Una lucha convencida, para que vuelva el tren
Abandono, desidia y reflejo de la falta de interés oficial forman parte de las definiciones que caracterizan a las vías que unen Santa Rosa y Toay (pertenecientes al ramal Once- Santa Rosa- Toay). Sin embargo, y más allá de la precariedad observada, varios voluntarios sueñan con reestablecer el servicio ferroviario del antiguo Ferrocarril Sarmiento y, de esta manera, facilitar la vida de un importante número de vecinos.
LA ARENA efectuó ayer un recorrido por parte del tramo mencionado. Iniciando el traslado por la esquina de Felice y Azurduy de esta ciudad se pudo contemplar un panorama descrito por la desolación. Los rieles, prácticamente oxidados, están rodeados por pastos punas secos y quemados, pozos, palos y postes rotos como así también cartones, restos de comida, envases comestibles y bolsas de plástico que, con el viento, se desplazan de un sector a otro. Allí, en los alrededores, no obstante, hay numerosas viviendas con familias residiendo en su interior y realizando todo tipo de tareas domésticas.
Pasajes.
Durante el recorrido, no pudo comprobarse ningún tipo de mejoras. El estado de los rieles, cada vez más tapados por los pastos y las plantas de distintas especies, era cada vez peor debido al óxido producto del tiempo. Al costado, los alambrados y postes coloreaban un paisaje aún menos vistoso. A su vez, en un sector, un pequeño incendio de pastizales comenzaba a desatarse aunque fue apagado inmediatamente por las ráfagas del viento.
Al transcurrir los metros de las vías, la plantación era cada vez más imponente. No obstante, en determinados momentos un grupo de personas caminaban sobre las vías y otras llevaban sus bicicletas "de tiro". Un pequeño cartel amarillo, con la inscripción de "Prohibido arrojar basura por ordenanza municipal", se enclavó sobre el costado de los rieles. Una de las particularidades eran los pasajes de tierra abiertos que cortaban las vías para que automovilistas, ciclistas y transeúntes se movilicen de un lado a otro.
Viviendas.
El peor tramo, por su parte, se sitúa a dos cuadras de la calle santarroseña Pecho Colorado. En ese sitio, las vías están completamente cubiertas por los pastizales y árboles. Los rieles prácticamente no se ven.
En tanto, la Estación de Ferrocarril de Toay está descuidada, con sus paredes pintadas con inscripciones de distintos colores mientras que pequeños basurales y los pastos puna rodean el lugar. Varios galpones, con la mitad de sus chapas arrancadas, se situan en cercanías de las pequeñas viviendas cuyas familias improvisaron sus patios con tendederos, ropa, y muebles apostados por distintas partes. Los autos viejos, vagones de maderas y la destrucción de las fosas (donde anteriormente se arreglaban las máquinas) completan la escenografía del espacio.
El ramal, que pertenece al Ferrocarril Domingo Faustino Sarmiento, se halla en la ciudad de Buenos Aires, y en las provincias de Buenos Aires y La Pampa. Su extensión es de 615 kilómetros. Fue la primera línea férrea del país y se inauguró el 29 de agosto de 1857, y en 1897 las vías llegaron a la capital pampeana. Hoy, el tramo mencionado solo llega hasta Pehuajó.
"Tren para todos".
Por otra parte, los integrantes del colectivo local "Tren para todos" intentan reestablecer el servicio ferroviario en esta zona. Para eso, los voluntarios efectuaron diversos proyectos cuyo objetivo radicó en el regreso del tren por las vías hoy abandonadas.
Ricardo Fernández, uno de sus integrantes, recordó que el año pasado asistieron al aniversario de la vuelta del tren a la localidad de Realicó donde pudieron conversar con un reconocido especialista en esta temática, miembro del Instituto Argentino de Ferrocarriles. "Nos centralizamos en el tren corto de Santa Rosa a Toay por lo que el experto nos asesoró para realizar los proyectos necesarios y reformular los que teníamos hechos", dijo Fernández. Y rememoró la realización de numerosas jornadas de trabajo donde tomaron más de 1600 fotografías en las vías y recolectaron datos estadísticos vinculados al tránsito, las barreras y el paso a nivel como así también al valor agregado que puede tener la unión de estas dos ciudades. Sostuvo que se compiló una importante cantidad de documentación y que el proyecto, para el regreso del tren en este sector, está "casi listo". De esta forma, el colectivo intenta emular a lo ocurrido en la localidad norteña mencionada anteriormente.
Sueño.
"En las últimas horas, viajamos a Realicó, y pudimos acordar una fecha para reunirnos con el especialista que nos asesoró", ponderó Fernández. La fecha del encuentro será el lunes 26 de agosto en esta ciudad. "Entendemos que recuperar este tramo significa un gran aporte para los vecinos que se trasladan por ambas ciudades y tienen que gastar mucho dinero", dijo al afirmar que la intención no radica en que se compita con el transporte de pasajeros sino que el usuario pueda elegir cómo trasladarse.
Por último, Fernández enfatizó que "Tren para todos" realizó una fotografías cada 25 metros de las vías. "Es un lugar hermoso, aunque somos conscientes del vandalismo existente allí", reconoció. Y completó que el proyecto programado plantearía la necesidad de creación de un consorcio entre ambas municipalidades (Santa Rosa y Toay) para manejar su funcionamiento. "Queremos que el tren vuelva, es nuestro sueño, y para eso estamos trabajamos", completó.
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