Queja por desatención
Juan Sosa Soria, un vecino de la ciudad, se comunicó ayer con este diario para manifestar su malestar por la manera en que fue atendido el llamado que realizó a Emergencias, solicitando una ambulancia con un médico para su madre de 92 años.
El vecino relató que ayer a las 14.30, cuando se disponía a almorzar con su madre, Juana Soria, de 92 años, en la casa de la mujer en Villa Santillán, ella se manifestó dolorida, al punto tal que lloraba. La mujer se recostó en su cama y le manifestó un fuerte dolor en la zona de las costillas.
El hombre llamó a Emergencias (107) desde donde le manifestaron que no podían enviarle la ambulancia y le pidieron que se comunicara con PAMI, ya que su madre es jubilada y tiene esa cobertura social. El 0-800 que le pasaron lo derivó a otro teléfono -uno de tres cifras que no recordaba- y desde ese número le dijeron que no podían atender a su solicitud y que volviera a comunicarse con el 0-800, algo que hizo nuevamente sin éxito.
Tras un nuevo intento infructuoso con el 107, temiendo que su madre estuviera padeciendo un episodio cardíaco, decidió llamar al 101, el comando radioeléctrico de la Policía. Minutos más tarde, dos efectivos de la fuerza se hicieron presentes en su casa y constataron que la mujer estaba muy dolorida y no dejaba de sollozar.
«Era una pareja de policías. Una mujer, que se quedó con mi mamá, acompañándola y tratando de contenerla y un hombre que llamó al 107. Recién cuando ellos llamaron, la ambulancia llegó, con un médico. Ya eran las 17 horas. El médico la vio y decidió derivarla a mi mamá a la Clínica Modelo, donde está internada ahora», narró.
El vecino se mostró sumamente molesto por lo que consideró un trato desconsiderado del 107, que recién dos horas y media después de su llamado, y gracias a la intervención de la Policía, envió la ambulancia de Emergencias. El vecino también apuntó contra el PAMI, ya que tampoco evacuó su reclamo.
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