El arte de embellecer rostros
Maribel Sánchez se dedica a cuidar y resaltar rostros: es maquilladora profesional y, además de trabajar en TV, tiene su propio emprendimiento. Un oficio siempre vigente que va desde quinceañeras hasta personas de 90 años, una labor que "ayuda a cambiar el ánimo".
Aunque es difícil tener una estadística precisa, se sabe que en este mismo momento millones de personas en todo el mundo están haciendo una "selfie", un autorretrato en la pantalla del celular que de inmediato se subirá a las redes sociales y, en muchos casos, luego de ser retocados con aplicaciones que modifican hasta el más mínimo detalle. En la era donde los rostros son la "cara" que se quiere mostrar, el maquillaje se redefine como un oficio tan actual como buscado. Un trabajo que Maribel Sánchez lleva adelante día a día con una precisión de experta.
"Desde chiquita me gustó maquillar, lo hacía con mis primas, mis tías. Además tengo facilidad para dibujar. Igualmente nunca había pensado en dedicarme profesionalmente, lo tomaba más como un hobby, pero en un determinado momento de mi vida necesité reinventarme y aposté todo a este emprendimiento", cuenta Maribel (45) mientras sonríe rodeada de pinceles, pinturas y colores de su estudio personal.
Maribel nació en Mones Cazón, una pequeña localidad del partido bonaerense de Pehuajó, y un día, junto a su pareja de siempre, decidió emigrar a Tierra del Fuego. "El es abogado y nos fuimos a crecer, a vivir otra experiencia y los dos ingresamos a trabajar en la Justicia. Tuvimos dos hijos y después de 14 años decidimos venir a Santa Rosa. Eso fue en 2010 y aunque acá concursé para entrar en el Poder Judicial todo se demoró mucho tiempo y por eso busqué otra cosa. Ahí me reencontré con el maquillaje: un día vi que en verano daban un curso intensivo en Buenos Aires para la gente del interior. Eran 8 horas al día y lo hice todo. Me la jugué y me convencí: 'esto tiene que andar' e hice todo para que así fuera".
Maribel hizo cuanto curso y capacitación encontró. Se nutrió de los mayores y mejores conocimientos y a principios de 2016 se presentó una de esas oportunidades que todo lo cambia: la Cooperativa Popular de Electricidad de Santa Rosa convocó a maquilladoras para su canal de TV. "Me presenté, les gustó lo que hacía y un mes después ya estaba trabajando".
El trabajo diario en el set televisivo le dio la experiencia y el oficio necesario para pensar en su propio emprendimiento, en equiparse para salir a ofrecer su arte de embellecer rostros.
"Mi idea fue traer algo distinto, un estilo novedoso. La gente acá por ahí es un poco tradicional, pero de a poco se va animando, sobre todo los más jóvenes, que con toda esta cuestión de las selfies, de la tecnología, tienen en la imagen un factor importante para lo cotidiano.
Un desafío.
Aunque el maquillaje televisivo no es tan artístico ("se busca tapar alguna mancha u ojeras pero sobre todo quitar el brillo para que no rebote con la luz en cámara"), el promedio de 80 maquillajes mensuales que realiza en la CPEtv le dio "mucha rapidez, mucha mano" para el trabajo que, en su estudio personal o a domicilio, realiza sobre todo los viernes y los sábados.
"El fin de semana es el trabajo fuerte, por supuesto. Maquillo a las quinceañeras, egresadas, novias, cumpleaños, pero no es solo poner productos en un rostro, tenés que saber corregir las facciones de las personas. La gran mayoría no somos modelos ni tenemos rostros perfectos, hay que trabajar específicamente. Cada cara y cada maquillaje es un desafío", cuenta Maribel que también brinda cursos de capacitación y ofrece vouchers especiales para regalar ("Está bueno porque por ahí se juntan entre varias amigas para hacer un regalo. Eso funciona mucho").
Como parte de su capacitación Maribel hizo cursos de marketing y también proyecta su futuro profesional. "Es importante saber qué ofrecer, qué demanda el mercado, qué cosas faltan. A mí me gustaría expandirme, que se conozca lo que hago en otros lugares de La Pampa y también en otras provincias".
¿Y cuál es la satisfacción mayor de tu trabajo?
"Hasta ahora el resultado de lo que hago es muy gratificante, la gente se va chocha. Primero llegan como con miedo, con precaución, y cuando ven el resultado se sacan fotos, piden verse y, más que nada salen con un ánimo feliz. Eso es fundamental, les cambia el ánimo. Y la certeza de que hiciste las cosas bien la tenés cuando te mandan un mensaje a las 6 de la mañana para decir que el maquillaje no se corrió. La persona va a llorar, va a transpirar, entonces tenés que trabajar con buenos productos y hacer las cosas bien para que todo funcione. Ahí es cuando te quedás tranquila que el trabajo estuvo bien hecho porque duró toda la noche".
"Maribel Sánchez Maquillaje" montó su propio estudio en su vivienda particular y tiene la valija para salir a los domicilios. Un sábado puede hacer hasta seis trabajos. "Mayor cantidad no porque le dedico al menos una hora a cada uno, y prefiero privilegiar la calidad. Hoy los chicos y chicas están muy informados, conocen y se animan a más, sobre todo los varones, algo que hasta hace un tiempo era impensado".
Maribel está en plena temporada "fuerte": los bailes de egresados se multiplican y las chicas y chicos se animan a dejar que ella "juegue" con las pinturas en los ojos, bocas, mejillas. Que se animen no solo a la mejor ropa o a los mejores zapatos sino a que la cara también cambie.
"Me pasa mucho en el canal, la mayoría de los que maquillo son invitados, y tienen buena predisposición, pero además cuando ven que uno cambia algo, corrige un poco, se miran y les cambia el estado de ánimo, se ríen, piden que les saquen fotos. Yo veo eso más que nada, cómo se les modifica el semblante. Es algo que hacemos todo el tiempo, salís en el auto y en un semáforo te mirás en el espejito para arreglarte. Por eso está bueno que se animen, que se diviertan, uno se maquilla de diferentes maneras, desde el discurso hasta la ropa, y la cara también, por eso lo que más disfruto es cómo cambia el estado de ánimo de la gente".
Artículos relacionados
