Formalizada por falsificar una receta médica
(General Pico) - Jimena Cardoso, jueza de control de General Pico, le formalizó una causa penal a una empleada administrativa del municipio de Alta Italia que está acusada de falsificar el sello y la firma de un reconocido médico para confeccionar una receta a favor de un amigo. La mujer, que llegó a los Tribunales piquenses en calidad de detenida, quedó imputada del cargo de Falsificación de instrumento privado y uso de instrumento privado falsificado.
Hoy a la mañana, la jueza Cardoso, coordinó la audiencia de formalización de la Investigación Fiscal Preparatoria de la que también participó el fiscal Matías Juan; de la Fiscalía General; y el defensor privado, Facundo Abdo.
La jueza le inició una causa penal a la imputada y dispuso la apertura del teléfono celular que fue secuestrado en el marco de la causa, en un allanamiento un allanamiento que se realizó en su domicilio. La policía, además, secuestró otros elementos de interés. La jueza, por pedido de la Fiscalía, dispuso la libertad de la acusada aunque le dictó una restricción de contacto, comunicación y acercamiento hacia el denunciante.
Denuncia.
La causa se inició luego que a principios de semana, el reconocido médico piquense Marcos Miguel, denunciara que le habían falsificado el sello y la firma en una receta. El médico, que es auditor de la obra social Osecac, notó la anomalía al revisar las recetas y al desconocer el nombre del paciente en el formulario que llevaba su firma y sello. El
Se presume que la imputada utilizó la firma y un sello a nombre del médico, que sin embargo, no pertenecía a Miguel, por lo tanto se trataría de un sello falso. La mujer habría usado la firma y sello de Miguel para hacerle una receta a un vecino de Alta Italia que necesitaba que un médico clínico le prescribiera analgésicos y un tratamiento kinesiológico. Al hacerse de esta receta falsa, esta persona accedió a los medicamentos y al tratamiento requerido.
Cuando al denunciante, en su rol de auditor, le llegó la receta, desconoció al paciente, porque nunca lo había atendido, y notó que la receta tenía un membrete y una letra diferente a la suya, y que llevaba su firma y su sellado.
La imputada conoce Miguel de haber compartido lugar de trabajo durante muchos años en un centro médico de General Pico. El médico piquense, al desconocer la receta que llevaba su firma, se comunicó con la mujer por mensajes, le reprochó el hecho y le exigió que le devolviera el sello. Cuando le llegó, se dio cuenta que era de otro color, que no era de su propiedad, por lo tanto, se trataba de un sello falso que llevaba su nombre.
Tras la denuncia, la policía allanó la vivienda de la imputada, donde le secuestró el teléfono y otras recetas. Se presume que podría realizado otras maniobras similares. Al no haber peligro de fuga ni de que obstaculice la investigación, la jueza dispuso la libertad de la imputada aunque le dictó una restricción de comunicación con el damnificado.
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