Miércoles 27 de marzo 2024

"Prácticas hostiles y acoso laboral"

Redacción 29/11/2022 - 09.19.hs

En un texto dirigido al secretario de Trabajo, Marcelo Pedehontaá, como "contestación de la nota presentada por la directora de políticas de Género y Diversidad de la Municipalidad de Santa Rosa, Gabriela Bonavitta", el Consejo Directivo Provincial de ATE expuso las graves situaciones de violencia, acoso laboral e irregularidades administrativas que afectan al personal de ese organismo.

 

La nota, firmada por la secretaria general Roxana Rechimont, consta de nueve puntos, e incluye anormalidades graves, como la corrección unilateral de los informes que presentan las profesionales del área y la sobreescritura de legajos sobre intervenciones realizadas donde constan las matrículas profesionales. También aclara que la crónica "pretende describir en su amplitud y complejidad la situación crítica vivenciada por la totalidad de las trabajadoras, en rechazo a lo expuesto por la patronal, que solo hace mención a las delegadas gremiales" lo que evidenciaría una "personalización del conflicto laboral en las delegadas, desatendiendo el reclamo colectivo" del personal.

 

Según la nota, en el área comandada por Bonavitta existe "escasa o nula posibilidad de decidir cómo se realiza el trabajo, porque la directora incurre reiteradamente en actos de injerencia sobre nuestra incumbencias profesionales". Las trabajadoras denuncian que la funcionara corrige sus informes técnicos y profesionales, las obliga a firmar trámites que exceden sus incumbencias, no acepta sus valoraciones y criterios profesionales y sobreescribe los legajos sobre intervenciones.

 

También denuncian "falta de claridad respecto a responsabilidades, roles y autoridad", porque Bonavitta "no propicia el diálogo ni intercambio organizativo vinculado a tareas que implican coordinar equipos multidisciplinarios y administrativos".

 

Situación de conflicto.

 

Las trabajadoras también advierten que "la directora daba por finalizadas de manera unilateral las escasas reuniones solicitadas por los equipos", afirman que rechazó "mediar en conflictos interpersonales en contexto laboral con personal no sindicalizado" y obligó "a las trabajadoras sindicalizadas a asistir a Talleres de Respiración semanales". También revelan que pretendió "adoctrinarlas en Teoría Humanista a través de talleres con el subdirector Juan Esponda", y luego las culpó por "no avisarle de qué trataban esos talleres".

 

También exponen "prácticas autocráticas y hostiles", advierten que todavía "no socializó el Protocolo de Actuación acordado ante la Secretaría de Trabajo" y denuncian que mantiene "actos de persecución sindical contra las delegadas gremiales, cuestionándolas por asistir a actividades sindicales y condicionando su derecho a licencias".

 

Otras conductas inapropiadas de Bonavitta serían propiciar "cambios organizativos no consultados y falta de participación en decisiones como despidos o reestructuraciones", ordenar "cambios de tareas y lugares de trabajo" y excluir a las trabajadoras profesionales en la planificación de las tareas.

 

Angustia y peligro.

 

Otra grave acusación es que Bonavitta "subestima y dilata las garantía de seguridad ante las situaciones de riesgo psicofísico" a que están expuestas las trabajadoras durante su tarea de abordaje de las violencias. Alertan además sobre la angustia que producen sus "prácticas hostiles, a través de destrato, cuestionamiento de abordajes profesionales, y conductas interpersonales típicas del ciclo de violencia".

 

Finalmente, denuncian haber sido "reubicadas de manera improvisada en instalaciones de la Secretaría de Desarrollo Social de Villa Germinal, sin acceso cercano a transporte público, situación que afecta de igual modo a la población" que acude en busca de acompañamiento y atención.

 

La conducción de ATE recordó que "hace un año que las trabajadoras de la Dirección de Políticas de Género y Diversidad vienen manifestando que atraviesan violencia laboral", lo que resulta en una situación "paradójica, porque en este sector atienden a la población con problemáticas de violencia, pero las autoridades miran para otro lado", aún cuando las trabajadoras "agotaron las vías de diálogo, llevaron pruebas de lo que sufren a diario". Sin embargo, lo que hacen "no alcanza, como si la violencia aquí fuera algo no tan grave".

 

En un comunicado, el sindicato aclara que el personal "ha tenido paciencia y buena voluntad, soportando estas situaciones tanto de maltrato y ninguneo del estado, respetando los tiempos burocráticos para que los reclamos se cumplan y hablando con cada organismo". Pero "aún así, no solo no tuvieron respuestas, sino que hasta el día de hoy siguen sufriendo violencia laboral y persecución sindical".

 

"Es momento de abrazar en la más amplia unidad a nuestras compañeras, y exigirle al Estado Municipal que termine con la violencia", concluyen.

 

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