Un rincón para el disfrute

Aunque viven a miles de kilómetros de distancia, los hermanos Rocío y Gonzalo Sánchez se unieron para un emprendimiento con sello propio: “SM. Almacén de vinos” abrió sus puertas para el deleite de los mejores varietales.

Como suele suceder cuando un emprendimiento arranca de cero, la planificación respecto a la fecha de estreno y otras cuestiones organizativas y de logística se postergan o se retrasan por los más diversos motivos. Y a veces las cuestiones que no parecen tan relevantes también demandan su tiempo y luego, con el proyecto en marcha, pasan a formar parte de las anécdotas que quedan para cada ocasión en que surgen las charlas con recuerdos. Charlas que siempre son más placenteras si son con una buena copa de vino con el sello de SM.

“Cuando nos pusimos a planificar el logo no nos poníamos de acuerdo, en un momento se nos ocurrió juntar unas uvas con la balanza de la justicia, para conjugar la especialidad de Gonza respecto al vino con mi profesión como abogada. Pero parecía más un estudio jurídico que un almacén dedicado al vino. No nos poníamos de acuerdo y a Gonza se le complicaba poder ganarme…”, se ríe Rocío Sánchez. “Así que ahí le dijimos a nuestra hermana Dani, que es arquitecta, y ella terció entre mi estructura del Derecho y las ideas de él y nos hizo este logo que está buenísimo”, agrega una de las dos responsables de ‘SM. Almacén de vinos’, el lugar que como carta de presentación tiene un racimo de uvas con la forma del mapa de la Argentina y una hoja que representa el mapa de Australia, el país donde vive Gonzalo desde hace muchos años.

Rocío tiene 37 años, su hermano 39 y ambos abrieron hace unos días el hermoso almacén ubicado en la esquina de la Avenida Palacios y la calle Schmidt de Santa Rosa, un lugar donde se consiguen vinos de bodegas especialmente seleccionadas pero también los más conocidos y tradicionales. Hay habanos y chocolates y es ideal para “una copa al paso”. Y pronto ofrecerá el vino de firma propia que se está macerando en la finca que Gonzalo tiene en la región vitivinícola de Adelaida, en Australia, el país al que emigró (y en donde se afincó) para desarrollar su tarea como Enólogo profesional.

“Cuando terminé el secundario me fui a Mendoza a hacer la licenciatura en Enología y después de un par de años de trabajo en esa provincia empecé a viajar. Surgieron posibilidades en Estados Unidos, donde estuve un tiempo, y después en Europa, sobre todo en Portugal. Siempre con trabajos en bodegas y así surgió una posibilidad en Australia en 2011, empecé a viajar hasta que me ofrecieron un rol permanente y me quedé. Tengo mis viñedos y con mi pareja, que es australiana, vamos a ser padres así que por eso vine ahora como para poder afinar todos los detalles de SM., pasar las fiestas acá después de mucho tiempo, y enseguida volver”, le contó Gonzalo a LA ARENA en la charla junto a Rocío.

“En mi caso estuve trabajando hasta hace dos años como secretaria legislativa en la Cámara de Diputados de la provincia, en la gestión de Mariano Fernández, y quería hacer algo completamente distinto, ajeno a la política y a la abogacía porque también trabajaba docente universitaria. En 2023 viajé por primera vez a Australia porque quería ver cómo vivía Gonzalo, cómo era su entorno, su trabajo. Siempre tuvimos un vínculo muy cercano así que charlando surgió la idea de hacer algo juntos, específicamente un vino. Me encantó esa idea porque siempre digo que el vino une, tiene esa mística de compartir, de disfrutar así que con todo el conocimiento de él y con mis ganas por aprender, por estudiar cosas nuevas, empezamos a darle forma”, describió Rocío sobre el germen de ‘SM.’

“Por la diferencia horaria, me levantaba los domingos a las 7 de la mañana para hacer el curso a distancia que me daba Gonza desde Australia y así fui aprendiendo. Como todo proyecto, lleva su tiempo y si bien pensábamos abrir en septiembre, recién lo hicimos ahora y estuvo bueno porque él pudo viajar, por eso el fin de semana estuvimos en Mendoza recorriendo y conociendo bodegas y vinos. Ya hicimos catas y planificamos otras actividades”, agregó Rocío, que trabaja en SM. (por Sánchez y Martín, que es el apellido materno) junto a la sommelier Romina García Zárate.

Vino propio.

En un rincón del Almacén hay una botella sin etiqueta pero que ya tiene el logo del racimo y la hoja. Y es que allí estará el vino que los Sánchez elaboran con receta propia.

“Queremos tener nuestra propia marca, que la gente también nos conozca por nuestro vino. El primero va a ser un Cabernet y la idea es ofrecer algo diferente, salir un poco de lo clásico, que no todo sea Malbec, porque cuesta que la gente se abra a otros varietales. Por eso nuestra búsqueda va por ese lado y tampoco vamos a apurar el proceso, nuestros amigos nos dicen ‘y, ya está listo?’, y estamos convencidos que tiene que cumplir sus tiempos y recién sale cuando realmente esté listo. Es difícil manejar la ansiedad pero es lo que se debe hacer”, resaltaron los responsables de un almacén que abre de lunes a sábados de 18 a 22.

“Diciembre siempre es un mes fuerte, con mucho movimiento, así que está buenísimo que Gonza esté acá respaldando todo el inicio del emprendimiento. Desde enero vamos a tener el concepto de ‘copita al paso’, que no es como wine bar que está abierto hasta cualquier hora, es la posibilidad de pasar, probar algún varietal que elijo, acompañarlo con frutos secos y sin necesidad de comprar una botella. Sí probarlo y si te gusta ahí sí se abre la posibilidad de que te lleves una botella”, destacó Rocío.

Gonzalo acomoda prolijamente algunas botellas sobre los estantes y Rocío cuenta más detalles de la elaboración de un vino que nace en tierras australianas pero que tiene espíritu y sangre pampeana. Un racimo de uvas y una hoja que se unen más allá de la distancia y que ofrecen la experiencia de saborear algo de sello propio, original. Como la propuesta de un Almacén creado con la pasión de hermanos, la de los SM.