Cierra La Rural y reabre La Capital

En estas horas reabre sus puertas la histórica confitería La Capital. El clásico bar santarroseño, ubicado en pleno centro de la ciudad, permaneció cerrado por casi dos meses en razón de algunas refacciones que se estaban realizando en el local.

 

A los habituales transeúntes no dejaba de llamarles la atención que, por varias semanas, la tradicional Confitería ubicada en la esquina de Avellaneda y 9 de Julio, permaneciera cerrada.

 

Según se explicó en un momento, el propietario Oscar de la Mata (h), aprovecharía el período de vacaciones que en forma anual se les otorga a los empleados en esta época del año para llevar adelante algunos reacondiciomientos, y particularmente un baño para discapacitados. Asimismo se trabajaba para hacer una escalera por calle 9 de Julio que conducirá a la planta alta del edificio.

 

Por eso, en todos estos días el panorama, mirando hacia adentro, era de desolación porque habían sido retiradas mesas y sillas, y en el exterior se podía ver una suerte de cerca tapando el sitio donde se hacían los trabajos.

 

Lo cierto es que no fueron pocos los parroquianos que debieron buscar otros bares para las juntadas habituales; pero su espera parece haber llegado a su fin: reabre La Capital.

 

Algunas versiones están dando cuenta que en la planta alta –que no se utilizaba en los últimos años-- podrían desempeñarse algunas dependencias del Banco de La Pampa, aunque esto no está confirmado.

 

La Rural.

 

Lo que también extrañó en los últimos días fue que el restaurante La Rural, que funcionaba en Avenida Spinetto –frente a la cancha de All Boys-, ha cerrado sus puertas.

 

La propiedad era alquilada por la Agrícola Ganadera a la familia Acosta, que desde hace años venía explotando la casa de comidas. El año pasado hubo un reclamo –incluso intervino la justicia- porque la entidad dueña del salón pretendía recuperarlo, pero recién ahora se produjo el desalojo.

 

Los dueños del restaurante están buscando un local adecuado para continuar con su actividad gastronómica. Por otra parte nada se sabe para qué utilizará la Agrícola el recinto que ahora está vacío.