Otra condena por el caso Loza
Carlos Andrés Carrión, co-autor del brutal crimen del trabajador municipal Diego Loza, fue condenado a 12 años de prisión. La familia de la víctima esperó por la “condena ejemplar” más de cinco años. Uno de los imputados fue condenado a prisión perpetua, pero Carrión era menor de edad al momento del hecho y por eso se retrasó la sentencia.
“Poco más de cinco años del asesinato de Diego y por fin llegó una condena. El juez de Menores condenó a 12 años de prisión a Carlos Andrés Carrión”, escribió en las redes sociales la hermana de la víctima, Paula Loza. “Sabemos que esto no termina acá, pero hoy sentimos un poco más de tranquilidad, no hay pena que puedan cumplir estas lacras que nos saque del dolor que nos causaron… La ausencia se siente a diario, pero sabíamos que esta instancia era una de las más difíciles”, continuó y finalizó: “Todavía nos queda camino por recorrer y seguimos firmes pidiendo Justicia. Gracias por acompañarnos y por recordarlo siempre”.
El trabajador municipal fue asesinado en junio de 2018 y el juicio se desarrolló en mayo de 2019. En ese marco, el Tribunal de Audiencia condenó a Walter Eleuterio Rojas Pedraza a prisión perpetua por ser autor de los delitos de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, homicidio criminis causa, en concurso ideal con robo con escalamiento agravado por el uso de arma de fuego y portación de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal, todo en concurso real, en calidad de co-autor.
A su vez, el Tribunal declaró la autoría y responsabilidad penal de Carlos Andrés Carrión -quien al momento del hecho tenía 17 años- por los mismos delitos, y también en calidad de autor.
Pruebas.
Durante el juicio, el Tribunal dio por probado que el 23 de junio del año pasado, entre las 21:05 y las 22:05, Rojas Pedraza y Carrión "ingresaron por el balcón del departamento ubicado en el segundo piso de la calle Emilio Zola 370, de Santa Rosa, y sorprendieron a Diego Nicolás Loza en la zona del baño, donde se le efectuaron tres disparos con una pistola Bersa calibre 22".
Según el fallo, el primero impactó "en el brazo izquierdo, el segundo en la pierna izquierda y el tercero en la boca, previo haberlo maniatado. El arma fue secuestrada en el mismo lugar del hecho, debajo de unos zapatos negros que se encontraban en el placard de la habitación. Esa arma fue utilizada por ambos acusados, quienes no contaban con ningún tipo de autorización legal vigente al momento de trasladarla, dispararla y utilizarla".
Además, la sentencia señaló que "con posterioridad de darle muerte a Loza, la cual no fue inmediata, lo envolvieron en una frazada y lo ocultaron debajo de una parrilla que se encontraba ubicada en el balcón que da a la calle Zola del departamento, donde días después fue hallado sin vida".
Artículos relacionados