“No hubo robo ni fractura, es todo mentira de la policía”
“La policía acusó a mi hijo de algo que nunca hizo. Lo golpearon salvajemente, le armaron una causa falsa y todavía está preso. El fiscal pidió una preventiva de 30 días, pero el juez dictaminó una semana. Quieren tenerlo adentro hasta que desaparezcan las huellas de la paliza que le dieron dentro de la Seccional. Nunca robó, no golpeó a nadie, ni se resistió, y tampoco registra ningún antecedente judicial. Cuando los efectivos se dieron cuenta de que se habían equivocado, armaron esa historia que salió en los diarios. Pero las cosas no ocurrieron así. Mi hijo no robó un celular, tampoco le pegó a una supuesta víctima y el policía no sufrió ninguna fractura. Ahora quieren calmar el asunto, pero nosotros denunciaremos los apremios ante la fiscalía con pruebas y testigos, y seguiremos hasta las últimas consecuencias”.
Lorena Rosalía Tarrío tiene 45 años y reside en el barrio Obreros de la Construcción. Tiene cuatro hijos y dos nietos. Acudió a esta redacción para desmentir una nota publicada el domingo, titulada “Policía sufrió fractura. Le quebró el tabique a un joven y le robó”. Aportó las imágenes de una cámara de seguridad y contó que conoce las identidades de los tres policías que participaron del operativo y de varios testigos del episodio. Además, “la casa vecina donde aparecieron los celulares, que no habían sido robados, pertenece a un efectivo policial. Fue su propio hijo quien entregó voluntariamente esos dispositivos al agente fracturado, quien inmediatamente colocó uno en el bolsillo de mi hijo mientras estaba esposado en el patrullero, diciéndole “¿Viste que lo tenías vos al celular?”.
El video contiene imágenes captadas a las 7 de la mañana, por una cámara de seguridad privada, ubicada en la esquina de Callaqueo y Quinquela Martín. Se observa el patrullero y un efectivo que camina hacia una vivienda, de la que sale un joven y entrega elementos. “Ese joven tenía los celulares de sus amigos. Los había guardado junto con sus documentos, para evitar que los perdieran, porque estaban borrachos. Y también fue testigo de la primera golpiza que le dieron a mi hijo”, explicó.
Después el patrullero trasladó al muchacho hasta la Seccional Segunda, donde habría recibido golpizas sistemáticas de varios uniformados.
Versiones muy distintas.
Según la información que la policía suministró el domingo, “dos jóvenes abordaron a otros dos, los golpearon y le robaron el celular a uno de ellos. Al ser interceptado, uno de los sospechosos forcejeó con un efectivo que sufrió una fractura en la tibia”. El incidente habría ocurrido en 1º de Mayo y Salta. El parte policial añadía que “uno de los jóvenes agredidos tenía la cara inflamada y sangraba por la nariz. Fue asistido por personal del SEM que lo trasladó hasta el hospital, donde le diagnosticaron fractura de tabique”.
El hijo de Lorena, acusado por robo y agresión, tiene 20 años. Cuando llegó a la seccional “los efectivos se turnaron para golpearlo en represalia por la supuesta agresión a su compañero. Todos lo fueron pateando, uno por uno”, relató su madre. Sin embargo, “mi hijo no agredió a ningún policía y la defensora oficial pudo confirmar que no hubo efectivos lesionados”, advirtió.
“El viernes por la noche mi hijo salió con sus amigos. Fueron al boliche Sector Siete. Es cierto que hubo una pelea, porque uno de los chicos se peleó con otro cuando regresaban caminando. Pero nadie robó nada, solo se pelearon entre dos. Mi hijo venía acompañado por una amiga. Cuando estaban apenas a una cuadra de casa, los interceptó la policía. Se bajaron del patrullero y le pegaron un culatazo reclamando que devolviera lo que había robado. ¿Dónde está el celular?, le preguntaban.
“Lo hicieron dar una vuelta a la manzana, mientras seguían pegándole en las costillas”, contó. Finalmente, un amigo de las supuestas víctimas de robo, que reside en una casa contigua y observó el incidente, le aclaró a la policía que tenía ambos celulares junto con documentación de sus amigos. Ingresó a su casa y salió con esos elementos para entregarlos voluntariamente.
Esa es una de las imágenes grabadas en el video. En diálogo con este diario, Tarrío informó que conoce las identidades de los policías (dos hombres y una mujer) que agredieron a su hijo, y aclaró que también conoce a los restantes testigos. “Incluso hablé con la madre del chico golpeado durante la pelea. Me dijo que le hicieron firmar a su hijo una denuncia donde relata que mi hijo le robó su celular. Y aunque es mentira, no se anima a retirar la denuncia porque tiene miedo”.
Según Lorena, “se ensañaron con mi hijo y cuando descubrieron que le habían pegado por nada, quisieron tapar la cuestión con una denuncia falsa de robo y agresión al policía”. Si bien la defensoría confía que pronto recuperará su libertad, el joven y su madre pretenden que “los efectivos que actuaron tan mal sean investigados y sancionados como corresponde. Mi hijo es un respetuoso y bien educado, y mi familia está pasando un momento muy feo por esto. Desde ese episodio, todas las madrugadas pasa el patrullero de la Segunda y se para un rato frente a mi casa. Tal vez quieren amedrentarnos, pero yo no les tengo miedo”, concluyó.
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