasta 9 y 12 cuotas, por eso las promociones del Banco Pampa hacen la diferencia, se nota cuando mejoran los montos disponibles en las tarjetas y en nuestro mercado provincial hay muchas tarjetas de la entidad, entonces hacen más diferencia que un Hot Sale. Ahora, con la promoción de subir los montos, la gente está muy esperanzada en poder acceder a un producto para el hogar, que son cosas que la gente necesita y que si no tenés la posibilidad de pagar en cuotas es muy complejo”, apunta Pablo.
- ¿Y en qué se diferencia Rhema respecto a otros negocios del rubro?
- La diferencia es la atención. La gente busca que le expliques qué está comprando, aunque hoy la gente mira en internet lo que hay, cuando vos la atendés bien hacés la diferencia. Sacarle todas las dudas, brindarle toda la información completa, demostrar el respaldo y la garantía. Creo que eso es un nicho que Santa Rosa todavía lo mira, y al estar en esta esquina me doy cuenta del movimiento impresionante que tiene, pasa muchísima gente entonces es clave generar un atractivo y diferenciarte en la atención.
“Rhema”, cuyo logo de la casa de música representa a una púa y el mismo logo al símbolo de ubicación en Google en el caso de la casa de electrodomésticos, planifica sumar cada vez más productos de acuerdo a la demanda.
“Empecé con lo básico que son colchones, muebles, electrodomésticos. Después si va funcionando iré incorporando más productos porque hoy un negocio de este estilo te vende motos, herramientas, de todo un poco. En estos días que recién arrancamos con Marianela vamos y venimos entre los dos locales y en el de música está Sebastián. Mi idea es que si nos va bien podamos sumar gente, tengo la idea de que uno tiene que devolver un poco todo lo que recibe. Al negocio viene mucha gente del interior y si vos le das tiempo y una buena atención, te lo reconocen. Es un distintivo primordial”.
Variedad.
En “Rhema” se consigue toda la variedad de instrumentos y lo necesario para sonido y otras cuestiones técnicas. Es un rubro muy específico y la clientela, muy variada. “Tenés todo tipo de público porque están los músicos que se dedican a eso, que tienen trayectoria y mucho conocimiento por lo tanto tenés que estar preparado, y por otro lado gente que recién empieza, niños que arrancan a tocar algo. Por eso es fundamental el mes de marzo o abril que es cuando empiezan las academias, las clases y todo se mueve con miras al resto del año”.
Pablo se siente a gusto en su lugar de comerciante. Construyó su carrera laboral de ese modo y luego le agregó su gusto personal, el de la música. Y ese combo le permite hoy avanzar hacia otras direcciones en busca del crecimiento.
“Siempre me gustó la música, toco la batería y finalmente a todo eso le incorporé mi veta comercial. Más allá de los momentos creo que uno no puede quedarse quieto, hay que buscar y arriesgar distintas alternativas porque es lo que te mantiene siempre atento”, analizó alguien que supo ponerle la melodía adecuada a su alma emprendedora, esa que lo lleva por nuevas notas comerciales en la ciudad.
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