Miércoles 02 de julio 2025

Desmayada a golpes

Redacción 05/06/2014 - 04.21.hs
Evelyn Ivonne Toranzo, una muchacha de 25 años, decidió ponerle fin a una relación que le estaba arruinando la vida. Después de que el martes a la noche su pareja la golpeara hasta desmayarla, lo único que le quedaba por hacer era ir a la Justicia y contar todo. En noviembre de 2013, la policía de Toay había desestimado su denuncia y ella creyó que denunciar no servía de nada. Tampoco mostrar sus moretones y lastimaduras. Aquella vez fue peor, el dolor de los puñetazos le duró por varias semanas. Pese a que la atendieron en el hospital de Toay y después la revisó el personal de sanidad policial, la causa no avanzó.
"Yo quiero que se sepa todo lo que me ha hecho el padre de mi hija. Mientras estuvimos juntos me denigró siempre. Me decía negra de mierda, me decía que yo no era nadie. Cuando se ponía loco me pagaba en la cabeza incluso frente a nuestra hija", dijo Evelyn a LA ARENA.
Hasta el martes la joven y su pareja compartían un departamentito sobre Circunvalación. Pero después de la golpiza ella juntó sus cosas y regresó a la casa de sus padres, en el Plan 5000. "El martes él me empezó a mandar mensajes de texto diciéndome cosas horribles. Eran las 18 y yo estaba cursando en el Liceo Informático, porque estoy terminando el colegio. Cuando llegué a casa, hice dormir a la nena y él se fue afuera. Estaba como nervioso y empezó a pegarle a un perrito que tenemos, le pegaba piñas y patadas, incluso le hizo tomar agua del inodoro", contó la joven. Y agregó: "Cuando yo quise frenar la golpiza al perrito, se la agarró conmigo. Me dijo que era una negra de mierda, me agarró de los pelos y después me dio piñas y patadas por todo el cuerpo. En un momento quedé inconsciente. Me da mucha pena porque la nena se despertó y vio esa situación. Lo peor es que ningún vecino de los cuatro departamentos que hay en el complejo intentó frenarlo, nadie se metió".

Hijo.
El joven agresor es un abogado de 26 años, recientemente recibido, hijo del actual director del Instituto Superior Policial, Pedro Vigne. "Yo ya lo había denunciado penalmente el año pasado en la Seccional Quinta, cuando vivíamos en Toay. Esa vez me había golpeado mucho más, pero la denuncia no avanzó. Yo pienso que es porque su padre forma parte de la policía", agregó. Después de ese episodio, Evelyn perdonó al agresor y volvieron a estar juntos. Pero la violencia no tardó en aparecer.
Ahora Evelyn se está recuperando de los golpes, tiene magullones en todo el cuerpo y raspones porque el agresor la arrastró por el suelo. Dice que le duele mucho la cabeza y está tomando desinflamatorios para que se le baje la hinchazón de la cara. "Me falta un año para terminar el colegio. A clases siempre me acompaña mi hijita. Quiero estudiar educación física o trabajo social y darle a ella un futuro mejor", concluyó.
Según pudo saber este diario, hasta el cierre de esta edición el agresor no había sido citado por la Justicia y tampoco fue detenido.

 


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